Es habitual dentro del género superheroico que, al menos temporalmente, haya un relevo en el personaje que porta el manto de los grandes iconos del género. Así, por ejemplo, Batman ha sido Dick Grayson además de Bruce Wayne, Wonder Woman ha sido Donna Troy en lugar de Diana… y podríamos hablar largo y tendido de Flash. El campeón en la Tierrra del mago Shazam también ha tenido sus versiones legado. En 2006, Freddy Freeman tomó el lugar de Billy Batson en Las pruebas de Shazam. Y ahora tenemos una nueva campeona: por primera vez en sus más de ochenta años de existencia, Mary Marvel es el personaje central de la familia de Fawcett City.

Tras los sucesos vistos en la serie Academia Titanes, Billy Batson vive permanentemente dentro de la Roca de la Eternidad, y la Familia Marvel se ha quedado sin poderes. Pero Shazam necesita otro campeón en la Tierra, y no estando disponible el habitual, toca elegir a un nuevo candidato. La elegida en esta ocasión es Mary Bromfield, la sensata y con la cabeza más en su sitio del grupo de chavales adoptados por Rosa y Victor Vasquez. Pero cuando le llega el momento de volver a convertirse en una heroína, Mary está intentando seguir adelante con su vida, recién matriculada en la universidad y compartiendo cuarto con otras dos estudiantes y un conejo que una de ellas tiene de mascota. Un conejo que será usado por Billy para llevarle el mensaje de que ella es la nueva depositaria de la magia de Shazam. Eso sí, ahora ella es la única depositaria de todo el poder, sin compartirlo con Billy, Darla, Eugene, Pedro y Freddy. Lo cual no le vendrá mal cuando tenga que enfrentarse a ladrones de bancos, dragones y sombras tecnomágicas varias.

La nueva campeona de ¡Shazam! es una serie fuertemente integrada dentro de la continuidad actual del Universo DC. Arranca en el punto en el que ha quedado la familia Shazam después de Shazam y las siete ciudades mágicas y la mencionada Academia Titanes y nos deja justo a las puertas de Planeta Lázaro, el próximo evento que comienza a finales de agosto en su edición de ECC. A priori, este planteamiento puede echar a potenciales lectores desconectados de los acontecimientos actuales de la editorial, pero la verdad es que estamos ante una historia totalmente autocontenida. Todo lo que es necesario saber antes de entrar en esta historia es contextualizado en sus primeras páginas, y todo lo que se plantea en esta miniserie queda perfectamente cerrado, limitándose la conexión con Planeta Lázaro a una señal en la última viñeta que nos avisa que será en este evento la próxima aparición de la nueva Shazam.

La guionista de esta serie, Josie Campbell, es una recién llegada al medio. Hasta ahora sólo se había visto su nombre en dos cómics en castellano, una historia corta en Estado Futuro: Green Lantern y otra en Wonder Woman: Black and Gold. Proviene del campo de la animación, donde ha escrito múltiples guiones para películas como Legión de Superhéroes o Liga de la Justicia: Mundoguerra y series como She-Ra y las princesas del poder o Mis aventuras con Superman. No tiene mucha experiencia en el mundo del cómic, pero su relación con el Universo DC a través de sus versiones animadas viene de casi una década atrás, con lo que el resultado final es impecable. La parte superheroica de la historia es divertida y palomitera, pero es que además el retrato psicológico del personaje es impecable, presentándonos a una Mary insegura, que está buscando su sitio en el mundo en su identidad civil -está entrando en la universidad, es aún una adolescente- y con un síndrome del impostor brutal en la superheroica. Quizás la historia no sea compleja ni profunda, pero no tenemos que olvidar que es un tebeo de la Familia Marvel, unos personajes que encarnan como pocos la inocencia y el optimismo en el género superheroico.

Evan “Doc” Shaner complementa a la perfección el guion de Campbell. Aquí hace un trabajo completo, encargándose de lápiz, tinta y color, y brilla en todas y cada una de las escenas que tiene. Como ya le vimos en Strange Adventures, es un autor de trazo limpio y estilo clásico, muy dotado para unas escenas de acción claras y dinámicas, pero más aún para representar las emociones de los personajes en todo momento. Además, dibuja a una Mary Marvel con su traje clásico pero sin quedar turbiamente hipersexualizada, como ocurrió en Cuenta Atrás a Crisis Final. Incluso consigue sacarnos una sonrisa -algo triste, eso sí- con la representación de la primera aparición del Tío Marv en el Nuevo Universo DC.

La nueva campeona de ¡Shazam! resulta finalmente una serie tan ligera como entretenida. Es una serie que no requiere un amplio conocimiento de la actualidad del Universo DC, ni haber leído una cantidad ingente de material del personaje y su entorno. Estamos ante una historia sin pretensiones que se puede disfrutar sin necesidad de ser un experto en el género ni un consumidor voraz de tebeos de superhéroes. Ojalá hubiera más así.