Es la hora de la verdad. Esta vez Shun Umezawa no puede acogerse al comodín de la premisa impactante. Ahora estamos en El incidente Darwin 3 y ya no cuenta con el impacto inicial del high concept. Llega el momento de dar el tipo e ir más allá de donde llega habitualmente, acostumbrado a obras cortas. Es el momento de ver si la serie cumple lo que promete… y vaya que sí.
Tras presentarnos a Charlie, el humancé, y su extraña condición y manera de desenvolverse en el mundo, Umezawa subió las apuestas haciendo crecer la tensión con un tiroteo en el instituto del pueblo de Shrews en el número anterior. Ahora mientras la paranoia alcanza niveles peligrosos en el pueblo, que culpa a Charlie de lo sucedido, la Alianza de Liberación Animal da su siguiente paso.
Hay dos partes claramente diferenciadas en El incidente Darwin 3. Tenemos una primera mitad donde la presión sigue subiendo y vemos cómo el pueblo, la policía, el FBI, el ALA y prácticamente todo el mundo asedian a Charlie y los suyos. Umezawa aprovecha para desplegar el ala más intelectual de la serie y continuar reflexionando sobre la condición humana, que es el leitmotiv sobre el que se insiste en cada número. No sabemos si se trata de un momento de inspiración o un enriquecimiento progresivo, pero los planteamientos un tanto obvios y algo adolescentes con los que nos encontrábamos en los tomos anteriores ganan en complejidad y sutileza en esta entrega. Los chivos expiatorios, el caciquismo, lo fútil que con frecuencia son el esfuerzo y los valores humanos elevados en la realidad social y otras lindezas de la humanidad son algunas de las ideas sobre las que se orbita.
Pero guardad las gafas de pasta porque ahora es cuando llega la segunda mitad y todo se vuelve loco. Sin desvelar detalles de la trama, baste decir que el tono El incidente Darwin 3 gira a la acción y los acontecimientos que suceden nos dejan con un cliffhanger de los obligan a volver a leer las últimas páginas con incredulidad.
Tal vez podían existir dudas sobre cómo funcionaría El incidente Darwin 3 en plano de la acción en lo gráfico, ya que es evidente la tendencia casi abusiva a la narración en planos cortos, ideal y socorrida para escenas conversacionales, pero a priori no tan efectiva cuando se trata del rock & roll. Umezawa es más que consciente de esto, pero en cierto modo mantiene el estilo y, pese a que abre plano con mayor frecuencia, se las apaña para mantener una cantidad ingente de cabezas parlantes y aún así subir el ritmo, de manera un tanto inexplicable.
Probablemente El incidente Darwin 3 es el mejor de los tres volúmenes publicados hasta ahora y tal vez convenga cruzar dedos para que el siguiente sea al menos un poquito peor, porque el cuarto es el último tomo publicado en Japón hasta la fecha y como tenga un final como el que nos encontramos en esta entrega y haya que esperar que terminen en Japón, no vamos a ganar para tila.
