Los primeros tiempos del Universo Marvel fueron muy convulsos en lo creativo. Aunque hay un imparable torrente de ideas, como no podía ser de otra manera estando por medio Jack Kirby y Steve Ditko, a los primeros años de la Era Marvel les falta en organización lo que les sobra en creatividad. La mezcla de personajes antiguos, de la era Timely/Atlas, con otros de nueva creación, metidos todos ellos en un nuevo universo unificado, dio lugar al coloso del entretenimiento que es hoy en día la marca, pero la estabilidad creativa no era una de sus principales características en estos primeros pasos. El ejemplo del Capitán América es muy significativo: la creación de Jack Kirby y Joe Simon en la Edad de Oro es presentada por el Rey en el Universo Marvel, primero en Vengadores y después en su propio serial, pero en Biblioteca Marvel Capitán América 2, que incluye todo un año del serial del personaje en Tales of Suspense -entre junio de 1965 y mayo de 1966- tenemos nada menos que cuatro dibujantes y ocho entintadores.
Y esa es la principal característica de este segundo tomo de la serie clásica del Capi. La inestabilidad en los equipos artísticos hace que tengamos la sensación de que la serie va dando bandazos, tanto en lo argumental como en lo estético y en el dinamismo… porque realmente los da. En el primer tomo de esta serie ya comentábamos que, aunque las historias eran bastante superficiales (recordemos la época en la que sale la serie y que además es un serial en una cabecera compartida), pero que Kirby daba en sus páginas más de una lección de cómo había que hacer escenas de acción. El problema es que, aunque Jack Kirby era un autor dotadísimo y con una capacidad de trabajo inhumana, no era omnipresente, y llega un momento en el que tiene que ceder los bártulos en varias de las series que hace. Capitán América es una de las parcialmente damnificadas. No las abandona por completo, como hizo con Vengadores o La Patrulla-X, pero se limita en la mayor parte de los números que tenemos en este tomo a abocetar las páginas, que serían acabadas por autores como George Tuska o Dick Ayers. Y claro, el dinamismo y la fuerza de los lápices de Kirby no los tiene Tuska.
Por cierto, este es el primer trabajo regular de George Tuska en el Universo Marvel. El autor, que había tenido su primer contacto con los superhéroes en los años 40 en Fawcett, se pasó una buena parte de los 50 haciendo tiras de prensa (especialmente significativo fue su trabajo en Buck Rogers) y cómics del oeste para Atlas. Tras seis años fuera de la editorial, volvió para hacer una historia corta de Uatu el Vigilante, y unos meses después entraría en el serial del Capitán América, quedándose en Marvel durante el resto de los 60 y una buena parte de los 70, siendo uno de los autores más importantes de la primera década de Iron Man.
En lo argumental, Biblioteca Marvel Capitán América 2 comienza con una última historia del personaje enfrentándose a los nazis en la Segunda Guerra Mundial para dar el salto, por fin, al presente: Tales of Suspense #72 comienza con una escena en la que se nos revela que lo que hemos visto a lo largo de los últimos meses son historias que ha estado contando el Capi al resto de los Vengadores, haciéndonos pensar en Jack Kirby contándole historias de cómo se hacían los tebeos en la Edad de Oro a los más jóvenes de la editorial.
Con el salto al presente, nos encontramos con la presentación de los Durmientes, los robots creados por los nazis a los que recurriría años después Mark Gruenwald durante su larga etapa en la serie, las primeras apariciones del Cubo Cósmico, Peggy Carter y Sharon Carter -aún sin nombre ambas-, Batroc el Saltador, Ellos, la segunda aparición de IMA, la primera aparición presencial de Cráneo Rojo en la Era Marvel (no siendo un flashback, vamos)… Es, como podemos ver, un cómic en el que las ideas vertidas son muchas y de trascendencia posterior, pese a que no sea tan potente en lo artístico como la primera entrega.
En la tercera entrega de esta serie volvemos a tener a Jack Kirby como dibujante completo, con lo que es de esperar que retome la fuerza que tuvo en su primera entrega. Aunque este tebeo no haya sido tan potente como habríamos querido, hemos tenido una buena cantidad de momentos clave en la historia del Universo Marvel. Un imprescindible para los arqueólogos que quieren saber de dónde viene todo.