“¿Pero va a haber algún momento en el que la calidad de esta serie deje de crecer?”, se puede preguntar ante Biblioteca Conan el Bárbaro 4 un lector que nunca se hubiera acercado a esta serie previamente. Y la verdad es que se nota como la serie mejora prácticamente número a número, encontrándonos, una vez más, varios de los momentos más memorables de esta serie, con un guionista muy entregado a lo que está haciendo y un artista novato que no para de mejorar, casi página a página.

En cuanto pasamos la primera página, nos encontramos con un viejo conocido: en Conan el Bárbaro nº16 nos encontramos con La hija del gigante de escarcha, uno de los relatos de Robert E. Howard más veces adaptado a viñetas. No era la primera vez que veíamos este cómic… más o menos. En Savage Tales nº1 fue publicado en blanco y negro (se encuentra en el primer número de Biblioteca Espada Salvaje), y supuestamente aquí nos íbamos a encontrar con una versión coloreada… pero con el Comics Code hemos topado. Dado que la chica que se encuentra Conan en el páramo helado mostraba su desnudez de forma bastante poco disimulada, la censura hizo de las suyas y hubo que redibujar varias viñetas. Si tienes ambas ediciones, puedes jugar a encuentra las siete diferencias (bueno, alguna más), y de paso recrearte en los lápices de Barry Windsor-Smith, que aquí está auténticamente inmenso. Pero La hija es una historia corta, así que se complementa este número americano con otra historia corta: La espada y los brujos es una reedición de una historia de Chamber of Darkness #4 en la que se presenta un Conan de marca blanca, anterior a que Marvel tuviera los derechos del personaje, llamado Starr el Asesino. Sirve principalmente para ir probando al dibujante en un entorno de bárbaros, y, como curiosidad, Starr volvería a aparecer en un cómic casi cuarenta años después, dentro de la línea MAX, firmado por Daniel Way y Richard Corben.

Seguimos con otra historia clásica, Los dioses de Bal-Sagoth. En esta historia en dos partes tenemos el primer cómic de Conan dibujado por Gil Kane. Ya había dibujado una portada, y una historia en interiores, pero con otro personaje diferente. Aunque la historia tenga varios de los elementos característicos de Conan (brujeria, monstruos, bellas mujeres…) introduce conceptos no muchas veces vistos. El principal de ellos es la continuidad: además de recuperar a Fafnir, al que conocimos en Alas diabólicas sobre Shadizar, con el que Conan entablará una relación de amistad, en estos números comienza una historia que nos llevará a Turán, donde el bárbaro se verá metido en la Guerra del Tarim, una deidad Hyrkania viviente. Los dioses de Bal-Sagoth, por cierto, fue reeditado en blanco y negro en el quinto tomo de Biblioteca Espada Salvaje.

El resto del tomo sigue con las consecuencias de lo visto en estos números, con la guerra entre Hyrkania y Turán, y el asedio de la capital de los primeros, Makkalet, por parte de los segundos. Lo que vemos aquí es cómo acontecimientos políticos afectan a la vida de Conan, y se ve metido en esta guerra que no tiene que ver con él contra su voluntad. La Guerra del Tarim es posiblemente el arco argumental más importante de la etapa de Barry Windsor-Smith, que, por cierto, termina en el siguiente número de esta colección.

Hay dos puntos a destacar en esta segunda mitad del tomo. El primero, artístico. El número 19, Halcones en el mar, fue publicado con la segunda mitad reproducida directamente con los lápices de Smith sin entintar. Se aprecia en estas páginas que los lápices son tremendamente detallados y que no todos los entintadores que ha tenido le han hecho justicia, pero la calidad de la reproducción de la época (recordemos, principios de los 70 y papel casi de periódico) hace que no se aprecie el arte como sería deseable.

Por otro lado, tenemos aquí El monstruo de los monolitos. Como ya hemos comentado anteriormente, Robert E. Howard era miembro del Círculo de Lovecraft, con quien tuvo una intensa relación epistolar que duró seis años, y el horror cósmico del maestro de Providence le influyó notablemente. Este número, el 21 americano y con el que se cierra este tomo, está inspirado en La piedra negra, un relato de Howard englobado dentro de los Mitos de Cthulhu. Años después, Thomas adaptaría literalmente La piedra negra dentro de Espada Salvaje.

Aunque los créditos señalan que este tomo incluye los números 16 al 22 de Conan the Barbarian, realmente termina en el 21. El 22 fue una reedición del primer número de la serie, y se incluye en este tomo el único material nuevo que tenía: la portada y un pin up.

Como extras, tenemos en Biblioteca Conan el Bárbaro 4 una interesante sección de las indicaciones del Comics Code Authority de modificaciones que hubo que hacer en La hija del gigante de escarcha para poder llevar el sello del visto bueno censor.

De nuevo, Biblioteca Conan el Bárbaro 4 se encuentra entre los mejores tebeos del mes. Y es una dinámica que se repetirá al menos hasta el final de la Saga de Conan y Bêlit, que alcanzaremos en algún momento de 2025. Esta serie es una compra imprescindible para todos los que disfruten de los cómics de espada y brujería, para los fans de Barry Windsor-Smith, y… qué demonios, para todo el lector de cómics que no los tenga ya.