El doctor Nigel Glass persigue en el laboratorio la fórmula de la invisibilidad con un objetivo nada altruista: vengarse de quienes lo humillaron en el pasado. Ahora, con Máscara Negra dispuesto a financiar sus experimentos, podría cobrarse la revancha a menos que Batman lo detenga antes. Pero ¿cómo derrotar a un enemigo al que no se puede ver?

En 2009, el guionista Doug Moench (Batman: La caída del Caballero Oscuro) unió de nuevo sus fuerzas con el dibujante Kelley Jones (La Cosa del Pantano: La muerte no descansa) para crear una serie limitada de 5 episodios que ECC agrupa en un solo volumen y que sumerge a Batman en la atmósfera tenebrosa de una auténtica monster movie.

Cada vez que nos encontramos con un tebeo firmado por esta pareja de autores podemos tener la certeza de que nos vamos a encontrar con una historia cuando menos entretenida, y un dibujo de lo más tenebroso. Y es así el caso que hoy nos ocupa. Lo Invisible es un arco argumental publicado en 2009 en Estados Unidos como serie limitada de 5 números, y que está protagonizado por un Batman que ignora las recientes versiones cada vez más tecnológicas del personaje, y prescinde también de su compañero Robin. Se trata de un Batman atemporal, uno que, si tuviéramos que encuadrarlo en un marco cronológico, sería el de su primer año, cuando aún está explorando las posibilidades del disfraz, la máscara y el emblema del murciélago.

La historia sigue a Nigel Glass, un científico de Waynetech despedido por sus superiores debido a prácticas poco éticas y que, despechado, pone sus conocimientos al servicio del misterioso gángster de Gotham conocido como Máscara Negra. Esta génesis del personaje recuerda a la que se le dio al Acertijo en la película Batman Forever de 1995, si bien en este caso el invento en cuestión consiste en un suero que vuelve invisibles los tejidos corporales. Un suero que Glass perfecciona poco a poco, pasando de eliminar la melanina de la piel, haciéndola incolora y mostrando su carne desnuda, a volver invisibles las fibras musculares, los órganos internos, los vasos sanguíneos y, finalmente, el tejido óseo. Por desgracia, este suero también afecta a los niveles corporales de serotonina y dopamina, lo que convierte a Glass, que experimenta con el suero en su propio cuerpo, en un peligroso y homicida hombre invisible.

Estamos ante un tebeo publicado entre 2009 y 2010, aunque por el estilo bien podría encuadrarse en la época noventera del personaje. Kelley Jones (Batman: Gotham después de la medianoche, Batman: Gotham maldita) nos devuelve su visión oscura y gótica del personaje, con su capa imposiblemente larga y enrevesada, y sus orejas puntiagudas en la capucha. Ese Batman que está continuamente posando de la manera más terrorífica posible, embozado en su capa y con unas garras amenazadoras y a punto de atacar. El Batman que “inspira terror en los corazones de los criminales”. No obstante, Doug Moench (Batman: presa y terror, Capitán Marvel: La tormenta de Saturno) le pone en una situación en la que la presencia del murciélago no es suficiente para asustar a sus adversarios. Este Batman se hace consciente de que al volverse real, y dejar de ser una figura mítica, se convierte para los delincuentes en poco más que un hombre con una máscara. Este cómic, por tanto, explora los límites del terror: da más miedo lo que no vemos que lo que sí podemos ver. Por eso Batman se ve continuamente vencido por el hombre invisible, porque él no puede ver a Nigel Glass, pero Glass sí puede verle a él, y por tanto no le teme.

Las referencias y homenajes a El Hombre Invisible, la inmortal obra literaria de H.G. Wells, son constantes, si bien donde el científico Griffin se volvía loco debido a la imposibilidad de hacerse visible de nuevo, aquí Glass enloquece por efecto del propio suero. Lo Invisible es, al igual que la obra de Wells en la que se inspira, una pieza de terror, donde Moench y Jones traen al mundo de Batman el miedo universal a aquello que no podemos ver, frente a lo visible, que podemos llegar a racionalizar. Batman descubre que permanecer en las sombras le otorga un poder sobre los delincuentes que pierde instantáneamente al salir a la luz. Y el propio Hombre Murciélago será víctima de ese mismo miedo al enfrentarse a un enemigo invisible, que llega a sobrepasarle pese a todo su ingenio y entrenamiento.

ECC recopila en un lujoso tomo en tapa dura la serie limitada completa Batman: Unseen, sin ningún tipo de extras ni complementos, más allá de las portadas originales. Batman: Lo Invisible es una personalísima obra de una pareja de creadores con un estilo muy identificable, tanto narrativa como gráficamente, y que permanecía sorprendentemente inédita en nuestro país hasta la actualidad. Si queréis un cómic que aúne a la perfección el género superheroico con el de terror, éste es vuestro tebeo.