Este 2019 se cumplen 40 años desde que se estrenase la mítica película Alien de Ridley Scott. Aunque tal efeméride no está teniendo demasiado eco (hay que tener en cuenta que ahora la franquicia pertenece a Disney), en España hemos podido disfrutar de algunos tebeos bastante potentes protagonizados por los xenoformos como fueron Alien: Órbita muerta y la miniserie Corta y Empalma que los unía al Juez Dredd y a los depredadores.
Y es ahora, que he mencionado a los temibles predators, cuando llegamos al cómic en cuestión que nos ocupa: Aliens VS Depredador. Estamos ante una miniserie publicada por Dark Horse en 1990. Por aquel entonces ya hacía varios años que la editorial poseía las licencias de ambas películas y las había explotado en una serie de miniseries bastante decentes. Sin embargo en el bullpen editorial tenían la duda de quién sería más fuerte y decidieron darle una oportunidad a este fan service plagado de dientes, garras y sangre. De todas formas, la relación entre ambos ya se intuía, pues en la película Predator 2 de Stephen Hopkins se podía ver claramente en la nave de los depredadores el cráneo de un Alien en la sala de trofeos.
El éxito fue tal que no tardó en tener secuelas. Además, esta coalición de las especies más letales del universo se las vio con otros personajes del calado de Batman, Superman, Terminator o el mencionado Juez Dredd. Tampoco se hicieron de rogar las adaptaciones a otros medios: Aliens VS Predator ha contado con un buen número de videojuegos, a destacar el juego de Arcade y el FSP de Atari Jaguar, y por supuesto el cine. La saga ha contado con dos adaptaciones para la gran pantalla que, le pese a quién le pese, han captado la esencia del cómic con unos resultados gamberros muy disfrutables.
Ya volvemos a 2019. Norma Editorial por fin decide reeditar una historia cuya anterior edición data de 1997. Esta es la primera vez que la miniserie se publica en tapa dura en nuestro país, aunque por el camino se han perdido las portadas originales de gente tan capaz como Dave Dorman o Mike Mignola. No obstante, no pierdo la fe en que dichas cubiertas vean la luz en alguno de los siguientes volúmenes, donde también espero que se reedite el epílogo de esta primigenia miniserie que si no me equivoco solo había visto la luz en España como historia corta en la mítica revista Cimoc.
¿Qué podemos esperar de Aliens VS Depredador? Pues ni más ni menos que una historia que puede presumir de mirar de tú a tú a las mejores entregas en el cine de ambas razas. Es un tebeo de franquicia, sí, pero hecho con mimo y con oficio. La trama planteada por Randy Stradley es sólida, no deja cabos sueltos pero sí muchas preguntas, engancha y provoca que te leas el tomo de una tirada. Luego tenemos a Phil Norwood y Chris Warner dibujando de forma detallada, con una narrativa brillante y un acabado de página que en muchas ocasiones recuerda a obras del mercado europeo como El Incal o La casta de los Metabarones.
Pues lo dicho: Unir estas dos franquicias fue desatar una bestia que aquí tiene el comienzo de su carrera de fondo. El primero de los seis números que conforman este tomo ya explica el motivo de que se vean las caras nuestros letales protagonistas. Además, está contado en tercera persona mientras somos testigos de un buen número de extraños acontecimientos. Los textos de apoyo narran un interesantísimo debate sobre la naturaleza humana, estableciendo paralelismos entre las tres razas. A partir de aquí comienza la batalla encarnizada, que tiene la particularidad de que nos muestra a los lectores y aficionados a estos bichos, cómo tanto los Aliens como los Depredadores están fueran de los elementos que conocíamos. La sangrienta cacería tiene lugar en el planeta Ryoshi, un desértico planeta plagado de llanuras, cerros y rocas, que se aleja por completo de las junglas de asfalto o metal de los Depredadores o de las naves o bases espaciales donde los Aliens suelen plantar los nidos.
Pero esta oda a la violencia Syfy a ritmo de Heavy Metal solo puede mantenerse con la presencia de un personaje fuerte, con carácter y esa no fue otra de Machiko Noguchi, una ejecutiva con un par de pelotas que no se amedrenta ante nada y que es la perfecta réplica de Ellen Ripley, personaje que no podían utilizar y que estuvo planeado que apareciese en la historia. Se descartó porque no había forma de que encajase en la cronología por transcurrir la acción muchos años después de Alien: El regreso. Curiosamente para Alien 3 y Alien Resurrección se las apañaron para justificar su presencia. En fin, la Fox y sus imposiciones.
Aliens VS Depredador tiene un final perfecto en mi opinión. Pero claro, el capitalismo es como es, y si algo funciona hay que explotarlo. Veremos cómo siguen las aventuras de Noguchi. A buen seguro que no estarán exentas de acción y sangre.