A punto de cumplir 70 años, Hawkman parece no terminar de dar con esa fórmula que lo ponga a la altura de otros compañeros de generación. No es que esté exento de algunos hits como el Hawkworld de Tim Truman o una olvidada aunque más que notable etapa con Geoff Johns. Sin embargo, no dar con la tecla también lo ha convertido en una de las mayores víctimas de bandazos creativos de todo el universo DC. Tanto es así que su continuidad ha pasado por todo: arqueólogo terrestre, policía thanagariano, príncipe de Egipto y hasta ha sobrevivido a Rob Liefeld. Descubriríamos que desde el principio de los tiempos Hawkman y Hawkwoman están condenados a morir y reencarnarse. Con todo esto, sería Geoff Johns quien trataría de poner en orden su continuidad en una memorable etapa publicada hace más de 10 años y ese parece ser el testigo que recogen Robert Venditti y Bryan Hitch.
Tomar el relevo de Geoff Johns en una serie siempre es complicado, pero Venditti ya tiene experiencia. No en vano si no fuera porque la etapa de Johns podría ser la más brillante en la historia de Green Lantern, la de Venditti habría ocupado un lugar mucho más alto en todos los rankings. Tras 5 años al frente del cuerpo de policía verde, Venditti viene avalado de sobra a la hora de manejar conceptos planteados por Johns y llevarlos a su terreno. Y por si fuera poco tenemos a Bryan Hitch al dibujo. No a ese Bryan Hitch de los últimos años a medio fuelle, tenemos a un Hitch que aunque no llega a las cotas míticas de The Authority o los Ultimates, vuelva a darnos una dosis titánica de espectáculo y grandiosidad.
Con todo esto, Venditti y Hitch se sirven de los elementos más esenciales del personaje para darnos una versión que cohesiona todas las anteriores a la vez que nos brinda un tebeo de aventuras tremendamente molón. Sabemos que Carter Hall es un arqueólogo. Sabemos que se ha reencarnado en varias ocasiones a lo largo de la historia y el universo. Sabemos también que en cada reencarnación pierde parte de sus recuerdos. La solución tiene tanto sentido que sorprende que no se le ocurriera a nadie antes. Hawkman 1: Despertar nos guiará por los cuatro rincones del espacio, el tiempo y la memoria en una aventura a la caza de una serie de artefactos y reliquias que irán arrojando cada vez más luz sobre el pasado del hombre halcón y la amenaza de los misteriosos Heraldos de la muerte.
Por eso, si sois de los que ya os dais por escarmentados tras leer La muerte de Hawkman o si habéis oído eso de que esta serie surge de los eventos de Metal y no queréis verlo ni en pintura, cambiad el chip porque esta serie olvida todo eso y va a la esencia del personaje. Vidas pasadas, recorridos por el universo, team ups con el Átomo y sobre todo acción y aventura con un hilo conductor que aporta coherencia todas las encarnaciones del personaje, con alguna que otra licencia, sí, pero con una solvencia y sentido de la aventura como solo el escritor de Green Lantern, XO Manowar o los Surrogates puede darnos.
Tal vez la peor parte se la lleva una cierta sobreabundancia de monólogos en off, que no deja de tener sentido en una serie que trata de recomponer el puzzle de la consciencia de Hawkman, pero que tal vez reitera en exceso e incluso empaña en algunos momentos algunas de las espectaculares escenas de un Bryan Hitch que nos recuerda por qué sus splash pages y su narrativa poblada de planos panorámicos sentaron la tendencia a seguir a principios del presente siglo y nos recuerda que todavía puede ser aquel dibujante que nos trajo ese sentido de lo descomunal.
Dos grandes profesionales en buena forma podría ser lo que un personaje maldito como Hawkman podría necesitar para tomar su lugar. Probablemente este Hawkman es uno de esos tebeos a los que tal vez no has prestado la atención que se merece.
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Robert Venditti
