Cuando te encuentas con productos que se editaron años atrás y nadie mostró interés por ellos, pero de repente son rescatados del cajón del olvido aprovechando el tirón de algún producto audiovisual, la sensación que suele quedar es de “no me extraña que esto siguiera inédito”. Así que un tomo de 2016 protagonizado por Loki que ve la luz en castellano un par de meses antes del estreno de la serie de Disney+ da, a priori, bastantes malas vibraciones. Pero cuando miras el equipo creativo y ves que está escrito por Christopher Hastings, el tipo que nos maravilló con La Increíble Masacre-Gwen, una de las series más interesantes que hizo Marvel en la década pasada, no queda más remedio que, aunque sea con un cierto recelo, echarle un vistazo.
Vota a Loki es una serie ambientada en las presidenciales norteamericanas de 2016 (sí, esas), en las que el Dios del Engaño -por entonces, Dios de las Historias- decide presentarse como candidato independiente, con un discurso marcadamente populista y opuesto al de los candidatos de los partidos del Establishment. La casta, que se decía por aquí, vamos. A nadie se le escapa a día de hoy que lo que estaba haciendo Christopher Hastings es una reflexión alrededor de la figura de Donald Trump y figuras similares: un tipo que viene de fuera del entorno político tradicional, que controla a la perfección el relato de la actualidad y que manipula al pueblo a su antojo. Pero mientras que el primer número de Vota a Loki vio la luz el 15 de junio de 2016, Trump no fue elegido candidato por el Partido Republicano hasta la Convención Nacional de un mes después, y las elecciones no fueron hasta el mes de noviembre de ese mismo año. Todo un visionario.
En esta obra, Loki es una mera excusa argumental para hacer un análisis sobre la deriva del lenguaje político en los últimos años. Se podría haber hecho perfectamente con casi cualquier otro personaje, pero el trasfondo de mentiroso supremo de Loki en el Universo Marvel le hace totalmente apropiado para ser el vehículo de las reflexiones del autor. ¿Es un cómic Marvel? Bueno. Técnicamente sí, pero estamos ante una de esas obras en las que personajes y medio son una vía para la expresión metafórica más o menos obvia de una idea. Así, quien pueda estar esperando un cómic sobre un supervillano clásico de la editorial puede llegar a sentirse en cierto modo decepcionado. Eso sí, para los fans de la política-ficción, Vota a Loki es todo un caramelo.
Visto a posteriori, la publicación en castellano de Vota a Loki con tanto retraso es, en cierto modo, un acierto. En 2016 pocos lectores habrían sido capaces de asociar las ideas que se estaban planteando en este cómic a ese tipo que estaba iniciando una carrera por la presidencia y era percibido casi como un chiste. En 2021, hemos podido ver las consecuencias de su mandato y la expansión de su modelo político a nivel internacional hasta dentro del territorio español. Sin ir más lejos, Steve Bannon, el estratega que llevó a Trump a la Casa Blanca, ha sido asesor del partido ultra Vox en España.
Quizás si Vota a Loki hubiera sido publicada hace cuatro años, en los inicios de la política populista a nivel internacional, y con un Christopher Hastings aún al principio de su carrera, habría pasado totalmente desapercibida. Me alegro de que el tiempo la haya puesto en mi camino en un momento en el que haya podido ser apreciada como se merece. Y sobre si la victoria electoral del personaje con el que Hastings hacía paralelismos era predecible… Mmm…
Would you vote for Loki? #Loki2016
— Marvel Entertainment (@Marvel) March 1, 2016
