Uauh.

No, en serio, UAUH.

Acabé la reseña del tercer volumen de La increíble Masacre-Gwen preguntándome qué tipo de locuras se le iban a ocurrir a Christopher Hastings cuando se pusiera a escribir el tramo final de una serie que ya se sabía cancelada, y aquí tenemos la respuesta. En Más allá de la cuarta pared Panini ha editado los diez números que faltaban de la serie hasta su final y es lo que nos esperábamos y más. El personaje que empezó siendo un chiste ha acabado protagonizando uno de los mejores cómics del año. Cuando oí que comparaban esta serie al Animal Man de Grant Morrison me pareció una exageración, pero después de haber leído estos últimos dos arcos argumentales… quizás no lo sea tanto.

Más allá de la cuarta pared

El primer arco argumental de este tomo es uno de esos en los que el cómo es más importante que el qué. Sí, por supuesto, tiene una cierta trama, hay una historia que nos cuenta. Mundo de origen, futuro del personaje… es lo de menos. Es una mera excusa para dedicarse a experimentar con las posibilidades del medio. ¿Que ya la ruptura de la Cuarta Pared está muy vista y no es innovadora? Vale, ¿y por qué hay que limitarse sólo a la cuarta pared? Gwen Poole sabe que está dentro de un cómic, no sólo es consciente de que hay espectadores. También hay páginas que se pueden romper, y… ¿qué hay detrás de una página en un cómic? Y sí, también se ha visto más de una vez lo de que los personajes interaccionen con el borde de las viñetas, pero… ¿cómo verían este tipo de acciones el resto de personajes del cómic, los que no son conscientes de serlo? Y más aún… ¿cómo se vería, de forma subjetiva para el personaje, la ruptura de esas líneas que sólo el lector percibe? ¿Y cómo pueden tener las GuiriHiru tanto talento como para salir airosas de los retos gráficos que plantea el guionista?

Y si el primer arco argumental de este tomo tiene material suficiente para delirar bastante, en el último tratamos con lo que sabemos que le espera en el futuro a Gwenpool: la cancelación. Sí, afortunadamente el guionista fue avisado con antelación suficiente y pudo aprovechar el anunciado cerrojazo de la serie para escribir Perdida en la trama, el arco final. Y si Gwen podía ver el mundo del cómic en el que estaba metida, también es capaz de percibir que no tiene mucho tiempo por delante. ¿Que cómo? Ah, la representación gráfica de este tipo de detalles es uno de los encantos que tiene la serie. Ya lo verás. Porque necesitas verlo. Necesitas leer la serie más imaginativa que ha dado en mainstream americano en mucho tiempo.

Y siendo genio y (meta)figura hasta el último momento, se permite el lujo de despedirse con una última portada que homenajea a su primera aparición (puedes verla aquí), interaccionando con ella del mismo modo que ha ido haciendo con el resto de elementos del cómic.

En resumen…

Para ser un cómic cuya génesis fue una decisión comercial editorial por la que alguien dijo “hay que sacar de un modo u otro en todas las portadas alternativas de este mes, sí, en ese de Masacre también”, La increíble Masacre-Gwen ha acabado siendo una de las propuestas más refrescantes que ha tenido Marvel en mucho tiempo. Y ya con el año 2018 terminado, también podemos decir que, sobre todo en su tramo final, ha sido la propuesta más experimental del año. Ha sido una lástima que la serie haya sido cancelada, pero quizás si no lo hubiera sido Christopher Hastings no podría habernos deleitado con todas las marcianadas que ha hecho en estos últimos diez números. Sea como sea, este guionista, que empezó la década como un nombre de relleno, está terminándola haciendo que miremos con interés en su dirección. ¿Qué es lo que está haciendo ahora…? Historias Corrientes: 25 años después para Boom! y Masacre: Agente Secreto, una limitada de seis números para Marvel. Habrá que echarle un vistazo a ambas.