Se ve que la reedición de Dash Kappei (aunque me cuesta no llamarle Chicho Terremoto) que está realizando Kimmo debe estar funcionando bastante bien. No se me ocurre otro motivo que justifique que la pequeña editorial haya decidido seguir apostando por Noboru Rokuda, publicando en España una de sus creaciones más importantes: Twin.
Publicada en la segunda mitad de los años 80, Twin es un shonen de cinco tomos tankoubon de extensión centrado en el mundo del motociclismo. Pero lejos de ser un spokon al uso, estamos ante un manga que ofrece una historia mucho más compleja y profunda de lo que podría parecer.
Twin. Las carreras de motos como excusa
El titular no engaña a nadie. Aunque la portada nos muestra a un piloto de motociclismo, en este primer volumen no es más que un elemento muy tangencial. El peso de la trama está centrado en dos personajes: Hibiki, un pandillero con tendencias suicidas que se ha cansado de vivir por culpa de un desamor; y Hyo, una joven de familia adinerada con tendencia a las relaciones tóxicas que está en contra del mundo. Rokuda no se anda con tonterías, no gasta espacio en balde, por lo que en apenas un par de capítulos ha presentado a los protagonistas.
Ambos personajes son el motor de Twin. Estos primeros capítulos sirven para presentar su mundo, a algunos secundarios (como ese instructor que tiene mucho de Muten Roshi), pero sobre todo para causar adicción. Aunque estamos ante un manga dirigido a un público masculino, el tratamiento de los personajes muchas veces es más cercano al shojo. De hecho, algunas escenas me han recordado bastante a Ai Shite Knight, o como la conocimos por aquí, “Bésame Licia”, un anime producido por Toei que gozó de gran popularidad en los primeros años de Telecinco.
Pandillas, motos (¿Alguien ha dicho Tokyo Revengers?), romance, acción, taberneros que atienden con una máscara de Hockey (al más puro estilo Jason Voorhees), alguna pincelada de humor y una relación que promete explotar un par de veces en cada entrega será el pan nuestro de cada día en Twin. A esto debemos sumar el fantástico dibujo de Rokuda, que se nota que disfruta dibujando unas motos plagadas de detalles. La edición de Kimmo incluye las páginas a color que ayudan a disfrutar más si cabe de su arte. Claro está, que las motos acabarán copando el protagonismo del manga hasta el punto de que repetirá el típico esquema de macarra que quiere destacar en algo que no se le da bien. En Slam Dunk la fórmula funcionó muy bien. Aquí no tiene porque ser menos.
Antes de finalizar debo advertir a los lectores más sensibles que Twin contiene algunas escenas de violencia machista que pueden hacer torcer el gesto al más pintado. Ojo, no son determinantes en el desarrollo de la historia, sino que sirven de vehículo para contextualizar un poco más el entorno en el que siempre se ha movido Hyo.
Twin debió de ser un éxito moderado en su momento, ya que contó con una cinta de animación producida y estrenada directamente en vídeo en 1989. Por lo que sé, dicho anime nunca llegó a Europa.
No me queda más que agradecer a Kimmo que siga recuperando manga ochentero. Ojalá esta serie funcione para que podamos ver más obras del genial mangaka, cuya producción supera los veinticinco títulos y apenas hemos catado por estos lares. Quitando a Chicho, Twin y Ganon (que solo escribía) el resto de su obra permanece inédita en España.
Deseando estoy de que salga el siguiente tomo de Twin.