Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Dash Kappei (Chicho Terremoto) 4 y 5, de Noburo Rokuda

Dash Kappei (Chicho Terremoto) 4 y 5, de Noburo Rokuda
Guion
Noburo Rokuda
Dibujo
Noburo Rokuda
Formato
Rústica con sobrecubierta Páginas: 292 Color: Blanco y negro con páginas a color Tamaño: 15 x 21 cm
Precio
14.50 € c/u
Editorial
Kimmo. 2022

Que el manga está vendiendo una barbaridad hoy en día creo que es algo que a nadie se le escapa. Este hecho ha propiciado que en los últimos tiempos hayan surgidos nuevos sellos como Distrito Manga, Arechi o que editoriales como Hidra potencien sus líneas dedicadas al cómic japonés. Hoy me dispongo a hablar por primera vez de Kimmo, que se han estrenado por todo lo alto desde hace unos meses con la recuperación de Dash Kappei, al que nosotros siempre hemos conocido como Chicho Terremoto.

dash kappei 5

No es la primera vez que la obra de Noburo Rokuda se publica en España. En 2007, la desaparecida editorial Banzai Comics publicó la obra en seis tomos, siendo el mayor éxito de su corta andadura junto a Super Gol, otro manga cuyos personajes nos eran conocidos gracias a una serie de animación. Curiosamente, Banzai también publicó Ganon, la otra obra de Rokuda que ha visto la luz en España.

Dash Kappei o Chicho Terremoto, ¿por qué elegir?

Dash Kappei se publicó originalmente en 1979. Su éxito provocó que entre 1981 y 1982 se emitiese un anime de 65 episodios. Dicha serie alcanzó una fama enorme en España en su emisión por parte de Antena 3, que la repuso hasta la saciedad. Ni que decir tiene que pese a que la edición de Kimmo tiene los nombres originales, yo cada vez que leo Dash Kappei leo realmente Chicho Terremoto. Para siempre quedará el magnífico doblaje del personaje a cargo de Eloisa Mateos.

dash kappei

Dash Kappei es un shonen que mezcla con gran habilidad, e inmejorables resultados, el género deportivo (o spokon) y humorístico. Olvidad el drama de otras obras coetáneas como Touch (Bateadores) o Campeones (Captain Tsubasa), las peripecias de Chicho y sus compañeros del Seirin son mucho más ligeras y divertidas. Las casi trescientas páginas de cada volumen de la edición de Kimmo se devoran de una sentada. A mí desde luego me llevan alegrando toda la semana y he tenido que aguantar la carcajada para que la gente no se me quede mirando en el metro (con la mascarilla puesta of course) como si fuera un loco en más de una ocasión.

Es cierto que Dash Kappei es un manga muy hijo de su época, orientado a un público masculino de carácter juvenil. Por eso algunos de sus chistes verdes, así como la obsesión de Kappei por las bragas blancas, puede hacer torcer el gesto a más de uno. No obstante, recomiendo leer la obra a todo el mundo, porque más allá de estos detalles (que resultan familiares a aquellos que hayan leído mangas como Ranma o Dragon Ball), estamos ante un cómic realmente divertido.

dash kappei

Pero ojo, que nadie se piense que Dash Kappei es una sucesión de chistes sin ton ni son. Rokuda se las apaña para que la trama del campeonato de baloncesto escolar resulte épica (de la misma forma en que lo eran los partidos de fútbol de Oliver y Benji) y emocionante. En estos volúmenes se narran las fases finales del campeonato que decidirá el equipo que representará a Tokio en las ligas mayores.

Me sigue pareciendo muy graciosa la trascendencia que le dan los autores a este tipo de obras, incluyendo comentaristas y retransmisiones como si fuera la más importante de las finales. Pero incluso aquí se nota la obsesión del autor por el detalle, dotando de una gran personalidad a la voz en off que retransmite los partidos, y que en mi cabeza suena como la del inmortal Fernando Costilla.

Otro punto a favor es la imaginación del mangaka, haciendo que un partido de baloncesto sea tan jodidamente adictivo gracias a la sucesión de gags visuales y técnicas secretas, que incluyen multiplicaciones del balón, fantasmas e incluso desapariciones. Cualquier cosa vale con tal de que el balón entre por la red.

El dibujo de Rokuda mantiene toda la fuerza y frescura pese a que estamos hablando de una obra que sobrepasa los 40 años. La gente de Bunkasha hizo bien en confiar en él. Su trazo dinámico y detallista le sienta de maravilla a un manga donde el movimiento es fundamental. Si a esto le sumamos un plantel de personajes carismáticos, humor de todo tipo y situaciones que abrazan sin pudor el mayor de los absurdos, nos da como resultado un manga que no debería faltar en ninguna biblioteca.

Por cierto, la edición de Kimmo es fantástica, incluyendo las páginas a color de la edición original y extras como un completo artículo sobre la serie de animación al final del volumen cuatro.

Tres puntos colega!