The future is bulletproof
The aftermath is secondary
It’s time to do it now and do it loud
Killjoys, make some noise!
Dr. Death-Defying

En el mundo del cómic, Gerard Way es conocido principalmente por dos obras: The Umbrella Academy, una serie muy inspirada en la Doom Patrol de Grant Morrison y que cuenta con una exitosa adaptación televisiva en Netflix, y la Doom Patrol original en su etapa bajo el sello Young Animal de DC. Pero la faceta por la que más conocido es no tiene nada que ver con las viñetas: es el frontman y cantante de la banda de Rock Alternativo/Punk Rock (no se te ocurra decir Emo delante de Way) My Chemical Romance. Y en el punto medio entre sus dos principales ocupaciones se encuentra el cómic del que hablamos hoy, The true lives of the Fabulous Killjoys: California.

Danger Days: The True Lives of the Fabulous Killjoys, el cuarto álbum de la banda americana y último hasta el momento, editado en 2010, era un disco conceptual que nos hablaba del mundo en el que viven los Killjoys, un grupo de pandilleros antisistema que viven en una California cyberpunk postapocalíptica en el futuro cercano de 2019 -lugar y año de Blade Runner, dicho sea de paso-. Los dos primeros videoclips de ese disco, correspondientes a las canciones Na Na Na (Na Na Na Na Na Na Na Na Na) y Sing, contaban una historia que tendría que haber terminado en un tercer video que nunca se hizo. Pues bien, The true lives of the Fabulous Killjoys: California cuenta la continuación de esa historia. Así que antes de nada, vamos a ver los vídeos en cuestión.

El cómic, publicado originalmente tres años después del disco, está ambientado doce años después de los sucesos de los videoclips. La Chica secuestrada por Better Lives Industries ahora es una adolescente, Korse -el personaje interpretado por Grant Morrison en los videoclips- sigue trabajando en BL/ind, y los Killjoys originales… siguen muertos, pero se han convertido en leyendas en el desierto que rodea Battery City y han inspirado a una nueva generación.

La protagonista de este cómic es la Chica -sigue sin tener nombre-, que tiene algún tipo de destino mesiánico en este futuro distópico. Algo hay en ella que hizo que Party Poison (el personaje que interpreta Gerard Way), Jet-Star (Ray Toro), Fun Ghoul (Frank Iero) y Kobra Kid (Mikey Way) sacrificaran sus vidas para liberarla de las garras de la malvada corporación que lo controla todo, llegando hasta el punto de haber emitido su propia moneda de curso legal. En el otro bando, Korse ya no sigue las órdenes de Better Lives tan ciegamente como años atrás. Se plantea qué es lo correcto, y para un ejecutor a sueldo no es una línea de pensamiento precisamente deseable. Y para completar la historia, tenemos a dos androides sexuales en busca de su libertad. En definitiva, The True Lives of the Fabulous Killjoys es la historia de varios personajes buscando su camino propio, su identidad individual.

Tenemos al guion al mencionado Gerard Way, ayudado por Shaun Simon, cocreador de la idea de los Killjoys junto a Way y teclista en directo de My Chemical Romance. Aunque tanto Way como Simon han escrito una respetable cantidad de cómics, juntos (The Umbrella Academy: Pareces un muerto) como por separado (Patrulla Condenada o The Umbrella Academy en el caso de Way, Art Ops o Collapser, junto a Mikey Way, en el caso de Simon), se nota que no es éste su medio nativo. En algunos momentos, da la sensación de que la historia está un poco deslavazada, y el final es un tanto anticlimático. Quizás intente abarcar demasiado para tan sólo seis números, y el mundo en el que se desarrolla esta historia, aunque no precisamente original, habría dado para una serie más larga en la que se explorara en más profundidad.

Lo que quizás no termine de funcionar del guion es suplido de sobra por el dibujo de Becky Cloonan. Capta a la perfección el espíritu de los videoclips y a la vez mantiene su propia personalidad. Quizás las escenas en las que más se luce son las de las androides, una línea argumental de nueva creación en la que está menos atada. Y es mérito casi exclusivamente suyo que los Draculoides y los Espantapájaros resulten amenazantes.

La edición de Norma es una maravilla, como suele ocurrir con los productos de esta editorial. Un tomo en cartoné con sobrecubierta, en el que se recoge la miniserie original completa, la historia del Free Comic Book Day y una extensa sección de material extra, entre los que podemos destacar textos de Way y Simon contando los orígenes de esta historia, desde el punto de vista de ambos, fichas del mundo, y la tradicional sección de bocetos, diseños de personajes y páginas a lápiz y tinta.

El público objetivo de este cómic está muy definido. Principalmente, fans de My Chemical Romance, una banda que, aunque se separó hace años, se acaba de reunir y pretende volver a los escenarios a lo largo de este 2022, si la pandemia lo permite. Pero también resultará interesnte para los fans de Becky Cloonan. Si te reconoces en alguno de los dos grupos, ni te lo pienses. Lánzate de cabeza a por él. Y ahora, a ponerse las pilas, guapos. Y a armar bulla.

(Y por si os ha picado la curiosidad, la palabra censurada tras los pitidos en el video de Na Na Na es drugs. Ahí queda eso.)