Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Tales from the Crypt Vol. 3

Tales from the Crypt Vol. 3
Guion
Al Feldstein.
Dibujo
Jack Davis, Joe Orlando, Jack Kamen, Graham Ingles, Al Williamson, George Evans, Fred Peters.
Formato
Cartoné, 215 págs, color. 18x28 cm.
Precio
34,95€.
Editorial
Diábolo Ediciones. 2022.
Edición original
Tales from the crypt #29-34 (EC Comics).

Je, je. Veo que habéis vuelto a por vuestra ración de reseñas de historias tenebrosas y que cortan el aliento, ¿verdad? ¿Acaso queréis saber qué podéis esperar de este Tales from the Crypt Vol. 3, con el que los sádicos editores de Diábolo quieren provocaros las más horribles pesadillas? Pues seguid leyendo, queridos lectores, porque este no es un tomo más, sino que contiene interesantes y jugosas novedades con respecto a los dos tomos anteriormente publicados…


Pues, como bien nos ha avanzado nuestro presentador, en este tercer tomo podemos encontrar algunas diferencias con respecto a los tomos previos. La más importante, diría, es que Feldstein ha encontrado ya lo que buscaban los lectores de la colección y hace historias cada vez más centradas en el terror, alejándose de esa fórmula tan constante hasta ahora de «mujer que engaña a su marido y planifica con su amante su asesinato» o de «tipo ambicioso que desea robar una idea rentable/quitarse a un competidor en su trabajo» y, de ese modo, va escribiendo historias cada vez más variadas y con las que explorar distintas facetas del terror.

De hecho, en los números incluidos en este tomo (del 29 al 34) encontramos historias que sorprenden por su frescura: desde la discutida-en-su-tiempo La kalamidad de Kamen, descacharrante parodia de la propia revista, y con una nueva sección y presentadores: Los guardianes del cubil, Bill y Al (nada menos que Gaines y Feldstein) en la que narran la llegada de Jack Kamen como dibujante excesivamente feliz para una publicación de terror; o ¡Baja cuna!, la historia en la que se cuenta el origen de nada menos que… ¡la Vieja Bruja!; sin dejar de lado la última historia del tomo, ¡Érase una anciana!, que adapta un relato del mítico Ray Bradbury.


Tenemos historias para todos los gustos, ambientada en distintas épocas y con todo tipo de protagonistas: niños, hombres, mujeres, ancianos… e incluso monstruos. En este tomo se encuentra otra rara avis, ¡Espejito, espejito! que nos pone el punto de vista en los ojos de un monstruo a lo Frankenstein. Aunque, sin duda, una de mis historias favoritas es ¡Cortar las cartas! la historia de dos aficionados a las apuestas que van subiendo cada más la cuantía de lo que se juegan y con un tono especialmente macabro y realista…

La estructura sigue siendo la misma que en tomos anteriores: la portada, la publicidad de la época, y seis historias de ocho páginas interrumpidas solamente por la historia corta escrita, y la sección de cartas de lectores, una sección que permite ver la respuesta que tenían los diferentes relatos pero también nos permiten enterarnos del funcionamiento del mercado en aquella época, como en la sección en la que los propios editores piden permiso al Guardián de la Cripta para dirigirse a los lectores y pedirles que no compren revistas sin portadas, porque supuestamente esas revistas provenían de devoluciones de los kiosqueros.


En definitiva, Tales from the Crypt Vol. 3 es un tomo en el que vemos cómo la publicación se iba asentando, encontrando su propio camino, el tono de sus historias e incluso se permitía hacer pequeños experimentos como historias paródicas o adaptaciones de otros medios. Un tomo que se lee con mucha más facilidad que sus anteriores por la variedad de las historias y las rutas exploradas para conseguir sorprender al lector. Leer este tomo con la (nunca me cansaré de decirlo) inmejorable edición de esta serie que nos está trayendo Diábolo es una auténtica delicia.

Lo mejor: Las historias cada vez son más variadas. Mantener los anuncios o las cartas de los lectores.

Lo peor: Si no te interesan los relatos cortos, por mucho que consiga más variedad que en los anteriores, tampoco va a interesarte.