Los niños del mar núm. 02

Guión y dibujo de Daisuke Igarashi.
Rústica, 320 págs. Blanco y negro.
12,95€
ECC Ediciones. 2016

Dejamos el número anterior de Los niños del mar totalmente envuelto en misterio y la verdad es que me cuesta dar una sinopsis de este segundo tomo sin decir “siguen todas las tramas del número anterior”. Daisuke Igarashi se toma esta historia como un plato a fuego muy lento y si bien en el número anterior lo vimos desplegar una colección de suculentos ingredientes, en esta primera fase de elaboración del menú no llegamos siquiera a saber a qué va a oler.

Comenzamos con la búsqueda de Sora por parte de Umi y Ruka, saltamos a un flashback de hace 40 años que a falta de aportar luz a los misterios, contribuye a aumentar su aura nebulosa. Continúan desapareciendo animales marinos o apareciendo fuera de sitio y para colmo se aproxima un tifón. No conforme con eso, aparece un enigmático doctor procedente del pasado de Jim Cusak mezcla de estrella del rock y héroe del shojo. Confirmaremos que existe un estudio científico sobre la extraña fisiología de Sora y sabremos que puede haber más como Umi y él. Incluso sabremos que unos meteoritos pueden tener algo que ver y que incluso existen ciertos mitos antiguos sobre este tipo de seres.

El problema es que todo estos misterios ya estaban de manera más o menos implícita en el primer número y cabía esperar que tras las primeras 320 páginas, las siguientes hicieran vislumbrar cuál es el rumbo de la historia. No obstante, en este tomo de Los niños del mar, Igarashi conserva esa magia extrañamente cautivadora que pica tu curiosidad, pero la espera se empieza a antojar un poco larga y las dudas sobre un desarrollo y desenlace a la altura comienzan a crecer. Hay incluso algún truco bastante chapucero como que un personaje te diga explícitamente “muy pronto lo sabrás” como respuesta a uno de los misterios.

Hacia el final del tomo, gana interés, pero nos hace dudar, ya que el final del primer tomo también secuestraba nuestro interés para después solucionarlo como de soslayo. Tiene aún así algo Los niños del mar que atrae la curiosidad de manera difícilmente explicable y la serie son sólo 5 tomos, con lo que sabemos que no se puede estirar demasiado el chicle. La pega cuando los misterios crecen tanto es que generan expectativas y esperemos que el final pueda estar a la altura.

Continúa con ese dibujo donde alterna escenas de trazo tenue y tembloroso, que hacen pensar en un lápiz quemado más que en una tinta tradicional, con escenas de cuidados grises sobre todos para las escenas de fondo marino.

Tenemos así que Los niños del mar núm. 02 es un tomo totalmente continuista con el anterior donde mantiene sus anteriores aciertos y donde sus mayor flaqueza es que no aporta nada nuevo en este rumbo que parece estar prometiendo desde la primera página.