Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseñas desde Star City: El Dragón Negro

El Dragón NegroA principios de los años 80, en Marvel lanzaron el sello Epic, un sello en el que los autores contaban con mayor libertad de acción y con plena propiedad de los derechos de las obras, a diferencia de la Marvel tradicional. Fue un sello que perduraría apenas una década y que posteriormente reviviría a mediados de los años 2000. Esta oportunidad fue aprovechada por un Chris Claremont en pleno auge de popularidad para escribir junto a su amigo John Bolton dos obras: Marada: La Mujer Lobo y El Dragón Negro. De la primera ha dado cuenta ya mi compañero Lamastelle-San (aquí) y hoy voy a hablaros de la segunda. Se trata de una serie originalmente publicada en 1985 en seis números, y que ha sido reeditada posteriormente por Dark Horse Comics (1996) y por Titan Books (2014). ECC nos trae esta última edición en castellano, una historia de espada y brujería, de fantasía heróica clásica y que hará las delicias de los aficionados al género.

La historia.

El Dragón NegroCorre el año 1193. El rey Enrique II acaba de fallecer y el duque de Ca’thrym, el caballero James Dunreith vuelve del exilio para reclamar sus posesiones y terrenos. A su llegada es capturado por unos caballeros que la llevan ante la reina Leonor de Aquitania. Esta le contará que teme que Edmund DeValere, en el condado de Glenowyn esté tramando una rebelión contra la corona para el cual estaría usando poderes mágicos. Encomienda por tanto a Dunreith (que por otro lado es un viejo amigo de DeValere) que se ocupe del asunto y zanje la rebelión cuanto antes. Se unirá al arquero Brian Griffon (El grifo) y rescatará de camino a Glenowyn a la hija de DeValere, Elliane, de la cual caerá inexorablemente enamorado. Pero esta historia aparentemente de caballeros se va viendo pincelada por retazos fantásticos. Griffon mantiene contacto con las hadas del bosque, Dunreith tiene una serie de sueños con un dragón negro y además se da cuenta al reencontrase y compararse con su amigo Edmund DeValere que apenas ha envejecido con el paso de los años. Además, ya antes de llegar a Glenowyn, tienen una experiencia sobrenatural en la antigua abadía de Santa María, donde moran los espíritus de las monjas que allí residían. La trama se irá complicando y sucederán un sinfín de aventuras más que por el bien del lector me reservo por el bien de salvaguardar las sorpresas que acontecen… ¡Ups, se me está pegando el lenguaje de la obra!

Los autores.

Hablar de Chris Claremont es hablar de La Patrulla-X, pero también es hablar de Excalibur junto a Alan Davis y sobre todo de su creación el Capitán Britania (junto a Herb Trimpe en 1976). Orgulloso y aficionado de su historia y literatura, Claremont combina en esta obra muchos conceptos: El rey Enrique II, Leonor de Aquitania, Ricardo I (Corazón de León, al que citan), Robin Hood, Morgana LeFay, la mitología de las hadas, los dragones, la hechicería… Si algo tiene esta obra es que no es redundante. En sus 180 páginas suceden un sinfín de cosas, con giros de guión impactantes, escenas cargadas de épica y una historia que no deja tiempo al aburrimiento.

El Dragón NegroEl trabajo de Claremont es encomiable en cuanto a trama, aunque a veces resulta sobreexplicativo en sus guiones, y con una densidad de diálogos para mi gusto excesiva por innecesaria: aportan poco a la historia y en ocasiones adolecen del «síndrome de Scooby-Doo», en plan «ahora te voy a contar qué es lo que ha pasado en el misterio de hoy». Lo curioso es que a pesar de ello, no es una historia con ritmo lento. Como he dicho, suceden muchas cosas, presenta a muchos personajes, hay cambios importantes, lo cual da bastante ritmo a la lectura. Mezcla brillantemente ficción con historia y con mitología y sale muy bien parado del intento.

El dibujo corre a cargo de John Bolton (Shame: Deshonra, Batman/Joker: Switch, Marada: La Mujer Lobo) con un dibujo muy clásico que recuerda a la fantasía caballeresca de Hal Foster, tal vez algo estático, aunque con unos detalles exquisitos y un realismo asombroso en cuanto a entornos y animales. Contrasta su estilo a la hora de dibujar las escenas fantásticas o de criaturas sobrenaturales, en el que Bolton se disfraza del mejor Bernie Wrightson proporcionando algunas escenas terroríficas (la de la abadía de Santa María es fantástica). Como curiosidad, hay un corto dirigido por Neil Gaiman en el que lo pone como el protagonista de la cinta, interpretado por un actor.

La edición original de Epic era a color, pero las dos posteriores de Dark Horse y de Titan han sido en blanco y negro, como esta que hoy nos trae aquí. No le sienta nada mal a la historia, aunque he visto algunas páginas a color y tampoco estoy seguro de que el blanco y negro enriquezca especialmente las tintas de Bolton, si bien esta edición mejora la de Planeta de Agostini/Dark Horse (1998/1996) por el tipo de papel utilizado.

En definitiva, El Dragón Negro.

El Dragón NegroUna historia de fantasía medieval muy disfrutable, con un dibujo que rememora las mejoras historias clásicas y cumple con creces su cometido. Se trata de una historia muy completa, con bastantes giros y subtramas que sumados a la verborrea intermitente de Claremont, proporcione unas cuantas horas de lectura.

ECC Ediciones nos trae El Dragón Negro en un tomo cartoné en B/N, con papel de alto gramaje y poroso , con 192 páginas a un precio de 17,50€. Incluye además de la historia principal, una serie de bocetos e ilustraciones de Bolton que resultan bastante interesantes.

Lo mejor: La acertada mezcla de ficción y mitología. Algunos dibujos de Bolton son francamente bonitos. La parte sobrenatural con ese aroma a Wrightson.

Lo peor: La incontinencia verbal ocasional de Claremont. Al principio cuesta hacerse con todos los nombres y relaciones de los personajes.

Para amantes de la fantasía medieval. Para seguidores de Claremont que quieran leer algo apartado del género superheróico (¿o no?). Para los que añoran el dibujo clásico de Foster o Alex Raymond.