Volvemos a Ninjak, y volvemos a un nuevo arco argumental con un cambio de registro en la temática de la serie. Tras unos tomos de peli de acción ochentera, videojuegos de plataformas y de incursión en la rama mágica del Universo Valiant, Matt Kindt realiza con El Asedio del Castillo King un arco de espionaje, mezclado con un amago de Born Again para el personaje de Colin King. Un arco en el que vamos a ver peligrar la infalibilidad de King como Ninjak, ante una amenaza que parece puede meterle en un serio problema. El dibujo de este arco corre a cargo de Diego Bernard, un artista muy de Valiant.
En este arco, vamos a ver cómo tras un merecido descanso tras la misión en la Zona Muerta, Colin King se dirige a su castillo. Pero sus sentidos hiperdesarrollados le pondrán en alerta por la intrusión de un desconocido que intenta asesinarle. No solo eso, todos sus datos han desaparecido de las bases de datos del M.I.6 y ha entrado a formar parte de la lista de criminales más buscados por la Interpol. Quien se encuentra detrás de todo esto tiene motivos muy serios para intentar acabar con la vida de King. Con su vida en todos los sentidos…
Matt Kindt vuelve a dar un giro a la serie y se marca esta historia de espionaje mezclada con el típico Back to basics del personaje. ¿Qué puedes hacer cuando eres un fantasma informático y solo apareces en las listas de los más buscados? ¿Quién puede estar tan obsesionado por ti? La trama está muy bien presentada, en cada número van revelando algún detalle nuevo lo cual me impide hablar de algún personaje que ya conocemos de números anteriores, y del que vamos a averiguar detalles del pasado. Kindt evita que la serie se desmembre con esas tramas tan diferentes gracias a volver a usar a esas Siete Sombras como elemento unificador. Además, ese salto tan sorprendente a la sección mágica del tomo anterior queda justificado gracias a la aparente implicación en la trama de otro de los personajes mágicos. Espero que con estas palabras no os esté destripando nada y los que sí lo hayáis leído estéis entendiendo a qué me refiero.
Por otro lado, las historias de complemento de este tomo (los archivos perdidos) van a volver a fijar su vista en los padres de Colin King. Van a revelarnos un poco más de su pasado, de su destino y de cómo se implicó en la vida de Colin el bueno de Alain (el ruso, no nuestro Laintxo). Unas páginas dibujadas a la limón por Koi Pham (Poderosos Vengadores, Jóvenes Titanes Renacimiento) en los números 14 y 15 y por Andrés Guinaldo (Red Lanterns, Batman Inc.) los 16 y 17. No me gusta mucho Pham, prefiero el dibujo de Guinaldo, mucho más apto y similar al del dibujo de Bernard, no desentona tanto.
En cuanto al dibujo de Diego Bernard (Generation Zero, Shadowman…) que considero que cumple bastante bien con su cometido. Sin ser un autor deslumbrante, el brasileño tiene un estilo adecuado para el cómic superheróico y sabe plantear unas composiciones de página atractivas, especialmente en las escenas de acción. Quien no falla en la serie es el colorista oficial, Ulises Arreola, valor seguro para dar ese aspecto tan uniforme a la serie a pesar de los cambios en los equipos creativos.
En definitiva, Ninjak 4: El asedio del Castillo King.
Otro arco argumental muy entretenido a cargo de Matt Kindt. Si bien, plantea una trama que puede llegar a quedarse corta con esta estructura de arcos argumentales de cuatro números. Se podría haber sacado mucho más provecho al hecho de borrar a Colin King de las bases de datos y su inclusión en las listas de criminales perseguidos. Podrían haber intentado hacer un Born Again, haberlo hecho falible y haberlo mostrado prácticamente por primera vez en lo que llevamos de serie, como alguien vulnerable y que no supera cualquier adversidad sin inmutarse. Supongo que desde la editorial no lo han considerado oportuno y lo han dejado en otra aventura más del personaje, lo cual es válido porque de hecho funciona muy bien y, una vez más, te bebes el tomo en un rato.
Lo mejor: La trama principal. El personaje detrás de todo, me parece un villano muy interesante y con posibilidades.
Lo peor: La sensación de que podían haber hecho una historia mucho mayor con esta misma premisa.
Para seguir disfrutando de Ninjak. Para ver otra película diferente dentro de la misma serie. Para seguir descubriendo a Diego Bernard.
