¡El regreso del dinámico equipo formado por Ms. Marvel y La Chica Ardilla, con Miles Morales, Inferno y America Chavez como nuevas incorporaciones! Y quizás pienses que éste es un equipo imbatible, pero pronto verán un serio desafío… en forma de una invasión de caballeros en relucientes… ¿coches?
Vamos a decirlo alto y claro: las series de cómic y dibujos animados creadas con el único objetivo de vender muñequitos suelen ser basura. Puede que algunas hayan pasado a la posteridad por mostrar algo de calidad, como pudieran ser la Secret Wars originales, o Transformers y Masters del Universo si nos vamos a la televisión, pero la mayor parte de ese material promocional (porque es lo que era) es morralla. Hay series de este tipo que tienen muy claro el público al que van dirigidas, como son las Super Hero Girls, con un público objetivo infantil de entre 6 y 12 años, y no las saques de ahí. Pero otras pretenden ampliar el abanico de su target, o bien disimularlo, y es cuando el batacazo es precisamente más doloroso. Por desgracia, este Marvel Rising no es una excepción. Las muñecas de Marvel Rising parecen ser la respuesta de Marvel a las Super Hero Girls, que a su vez fueron una descarada copia de las Monster High, que a su vez… Nos tendríamos que remontar a las muñecas hechas con trapos y ojos de botón para cerrar esta discusión, pero ojo, no estamos diciendo que sea malo vender muñecas de personajes de cómic, ni siquiera que sea malo promocionar esas muñecas con tebeos o dibujos animados. El problema es cuando la calidad de esos tebeos es tan baja que, si bien ayudan a vender muñecos, puede conseguir que a su público objetivo se le quiten las ganas de leer tebeos para siempre.
Dijo Sana Amanat, Vicepresidenta de Contenido y Desarrollo de Personajes de Marvel Comics, «Marvel Rising es la nueva generación de héroes Marvel para la nueva generación de fans Marvel». No sé hasta qué punto estaba siendo sincera o cuánto de esta declaración era postureo, pero la última vez que alguien dijo algo parecido fue en los 90, y todos sabemos qué héroes salieron de ahí. El primer volumen de Marvel Rising, Secret Warrriors, salió publicado en España hace poco más de un año, y adaptaba la película animada para televisión del mismo nombre. La peli no era muy allá pero el cómic, gracias al buen saber hacer de tres guionistas muy duchos en estas lides (G. Willow Wilson, Ryan North y Devin Grayson), salió airoso del trance. Para esta continuación, Marvel le ha encargado una historia a Nilah Magruder (Buffy The Vampire Slayer), ilustradora y escritora de cuentos infantiles y novelas para jóvenes, que hace lo mejor que puede para dar voz a estos personajes, resultando completamente insuficiente.
Y es una lástima, porque tenemos aquí un grupo formado por fan favorites de los preadolescentes como son la Chica Ardilla, Ms. Marvel, América Chavez, Miles Morales e Inferno (nombre de pila, Dante, así los estadounidenses que cojan la referencia se podrán dar palmaditas en la espalda), protagonizando una historia que roza el absurdo desde la primera página: los protagonistas van a visitar la universidad donde estudia Doreen Green (alter ego de la Chica Ardilla) para ver en qué se quieren matricular. ¡Y lo hacen vestidos de superhéroes! Vamos, ideal para no llamar la atención. Y quiere el azar (o la impericia de la guionista) que en ese momento unos adolescentes poseídos decidan a montar una justa medieval a bordo de coches. Junto a la universidad. Donde están los protagonistas reunidos. Ya vestidos de superhéroes. Y Temblor aparece casualmente justo en el momento en que el guion lo requiere. Por supuesto, todo esto después de desperdiciar valiosas páginas del tebeo visitando la universidad, explicando algunas de las carreras y dejando manifiesto que algunos de los chiquillos aún no saben qué quieren estudiar. ¿Se supone que estas páginas sirven para algo? ¿Se pretende dar algo de profundidad a los personajes? ¿Estamos ante una historia que se resuelve en dos grapas y que había que alargar a cinco de alguna manera? Luego aparece Morgana Le Fay, que está triste porque los humanos son malos, y contaminan los ríos, y tal y cual. Ni de lejos la misma Morgana que se las hizo pasar canutas a los mismísimos Vengadores a finales de los 90. Pero aquí la derrotan con el poder del diálogo, la amistad y la compasión.
Afortunadamente, el dibujo obtiene un aprobado alto y compensa un poco el desastroso guion. Aquí se alternan las páginas Roberto Di Salvo (2020 Force Works), que entintó el volumen anterior, y Georges Duarte (Jennifer Walters: Hulka, Marvel Rising). Ambos dibujantes parecen idóneos para ilustrar una historia de este tipo, puesto que se limitan a hacer composiciones de página sencillas, sin aspavientos ni alardes de virtuosismo. Eso sí, en algunas páginas hay unos fallos de raccord de manual, más concretamente de saltos de eje en planos consecutivos, que desconcentran al lector veterano, si bien pueden pasar desapercibidos para lectores más jóvenes y menos avezados. Por otro lado, Marvel sigue usando la misma publicidad engañosa que en el tomo anterior. ¿Capitana Marvel y Ghost Spider en la portada? ¡Pero si ni siquiera aparecen en ninguna viñeta de este tebeo! ¿Todo vale para vender tebeos? Perdón, reformulo la pregunta: ¿todo vale para vender tebeos para vender muñequitos? Al parecer sí, habida cuenta del tirón comercial que todavía siguen teniendo entre la chavalería Gwen y Carol Danvers gracias a sus respectivas películas.
Creo que no soy el únco que esperaba algo más de este Marvel Rising: ¡Heroínas de la mesa redonda!, después del buen sabor de boca que me dejó el anterior volumen, y mi poco disimulada devoción por la Chica Ardilla. Tras el cierre de su colección regular con tan buenas críticas, uno esperaría que sus siguientes intervenciones tuvieran algo de la chispa que mostró en ella. El final de este tomo abre una puerta a la esperanza dejando caer el nombre de Guerreros Secretos como posible título de una nueva colección con este grupo de personajes, olvidando la guionista, tal vez, que ya hubo un grupo con ese nombre en el que ya coincidieron Ms. Marvel, Temblor e Inferno. Veremos qué nos depara el futuro. Entretanto, se acercan las Navidades, y habrá que empezar a pensar en comprar muñequitos.