A lo largo de los tres años que estuvo saliendo El Inmortal Hulk de Al Ewing, además de los cincuenta números de la serie regular salieron varios especiales periféricos, de ampliación de la historia o de participación, quizás tangencial, en eventos varios de la editorial. Cuando Panini editó esta serie en grapa, fue intercalándolos en su lugar cronológicamente correspondiente, de la misma forma que aparecerán en la edición Deluxe cuyo primer tomo salió hace unos meses. Pero la edición Marvel Premiere mimetiza los trade paperback originales de Marvel Comics, hasta en títulos y portadas, y como donde hay patrón no manda marinero, Panini ha replicado los contenidos de los once tomos en los que fue recopilada la colección al otro lado del charco, el último de los cuales, llamado aquí Apócrifo, incluye los especiales en cuestión.

Al poco de empezar El Inmortal Hulk, se fue corriendo la voz de que posiblemente era la mejor etapa del Coloso Esmeralda desde que Peter David dejara la serie décadas atrás. Eso hizo que una buena cantidad de gente se lanzara a por los números atrasados, agotándose alguno de ellos al poco. Pero en esta época (recordemos, finales de 2018) aún no existía la línea Marvel Premiere, por lo que había que esperar a una hipotética reedición futura para poder leer el título completo. Como un año después, Panini UK lanzó una reedición en cuatro volúmenes en tapa blanda, que fue el formato que aprovechamos los lectores que no conseguimos las grapas y tenemos un cierto control del inglés. Un año después del primer ómnibus británico, Panini España presentó los Marvel Premiere, pero tampoco era cuestión de andar cambiando de formato e idioma. Eso sí: llegada a su fin, la edición UK sólo incluyó dos de los especiales que mencionábamos al principio, motivo por el que este Apócrifo es una compra imprescindible para los que nos hicimos con los cuatro tomos en inglés.

El contenido de este tomo es tan variado como cuestionable en algunos momentos. Pero, de nuevo: la programación de contenidos es la planteada por Marvel Comics, por lo que a Panini España poco se le puede tirar en cara al respecto. Y precisamente, el tomo abre con el material más cuestionable: dos de los cinco números de Los Defensores: La mejor defensa, una serie en la que cada uno de los miembros del grupo protagonizaba un especial, cuyas tramas confluían en el último. Tenemos aquí sólo el especial de Hulk y el de los Defensores. El primero muy bien, el segundo… nos quedamos con la sensación de no estar entendiendo la mayoría de lo que pasa.

Seguimos con el tie-in de El Inmortal Hulk con Matanza Absoluta. Es un número espectacularmente bien dibujado por Filipe Andrade, con un planteamiento de introspección psicológica que tanta importancia ha tenido en esta etapa. Lo mejor de todo este tebeo es que se puede leer tranquilamente sin haber seguido ni el Veneno de Donny Cates ni el evento en cuestión.  Algo parecido ocurre con el tie-in de Rey de negro, dibujado en este caso por un siempre bienvenido Aaron Kuder, con un extraño cuento navideño, simpático en unos momentos, dramático en otros, contado de forma totalmente muda.

Un material que los lectores clásicos y fieles del personaje ya conocerán es El Inmortal Hulk nº0. Unas breves páginas de interludio y presentación sirven para justificar, a modo de flashback, la reedición de The Incredible Hulk 312, de Bill Mantlo y Mike Mignola, y The Incredible Hulk -1, de Peter David. Estos dos números son claves para la definición del papel de Brian Banner en los traumas de Bruce, uno de los temas centrales de El Inmortal Hulk. Y de forma paralela y familiar, tenemos el especial de La Inmortal Hulka, donde Brian también tiene una cierta importancia, y se nos cuenta de una forma algo más explícita la justificación de la inmortalidad (vale, no es exactamente inmortalidad) de la familia Gamma.

El último número incluido es Tiempo de monstruos, en el que Ewing se limita al argumento, siendo el guion final de Alex Paknadel (Duende Rojo), con arte de Juan Ferreyra. En la línea de los Vengadores de la Prehistoria de Jason Aaron (con el primer Puño de Hierro o el primer Jinete Fantasma), en estas páginas tenemos un vistazo a lo que, según el propio guionista, es el primer Hulk de la historia, dejando caer que la figura de Hulk es también un punto fijo de la humanidad.

Cierra el tomo con unas páginas de ¡Alerta!, donde vemos una sesión de terapia entre Doc Samson y una de las voces que hay dentro de la cabeza de Bruce Banner.

Por mucho que esté formado por especiales independientes, Apócrifo no es un tomo que sirva de aproximación al Inmortal Hulk. Cualquiera que no haya leído esta serie se va a encontrar perdido ante la mayoría de lo que se cuenta en estas páginas. Es un perfecto complemento/epílogo a la serie principal, recomendable, aunque no imprescindible, para los que han leído los diez tomos anteriores de Marvel Premiere. Y para los que compraron los Omnibus de Panini UK.