Una de las más legendarias historias autoconclusivas protagonizadas por Daredevil. Descubre el debut y la historia trágica de Elektra Natchios. El amor olvidado de Matt Murdock se convirtió en la peor asesina a sueldo. Edición especial con extras.
Dudo que Frank Miller imaginara, cuando creó al personaje de Elektra a finales de 1980 para el ahora mítico Daredevil 168 (con fecha de portada enero de 1981), lo hondo que calaría el personaje entre el público, y la extraña carrera editorial que tendría en el futuro. Elektra fue creada con el objetivo de matarla: un personaje del pasado de Matt Murdock que volvería a aparecer en el mundo oscuro y criminal de Daredevil. El primer gran amor de Matt aparece reconvertida en asesina ninja a sueldo, una profesión que la estricta moral de Matt (fruto de su educación católica) no puede consentir. Así pues, su mayor amante es ahora también una de sus más mortales enemigas. Miller no sólo creó un personaje dotado de un extraordinario carisma (y físicamente basado en la entonces muy popular culturista Lisa Lyon), sino que le proporcionó un cosmos fascinante: entrenamiento ninja, Stick, La Mano, además de un nombre a juego con el trauma que la alejó para siempre de Matt, la muerte de su padre.
Este número de presentación tuvo a Frank Miller como autor completo, y ya para entonces había dado muestras de su muy buen hacer. El Daredevil 168 no sólo presenta a Elektra en la página 4, sino que en sólo 22 páginas te cuenta su origen, su historia de amor juvenil con Matt y el entorno criminal que implica su reencuentro. Un incomparable ejercicio de concisión narrativa, muy del uso en la época y algo inaudito hoy en día. El caso es que el Miller que escribe y dibuja este número está en plena madurez creativa: como dibujante había alcanzado unas cotas que lo habían situado entre lo mejorcito de la Casa de las Ideas, merced a una narrativa funcional y extremadamente clara, con páginas de entre 4 y 14 viñetas y ni una sola splash-page, tan del gusto de los autores de hoy. Los encuadres de las escenas están perfectamente escogidos y, teniendo este cómic más de género negro que de superhéroes, a veces da la impresión de estar viendo una película de detectives de los años 40, con su héroe herido y la femme fatale de turno.
Frank Miller se opuso enérgicamente a que Marvel Comics pudiera disponer de Elektra a voluntad, de modo que tras la muerte de ésta a manos de Bullseye, y su resurrección en el Daredevil 190, se ocupó de volverla a matar en Elektra Lives Again, esta vez incluso con fuego de por medio. Sin embargo, esta muerte aparentemente definitiva del personaje no fue tomada en serio por la editorial, tal vez al haber sido publicado el cómic dentro de la línea Epic, entendiendo así que era una historia alternativa, fuera de continuidad, o sencillamente un sueño de un Matt Murdock trastornado. Sea como fuere, Elektra permanecería durante muchos años más en el Universo Marvel, tanto en solitario como miembro de los Thunderbolts y, más recientemente, de los Salvajes Vengadores. Imagino que Miller no estaría muy conforme con el derrotero editorial de su creación, pero al ser el personaje propiedad de Marvel, poco margen de acción tendrá. De todas maneras, Elektra fue uno de los grandes personajes creados en la década de los 80, y uno de los que mejores cómics ha protagonizado, no sólo su etapa en la colección de Daredevil (recopilada después en cuatro tomos en formato prestigio titulados Elektra Saga), sino también la mencionada Elektra Lives Again y la novela gráfica Elektra Asesina, de Frank Miller y Bill Sienkiewicz.
La edición Facsímil de Panini de este mítico Daredevil 168 cuenta con una portada semirrígida, de mayor gramaje que un cómic en grapa normal, pero menor que la de un tomo prestigio, y las 22 páginas del cómic original, amén de las portadas de los Daredevil 167 y 169, que fueron las que ilustraron la edición española del cómic, dividido en los números 5 y 6 de la colección de Cómics Forum. Un artículo de Julián Clemente que relaciona el personaje con el mito de Electra (sí, en castellano se escribe así) y una breve biografía de los autores Frank Miller y el entintador Klaus Janson completan este tebeo, que reproduce incluso la errata de la portada en el nombre del personaje. Daredevil 168 fue un cómic icónico en muchos aspectos, tanto por la presentación de uno de los personajes más adorados por los fans como por la sensacional calidad narrativa y gráfica que despliegan sus autores. Una pieza de coleccionista única.