Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

La vieja guardia. Libro Uno: Abriendo fuego

La vieja guardia. Libro Uno: Abriendo fuego
Guion
Greg Rucka.
Dibujo
Leandro Fernández.
Tinta
Leandro Fernández.
Color
Daniela Miwa.
Formato
Rústica, 184 págs, color.
Precio
19€.
Editorial
Norma Editorial. 2019.
Edición original
The old guard Vol. 1 #1-5 (Image).

Quince años después de coincidir en la serie Queen & Country, los autores Greg Rucka y Leandro Fernández volvieron a unir fuerzas en un nuevo proyecto. Se trataba de una serie cuyo primer arco argumental estaba planteado como una miniserie de cinco números que en EE. UU. vieron la luz en el año 2017. En lugar de hacer una serie regular, la plantearon en miniseries de pocos números pero de una extensión mayor de la habitual. Así, en La vieja guardia. Libro Uno: Abriendo fuego tenemos esos primeros cinco números de unas 35 páginas cada uno, donde se nos presenta la primera historia con estos personajes. El pasado diciembre, dos años después de este primer arco que vemos ahora en España publicado por Norma, ha comenzado la publicación de la segunda miniserie: The old guard. Chapter two: Force multiplied.


La premisa de la serie es la de un grupo de mercenarios: Andy, Nicky, Joe y Booker, que tienen la peculiaridad de ser inmortales. Son individuos con la peculiaridad de que no pueden morir, y que cuando aparece otro más como ellos, tienen una especie de sueño que les anuncia la aparición de su semejante. Así, sienten la aparición de Nile, una nueva inmortal, a la que intentarán reclutar mientras siguen realizando misiones por todo el mundo. El conflicto surgirá cuando alguien comience a sospechar de la naturaleza de este grupo…

La historia, tras la lectura de la sinopsis, puede no resultaros especialmente original: una suerte de Los Perdedores de Andy Diggle cruzada con Los Inmortales.  Pero, al igual que comentaba con Black Magick, Greg Rucka suple con creces esa falta de originalidad de la premisa con un guión sólido y un planteamiento y desarrollo de la historia en los que sí destaca sobre otras historias. En esta ocasión, uno esperaría una serie en la que la acción sea la excusa para ir contando con detalle la historia de cada uno de los integrantes del grupo y de cómo se conocieron. Pero no, Rucka comienza con el grupo formado, y da los detalles justos, sin necesidad de contar más que lo imprescindible. Una vez más, elige a un personaje femenino poderoso que lidera al resto del equipo. Y ese es el otro fuerte de Rucka, la creación de personajes. Si bien estamos acostumbrados a esos personajes femeninos poderosos, me gusta mucho el resto del equipo: Nicky y Joe, con esa dinámica tan interesante entre ellos; Booker, con muchas capas de lectura sobre su personaje; y Nile, ese segundo personaje femenino que deja entrever un potencial en el futuro, pero que no cuenta con la experiencia de Andy.

Tan solo me ha fallado un poco el cierre de la historia, con algún truco algo predecible y un desenlace que, en mi opinión, carece de esa satisfacción que merece la frustración del resto de números. Generalmente, cuando ves al villano dominar durante la gran parte de la historia, uno espera un desenlace en el que el karma devuelva al malvado toda esa maldad mostrada hasta ese momento. No obstante, es un desenlace correcto, y que deja ganas de leer nuevas aventuras en las que ver a estos personajes en una situación radicalmente diferente.


En cuanto a Leandro Fernández, hacía tiempo que no leía nada suyo, posiblemente desde su Punisher: Max. Fernández nunca ha ocultado su influencia por su compatriota Eduardo Risso, pero nunca había mostrado tanto esa influencia como en esta serie, con un tratamiento de la luz muy potente, y que muestra un esfuerzo por explorar nuevas vías de mostrar ese contraste entre luces y sombras. Utiliza recursos que me han resultado bastante llamativos como el uso de los espacios en blanco para mostrar rayos de luz, sin delimitar el trazo, o el fundido a blanco de la primera muerte de Nile dentro de una misma viñeta. Pero el dibujo de Fernández se ve potenciado y complementado por el color de Daniela Miwa, con unas paletas muy contenidas, con tendencia a la monocromía que sirven tanto para ambientar como para centrar la atención exclusivamente en la acción.

La serie ha sido vendida a Netflix, a la que vamos a tener que agradecer el trampolín de popularidad que nos permite ver muchas de estas series en nuestro país. Recordemos que esta serie fue publicada en 2017… La adaptación está planeada para estrenarse en 2020 y cuenta con la participación de Charlize Theron en el papel de Andy y de Chiwetel Ejiofor en un papel, aún sin concretar.

Rucka está haciendo grandes series en Image, aunque sin duda se ven lastrados por su irregularidad. Lazarus ha sido la más cuidada, aunque tiene parones de vez en cuando (ahora termina el año de sequía y por fin vamos a poder leer Risen, lo nuevo de la serie); Black Magick ha necesitado tres años para ver publicados once números en los EE.UU.; y esta misma La vieja guardia llevaba dos años parada y algo me dice que de no ser por su venta a Netflix, la espera podría haber sido mayor.


La vieja guardia. Libro Uno: Abriendo fuego
es una serie que garantiza el saber hacer de un guionista sólido como es Greg Rucka, y que nos trae personajes bien construidos, una trama de acción bien desarrollada y que encima cuenta con uno de los mejores trabajos hasta la fecha de su dibujante, el argentino Leandro Fernández, que nos hará recordar al mejor Eduardo Risso con su tratamiento de la iluminación de la historia.

Lo mejor: Cómo, una vez más, Rucka convierte una historia convencional en algo muy disfrutable. La evolución de Fernández y lo bien que se complementa con la colorista.

Lo peor: Si solo te interesa la historia, y no te detienes a disfrutar de todos sus aspectos, puede parecer un pastiche de otras historias ya vistas o leídas.