Ocho meses después de la tercera entrega, ha salido a la venta el cuarto integral (de un total de seis) de La Mazmorra. En esta ocasión, todos los álbumes aquí recopilados pertenecen a Monstruos, la serie secundaria sin ubicación cronológica definida protagonizada por personajes secundarios de la serie, escritos por Sfar y Trondheim pero con artistas invitados diferentes en cada entrega. Vamos a ver qué nos encontramos aquí.
A diferencia de lo que ocurre en Zénit, Amanecer y Crepúsculo, en Monstruos no hay un hilo conductor, no hay una trama que continúe de un álbum a otro. Monstruos es una serie secundaria, cuya lectura no es imprescindible para comprender los acontecimientos de los tres ciclos principales, pero que da color al mundo en el que se desarrolla la historia y profundidad a los personajes secundarios, como ya vimos en el segundo integral con El desengaño, el número de Monstruos dedicado a Alexandra. Los números de esta serie tienen una doble numeración, el número propio de la serie y otro en el que se indica el momento cronológico en el que se ambienta relacionado con la serie troncal. Así, tenemos un número ambientado en el pasado remoto de la serie, mucho antes incluso de la construcción de la Mazmorra, tres ambientados en el entorno de Zénit, uno justo antes del principio de Crepúsculo y dos entre Zénit y Crepúsculo. No hay ningún álbum de la época de la juventud de Jacinto de Cavallère, porque todos los números de esta serie ambientados en aquella época aparecieron en el segundo integral junto con el ciclo completo de Amanecer.
El primer álbum de Monstruos, Jean-Jean, el terror, fue publicado originalmente en 2001, tan solo tres años después de Corazón de pato, el título con el que se presentó la saga. Por entonces, habían visto la luz tres álbumes de Zénit, dos de Amanecer, dos de Crepúsculo y dos de Festival. En este primer álbum se cuenta una historia protagonizada por Guillaume de la Cour, el poseedor de la Espada del Destino anterior a Herbert de Vaucanson, pero ese personaje no es el auténtico interés de lo que leemos. Lo que nos aporta realmente este álbum es el origen de la historia de Jean-Jean, el extraño monstruo que parece estar partido en dos mitades y conocimos en Corazón de Pato. Al dibujo está Mazan, que será el encargado de cerrar la saga.
Seguimos con El gigante que llora. Aquí vemos el origen del enorme ojo que el mago Alcíbiades utiliza para ver a distancia. Al igual que ocurre con la historia anterior, la primera aparición del ojo ocurre en Corazón de pato. Dibuja Jean-Christophe Menu en el único trabajo que tiene publicado en castellano, pero que lleva publicando en Francia desde los años 80. Una historia de lectura agradable que deja un poso triste.
Algarabía en la cervecería está centrado en Grogro, en una época posterior a Zénit en la que Jacinto aún está presente. Es un álbum simpático, de tono humorístico, pero quizás se le puede poner como pega que parece ser una colección de escenas inconexas. También es cierto que Grogro no tiene intelecto suficiente como para hilar pensamientos complejos o a largo plazo, sólo piensa en comer. Dibuja Yoann, autor al que hemos visto vinculado principalmente a las nuevas aventuras de Spirou.
Las profundidades es quizás el álbum más ajeno de todo el volumen. Ambientado en un nivel 75, anterior a Crepúsuculo, pero en una época en la que el Khan ya es el gobernante de la Mazmorra, tiene una ambientación subacuática que resulta fascinante. La única relación con la saga principal es la presencia de las criaturas submarinas moradas que vimos al principio de Crepúsculo y los soldados del Gran Khan. Dibuja Killoffer, otro autor que no tiene nada más publicado en castellano pero que lleva treinta años en el mercado francés.
Soldados de honor está ambientado justo antes de Crepúsculo, y estaba inédito en castellano hasta ahora. Quizás el álbum más experimental de la serie, es una historia muy dura centrada en dos soldados reptilianos de corte villanesco, sobre la obediencia, la aceptación de la muerte, el destino y la lealtad. La narración tiene lugar en cuadros de texto por encima del dibujo, al estilo de Príncipe Valiente, pero representando en este caso el monólogo interior de uno de los personajes. Dibuja Bézian autor de Doctor Radar o Bob Dylan Revisited, con un arte de trazo visceral ideal para la historia que nos cuenta.
El gran animador tiene un nivel -400 (300 niveles antes que Amanecer) y viajamos al pasado remoto del mundo de La Mazmorra en un título que no dejó indiferente a nadie cuando fue publicadao originalmente en 2007. Aquí vemos como una ciudad medieval llamada Villapato cambia su nombre por Ducado de Vaucanson, conocemos la historia de Isidoro, otro portador anterior de la Espada del Destino, presenciamos el origen de los autómatas… Es un álbum en el que se nos da mucho trasfondo de este mundo pero con una narración un tanto aséptica. Dibuja Bézian con un estilo inusual para esta serie en el único título que tiene publicado en castellano.
Terminamos con El grimorio del inventor, ambientado en la época Zénit. En esta historia conocemos al Profesor Cormor, que busca el grimorio de Julien de Vaucanson. Vemos también qué ha sido de los autómatas que hicieron acto de presencia en el pasado lejano dela historia anterior. Dibuja Keramidas (Luuna, Leyendas de Troy) con un estilo cartoon a lo Disney que le sienta francamente bien a la historia.
La sensación que nos deja este integral es que Monstruos es una serie irregular. Que, al estar formada por historias dispersas, no tiene la coherencia argumental que sí tienen los otros cuatro ciclos de La Mazmorra, y el tono y el arte es muy variado. Aún así, nos encontramos aquí con joyas como Soldados de honor, pese a que otros de los álbumes sean simplemente correctos. De todos modos, los lectores habituales de la serie lo disfrutarán.
