Supe de la existencia de HMS Beagle, los orígenes de Darwin un mes antes de que saliera en castellano. A finales de abril, Iratxe le dedicó una entrega de su sección dominical 7 tortitas a los cómics sobre viajes. Uno de ellos estaba dedicado a un álbum francés que narraba una expedición por la costa de Sudamérica en la que participó un joven Charles Darwin y que acabaría sembrando las ideas que darían lugar a la Teoría de la Evolución. Ahora ya tenemos este interesante álbum en nuestras manos, y ha resultado tan fascinante como nuestra compañera prometía.

Podríamos pensar que en este álbum nos iban a contar cómo Darwin llega a enunciar su obra más conocida, pero aunque tiene que ver, no es exactamente eso lo que nos encontramos. Fabien Grolleau y Jéremie Royer nos presentan en estas páginas a un joven Charles Darwin que aún está buscando su lugar en el mundo. El Darwin de 1831, año en el que empieza el viaje del HMS Beagle, acaba de obtener un título en la Universidad de Cambridge en su camino a ser ordenado como Pastor anglicano. Pero este viaje, que estaba planeado para durar dos años y acabó durando cinco, serviría para abrir los ojos al futuro científico y hacerle reflexionar  sobre lo que se había encontrado durante este lustro.

En HMS Beagle, los orígenes de Darwin, los autores nos llevan de la mano junto al personaje protagonista en su viaje alrededor del mundo, presentándonos cómo se va encontrando con evidencias biológicas y geológicas de que el origen de la vida en la Tierra (y de la misma Tierra) no son como se concebían por entonces. Aún en la primera mitad del S. XIX había gente que aceptaba como válidos cálculos basados en textos religiosos, que databan la edad del planeta en unos seis mil años. Las evidencias geológicas que Darwin va encontrando prueban que ese número está totalmente alejado de la realidad, en la línea de otros científicos anteriores. Pero además, en las muestras de animales, vivos y muertos, que encuentra se aprecia que los animales se han ido adaptando a las condiciones de los territorios en los que viven. Ese proceso del que hay claras evidencias le llevan también a cuestionar los dogmas religiosos de la época, pero también a ponerse radicalmente en contra del racismo y la esclavitud habitual en la Corona Británica de la época.

No es esta la primera obra de Fabien Grolleau y Jéremie Royer publicada en castellano. En 2015, también juntos, pudimos ver Audubon, Sobre las alas del mundo, otra obra de carácter biográfico con espíritu divulgador, en esta ocasión sobre la vida y obra del ornitólogo y pintor John James Audubon. Estos autores tienen una clara intención de presentación de hechos para un público juvenil, con unos textos claros y concisos y unos dibujos eficaces, sin viguerías narrativas, sólo con la intención de apoyar visualmente la historia que nos están contando. Aún así, tiene momentos, especialmente en la representación de paisajes, en los que consigue cautivar visualmente al lector y transmitirle la sensación de estar inmerso en todo un mundo nuevo desconocido.

HMS Beagle, los orígenes de Darwin no es un libro de divulgación científica. No es ni siquiera un cómic orientado a un público adulto conocedor de la materia, sino más bien a lectores más jóvenes para mostrarles algo más de trasfondo de parte de lo que habrán leído en los libros de texto. Aún así, es una lectura amena que incluso lectores adultos pueden disfrutar.