Con respecto a Hellsing Edición Coleccionista 2.
Diversión.1.
Acción de divertir o divertirse.
2.
Actividad o afición que hace pasar el tiempo de manera agradable y sirve de pasatiempo.Frenético
[persona] Que tiene o muestra rabia, furia o enfado de manera exagerada.
2.
Que es propio de las personas frenéticas.3.
Que es impetuoso o violento.
Desde luego que Kohta Hirano, autor de Hellsing, sabe muy bien el significado de ambas palabras. Y es que en Hellsing es precisamente eso lo que encontramos: altas dosis de diversión y frenesí.
Llevo leyendo manga la tira de años, casi tantos como cómic americano, y esta es sin duda una de las creaciones más sinceras de las que he podido disfrutar. Hirano no te vende la moto con una historia profunda o más enrevesada de lo necesario. Para nada, él quería hacer un cómic divertido, macarra, cafre, sin complicaciones y eso es precisamente lo que ofrece Hellsing.
En este segundo tomo la trama sobre la guerra de facciones entre Hellsing, Iscariote 13 y Millenium avanza, ofreciendo grandes escenas de acción cargadas de gore de lo más bestia. Y es que poco a poco vamos conociendo el alcance de las habilidades del vampiro Alucard, así como las verdaderas intenciones de las organizaciones participantes en este conflicto.
Hellsing, diversión garantizada
En Hellsing encontramos todos los elementos de un buen Shonen de manual. Lo que no hay es erotismo de ningún tipo, lo que resulta curioso ante la poca falta de vergüenza del autor. Además hay que tener en cuenta que con anterioridad a esta obra ya había trabajado con el género Hentai en The legend of the vampire hunter, un manga de coleccionista (existen muy pocas copias) que casi puede considerarse un precedente de Hellsing por todos los puntos en común que existen. De hecho, los principales personajes de la obra que nos ocupa ya habían debutado de una forma u otra en trabajos anteriores del mangaka.
Hirano cuenta la historia que quiere contar y no se preocupa ni del rigor histórico de los hechos que referencia en las páginas de Hellsing ni de que sus personajes sean mínimamente realistas. Esos detalles sencillamente no le interesan, de hecho se mofa de ellos siempre que puede (solo hay que recordar que el propio autor afirma que las balas de las pistolas de Alucard son infinitas y por eso nunca se terminan). Está claro que Hirano se gustaba mucho así mismo cuando estaba trabajando en las peripecias de esta serie, se flipa con las escenas y por ello va aumentando el nivel de amenaza según van transcurriendo los episodios.
Su estilo de dibujo también ayuda a provocar esta sensación de frenesí que tienen las escenas de acción (algunas son tremendas set pieces sin apenas diálogos, que bien podrían formar parte de alguna de las mejores películas de John Woo), destacando sobre todo en algunos villanos debutantes en este volumen en la forma de asesinos a sueldo con cada una de sus habilidades especiales.
Una estructura muy de videojuego que para nada es algo casual. De hecho, uno de los fragmentos de este segundo volumen de la edición coleccionista de Hellsing tiene por nombre Elevator Action y, al igual que en el famoso juego de Taito de 1983, la estructura se limita a ir en un ascensor e ir cargándose a cuanto enemigo se pone por delante. Un juego simple y efectivo, al igual que Hellsing.
Elevactor Action, ¿inspiración o coincidencia?
Pero ojo, que simple no significa vacío. Puede que Hellsing sea una obra donde prima la acción y el humor (la relación entre Alucard y Seras Victoria da para más de una carcajada, sobre todo porque en esas páginas Hirano utiliza un estilo de dibujo mucho más desenfadado y caricaturesco), pero las fichas del tablero que dará forma a un conflicto inevitable entre Iscariote 13, Hellsing y Millenium van siendo puestas poco a poco en su posición a la espera de una explosiva confrontación que a buen seguro nos dejará a todos con los ojos abiertos.
Personalmente estoy deseando de que llegue a mis manos el tercer volumen, ya que la frase con la que se cierran las casi cuatrocientas páginas de este volumen dan a entender que el acto que acaba de terminar no es más que el prólogo.
Si queréis un buen manga de acción y aventuras (te miro a ti, One Piece) acercaos a Hellsing que no os vais a arrepentir. Además, la edición de Norma Editorial es preciosa, con esa encuadernación en tapa dura roja con tintas negras para las letras que le confiere un aspecto duro, sobrio y espectacular.
