La saga de Toyo Harada ha terminado. Acabamos de asistir al fin de lo que empezó con Harbinger, pero es aquí, en Harbinger Wars, donde se ponen los cimientos de lo que llegaría en Imperium, que culminaría con Vida y muerte de Toyo Harada.
Harbinger Wars es el primer gran crossover del universo Valiant moderno y une los destinos de Toyo Harada y su grupo con los de Bloodshot, si bien son otros muchos los jugadores que tendrán su papel en estas páginas. Originalmente, Harbinger Wars era el título de un arco de la serie Timewalker en aquella Valiant primigenia de los 90. Asistíamos a un futuro distópico con dos facciones de psiots enfrentadas, algo así como una especie de Días del futuro pasado de Harbinger, pero la verdad es que poco tienen que ver estas modernas Harbinger Wars.
En estas Harbinger Wars partimos con un grupo de jóvenes psiots a los que el Proyecto Espíritu Renacido, responsables de la creación de Bloodshot, mantiene encerrados y usados como armas en operaciones especiales. Todo se desatará cuando todos ellos queden libres tras un asalto del propio Bloodshot, vuelto ahora contra sus antiguos jefes. Con semejante cantidad de nuevos psiots en juego, Toyo Harada tendrá algo que decir, pero también el grupo de renegados liderados por Peter Stancheck que ya veríamos en el tomo anterior de Harbinger.
Todos estos jugadores terminarán confluyendo en un único punto en esta historia en cuatro partes: Generacion Zero, Los Protocolos Harada, H.A.R.D. Corps y la conclusión. Cada parte abarca un número de Harbinger Wars, uno de Harbinger y uno de Bloodshot, pero a diferencia de como estamos acostumbrados a ver en Marvel o DC, no siguen un orden secuencial, sino que se desarrollan simultáneamente, es decir, la historia se podría haber seguido sin problema con solo una de las series. Estas Harbinger Wars suponen un más que considerable esfuerzo de planificación y coordinación que nos da una lección de cómo hacer un crossover.
Aún así no deja de ser un historia que une a los equipos creativos de varias series y pese a que tampoco hay nada excesivamente discordante, es fácil ver (y más viendo sus trabajos posteriores en las franquicias que nos ocupan) que las visiones de Joshua Dysart y Duane Swiercynski miran a lados distintos. Se vislumbra ese juego de grises y de personajes ambiguos que luego dará forma al resto de la saga de Toyo Harada, pero aún le falta algo de depuración e incluso se advierte algo más torpe en manos de Swiercynski, quien es mucho más dado a los juegos de pasados oscuros, acción y planteamientos quizá más cercanos a otros universos superheroicos más convencionales.
Resultado desigual también tenemos en el dibujo, no ya tanto porque haya unos dibujantes mejores o peores que otros sino porque, como sucede habitualmente en los crossovers, la diversidad de estilos resta algo de coherencia a la historia. Nada que no veamos con frecuencia en otros sitios, pero que se echa más de menos cuando vemos un esfuerzo de hacer un evento diferente como éste.
Más allá de la historia y como está ejecutada, hay dos curiosidades más que envuelven a esta edición de lujo de Harbinger Wars. Por un lado, Este tomo nos sitúa en la parrilla de salida del momento en el que Medusa se hizo cargo de la publicación de Valiant, ya que tanto Generación Zero, como Harbinger Renegade, dos de la grapas inaugurales de Medusa, son spinoffs directos de esta saga.
Por otro lado, este tomo está de actualidad porque ha sido saldado tan solo dos meses después de su publicación y puede conseguirse a la tercera parte de su precio de portada en la web de Medusa Cómics, un movimiento incierto, pero que nos permite disfrutar por poco dinero de otro modo de hacer eventos superheroicos y pone algunos de los cimientos de la que más adelante podría ser la historia más potente que nos ha dado la Valiant moderna.
