Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Essex County. Edición integral

Essex County. Edición integral
Guion
Jeff Lemire
Dibujo
Jeff Lemire
Formato
Rústica con solapas. 24 x 17 cm. 512 páginas. B/N
Precio
25€
Editorial
Astiberri (Colección Sillón Orejero) . 2020
Edición original
Essex County: Tales from the Farm , Essex County: Ghost Stories y Essex County: The Country Nurse (Top Shelf)

Sin duda es muy injusto decirle a un autor que su primera obra es lo mejor que ha hecho y más si hablamos de alguien como Jeff Lemire, que sin duda es uno de los autores del momento. Centrándonos sólo en los títulos que ha publicado en España el año pasado, nos salen cosas como Black Hammer, Gideon Falls o Royal City y si nos vamos a los USA Sentient o Berserker Unbound nos ponen los dientes largos. Sin embargo, ha sido aprovechar la edición integral de Essex County que ha traído Astiberri para releerlo y caer de nuevo en la injusticia de la que hablaba al principio.

Essex County

El Jeff Lemire actual es sin duda un guionista más curtido, con más recursos, historias más ambiciosas y complejas y una mayor variedad de registros, pero por más que haya podido parir un un buen puñado de tebeos memorables, está por llegar una obra que nos toque tan adentro como lo hace Essex County.

Essex County recopila los tres tomos originales más algún extra recalcando de algún modo la sensación de unidad, de escenario compartido y de vidas cruzadas que tal vez podía quedar un tanto más diluido en su edición original dividida. Essex County es el lugar donde Lemire nació y no hay duda de que hay un fuerte componente autobiográfico, pero no vemos a Jeff, sino a Lester, Lou, Anne, Jimmy y todos los demás. Sin conocer la vida de Lemire, es complicado saber qué es realidad y qué inventado en pos de la construcción de la historia, pero de lo que no hay duda es que el resultado es una ficción deliciosa. La fantasía escapista de un niño cuya vida sigue después de una gran pérdida, los fantasmas culpables de un viejo en sus últimos días y el empeño por cuidar de todo un pueblo de una mujer con una vida familiar frustrada. Esos son los tres hilos conductores, pero hay muchas más historias en Essex County. Lemire nos habla de las relaciones familiares, de las oportunidades perdidas, de su amor por los tebeos, de ese vacío aséptico con el que debemos vivir tras una pérdida, de la dificultad de comunicación entre generaciones… de todo lo que pueda suceder en el condado bajo la mirada de un viejo cuervo.

Essex County

En la propia introducción de Darwyn Cooke, éste lo compara de algún modo con otros abanderados de la historieta autobiográfica canadiense como Seth, Chester Brown o Joe Matt, pero por más que haya un cierto componente de historia personal, el tono y la intención de Lemire camina por sendas divergentes de las de estos tres. Nada que ver tiene el trabajo de Lemire en Essex County con el exhibicionismo descorazonador y retozante en la miseria de Brown o Matt. Si acaso podemos ver algo de esa serenidad contemplativa de Seth, pero prescindiendo de esa sofisticación un tanto presuntuosa de autor de Ventiladores Clyde. Lemire llega de una forma mucho más directa y primaria al lector, pero comparte esa habilidad para dibujar el silencio y creedme que para dibujar el silencio hay que hacer algo más que viñetas mudas.

Estamos ante una historia coral del ambiente rural del condado de Essex (Ontario) donde entramos en el día a día de la granja, el hockey y los dramas familiares en un lugar pequeño donde todo el mundo está relacionado. No sería extraño que Essex County pudiera haber servido de inspiración para otras obras de temática similar como Paletos Cabrones, pero donde la emoción en la obra de Aaron y Latour es un puñetazo en la boca del estómago, Essex County la hace flotar lánguidamente en el aire dejando que nos envuelva.

Essex County

En ese aspecto cabe destacar también el dibujo del canadiense. Si hemos leído otras obras dibujadas por él como Trillium, Un tipo duro o Royal City, ya conocemos su estilo feísta de figuras rígidas, trazo poco definido y rostros incómodos. En el caso de Essex County todos sus tics son muchos más exagerados y tal vez esa falta de depuración, la ausencia de grises o esos ojos que son solo un punto hundido en medio de un rostro grotesco sean puntos a favor para crear toda esa emoción que ondea el en aire de Essex.

Como decíamos al principio, puede que el cajón de los trucos del Jeff Lemire de aquella época pudiera quedar en ridículo en comparación con el de ahora, pero lo que Essex County nos deja entrever es que el cajón lleno del Lemire de entonces era el de las ganas de contar historias y esa pasión se transmite en esta obra como aún no ha conseguido comunicar en ninguna otra.