Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Batman: Nightwalker, de Stuart Moore y Chris Wildgoose

Batman: Nightwalker, de Stuart Moore y Chris Wildgoose
Guion
Marie Lu, Stuart Moore
Dibujo
Chris Wildgoose
Tinta
Cam Smith
Color
Laura Trinder
Formato
Rústica con solapas, 200 páginas, 23x15
Precio
14.95 €
Editorial
Editorial Hidra. 2020
Edición original
Batman: Nightwalker USA

Que DC está atravesando una temporada de cambios es algo que no se le escapa a nadie. Los cambios en la distribución, los despidos masivos, los cierres de colecciones y la apertura de nuevas líneas de mercado dejan claro que la situación actual no les convence y algo hay que hacer. De todas las iniciativas recientes, una de las que mejores críticas ha recibido ha sido la creación de una serie de líneas para lectores más jóvenes, formada por obras en tomos autoconclusivos y apartadas de la sacrosanta continuidad que tanto valoran los lectores más veteranos y más echa para atrás a los potenciales nuevos lectores. Así, en 2018 debutó DC Zoom (posteriormente renombrada DC Graphic Novels for Kids), orientada a un público entre 8 y 12 años, y en 2019 llegó DC Ink (ahora, DC Graphic Novels for Young Adults), para lectores entre 13 y 18 años. Dentro de esta última han visto la luz Teen Titans: Raven o el éxito en los Eisner Harley Quinn: Cristales rotos. Y hoy vamos con la tercera novela gráfica de este sello editorial que nos llega de la mano de Hidra, Batman: Nightwalker.

batman nightwalker pg1

Quizás los dos mayores aciertos de DC Graphic Novels for Young Adults han sido prescindir del lastre de la continuidad como ya hemos mencionado y contratar a autores que conecten mejor con el público más juvenil. Así, tenemos por aquí autores como Kami Garcia (Hermoso final, La legión de la paloma negra), Leigh Bardugo (Sombra y hueso), Marieke Nijkamp (Balas en la pizarra) o Alex Sánchez (Rainbow boys), que son nombres que no sonarán absolutamente de nada al lector de cómics medio pero son superventas en el campo de la literatura Young Adult. En este caso, Nightwalker no está escrita directamente por ninguno de estos autores, sino que es la adaptación a cómic de la novela homínima escrita por Marie Lu, publicada en DC Icons, otro de los múltiples sellos de los que hablábamos. Marie Lu, por cierto, también está entre los autores superventas orientados al público juvenil, para el que ha publicado la saga Legend o El reino del revés. La adaptación al medio del cómic corre de la mano del veterano Stuart Moore en los guiones y Chris Wildgoose a los lápices, al que ya hemos visto en otras obras orientadas a este público, como Academia Gotham o la Batgirl de Burnside post-Renaciemiento.

¿Y qué nos cuenta Batman: Nightwalker? Dejémoslo claro: no es una historia de Batman. De hecho, la única vez que se ve la palabra Batman es en la portada, y con el icónico logo pasa exactamente lo mismo. Nightwalker es una historia protagonizada por Bruce Wayne con los dieciocho años recién cumplidos, convertido ya en un billonario pero sin haber encontrado aún su lugar en el mundo. El manto del murciélago no es aún ni una idea de futuro, pero está claro que a este joven Bruce las injusticias ya le hacen hervir la sangre. La historia tiene lugar en un momento en el que Gotham está sufriendo los ataques de un grupo pseudoterrorista conocido como los Nightwalkers, una mezcla entre Anonymous y Robin Hood, que va asesinado ricos porque… bueno, un poco porque sí. El caso es que Bruce presencia una persecución policial a un miembro de este grupo y decide ayudar embistiéndole con su coche. Lo de tomarse la justicia por su mano tiene como consecuencia que le toca hacer servicios sociales en el manicomio de Arkham (what?), donde entrará en contacto con Madeleine, una interna perteneciente a este grupo, con la que establecerá una relación que en un primer momento recuerda a la de Clarice Starling y Hannibal Lecter.

batman nightwalker pg2

La relación que tiene esta historia con Batman es… prácticamente nula. Nos creemos que el protagonista es Bruce Wayne porque nos dicen que se llama así, pero no vemos aquí prácticamente ninguna de las señas de identidad del personaje. Vamos, que perfectamente podría haber sido una historia protagonizada por un personaje genérico al que metiendo cuatro nombres relacionados con los mitos de Batman le han dado una cierta relación con el icono que todos conocemos. Pero tampoco es que sea algo necesariamente negativo: ya hemos dicho que todas las novelas gráficas de la línea Joven Adulto están fuera de continuidad. Así que si te da la sensación de que este Batman no es el Batman que has leído toda la vida… es porque no lo es. No pretende ser un nuevo Regreso del Caballero Oscuro, sino más bien una puerta de entrada de lectores jóvenes al medio.

Y de la misma forma que decimos que aquí a Batman ni se le ve ni se le intuye, también hay que decir que Nightwalker es un cómic tremendamente  entretenido que se lee de una sentada. No es un cómic de acción, aunque tiene alguna escena que otra bastante trepidante, es más una historia de personajes. Los dos protagonistas están bastante bien caracterizados, y el resto, aunque sólo estén definidos con breves pinceladas, tampoco necesitan mucho más. La dinámica entre Bruce y Madeleine funciona, y aunque para un lector maduro puede llegar a resultar un tanto predecible -todo lo que aparece en la historia tiene un motivo de estar ahí-, no hay que perder de vista el hecho de que los cuarentones padres de familia no son el público objetivo de esta historia.

batman nightwalker pg3

De todos modos, aunque evidentemente un lector Joven Adulto disfrutará mucho más esta obra, hay que dejar claro que es una historia con un ritmo impecable, con un dibujo expresivo y dinámico cunado hace falta y bien construida, y que aunque los jóvenes lo van a pasar mejor con ella, los veteranos también pueden apreciarla teniendo claro lo que es desde el primer momento, aunque esté fuera de toda continuidad imaginable y no sea una historia de superhéroes al uso de las que llevamos décadas leyendo. Aunque tampoco es que eso debiera ser un problema para nadie, ¿no?