Se repite como un mantra que la comercialidad de los clásicos pre-Crisis de DC Comics es tirando a limitada. Que si ninguna editorial se ha atrevido a tener una línea estable con este material es porque no vende. Pero desde que hace ahora algo más de cinco años ECC Ediciones lanzó la línea DC Icons, inaugurada con El Cuarto Mundo de Jack Kirby, ya han salido dieciséis tomos. Varios de ellos han sido reeditados, y en lo que llevamos de 2022 ya han salido tres, con un cuarto programado para el mes de julio. Ya podemos decirlo: los clásicos de DC están aquí para quedarse. Vamos con la más reciente: El Hombre Murciélago, un tomo no centrado en una historia, ni en una serie ni en una etapa: es una colección de historias protagonizadas por Batman y dibujadas por José Luis García-López.
José Luis García-López es uno de los dibujantes más icónicos de la Bronze Age de DC Comics. Quizás no tanto por su producción de cómics, que para los casi cincuenta años que lleva trabajando para la editorial es más bien escasa, sino por la trascendencia de su dibujo a nivel popular. Como el propio autor nos contó en la entrevista que le hicimos en 2017, la mayoría de las guías de estilo de DC, en las que se basan casi todos los productos de merchandising, son suyas. Prácticamente cualquier camiseta, cuaquier estuche o cuaderno que veas con un dibujo genérico de Batman o Superman, está dibujado por García-López, o al menos basado en un dibujo suyo. Pero también hizo un buen puñado de cómics y portadas. A lo largo de toda su carrera no tuvo ninguna etapa larga que le convirtiera en un gran icono de los 70 y los 80, pero por sus lápices pasaron casi todos los personajes principales de la editorial, además de series más personales como Cinder y Ashe, Crepúsculo o Camino a la Perdición 2. Probablemente, de toda esta dispersa bibliografía, el personaje que más veces ha dibujado el autor español-argentino es Batman. En este tomo que acaba de editar ECC se recogen la práctica totalidad de cómics que dibujó del personaje.
Evidentemente, el principal tebeo de Batman dibujado por García López que echamos en falta en este tomo es el cruce con el Increíble Hulk, que no aparece aquí por motivos obvios. El otro que faltaría sería El reinado del terror, un Otros Mundos ambientado en la Revolución Francesa que ya publicó ECC en 2019. Por lo demás, tenemos aquí TODOS los números en los que el Murciélago era al menos coprotagonista que contaron con los lápices de este legendario autor. Así, tenemos varios team-ups, con Superman en World’s Finest o con Hawkman o Scalphunter en The Brave and The Bold, e historias en solitario en sus series clásicas, Batman y Detective Comics.
Tenemos también varios números en los que no aparece Batman, pero sí personajes de su entorno: un número de la primera serie del Joker, un team up de Robin y Batgirl en Batman Family y un par de números de DC Comics Presents con Superman de protagonista, compartiendo viñetas con Robin en uno y con el Joker en otro.
Y quizás, al margen de estas curiosidades, la parte más interesante del tomo es el tramo final, la que está relacionada con la serie de televisión protagonizada por Adam West. En tres números de Batman Confidential, Nunzio DeFilippis y Christina Weir introducen en continuidad al Rey Tut, un personaje aparecido en la mencionada serie. y en el último número, Len Wein adapta la propuesta de guión nunca filmada de Harlan Ellison para la serie, para un capítulo en el que se habría presentado el personaje de Dos Caras.
Lo que nos podemos esperar de las historias de los 70 y los 80 aquí inlcuidas, que suponen las tres cuartas partes del tomo, es exactamente el tipo de cómic que se hacía en esa época. Historias autoconclusivas, sin casi continuidad de unas a otras más allá de la evolución de los personajes, y pensadas para ser leídas en una grapa mensual. Como suele ocurrir con los recopilatorios de material de esta época, leer uno o dos números seguidos es muy agradable, pero pretender una maratón de este material puede llegar a hacerse un tanto pesado.
Lo que nos vamos a encontrar aquí son números publicados originalmente entre 1975 y 2014, en los que la única constante es el dibujante al que se dedica este extenso volumen. Un dibujante versátil, que es capaz de adaptarse sin problemas al espíritu de los tiempos, con un estilo clásico en los números de los 70 y los 80 pero mucho más actual en el material posterior al año 2000. Si bien es cierto que en el especial de Batman ’66 tiene un estilo más camp, adoptando el tono de la serie de televisión, su narrativa y acabados son mucho más actuales que la primera parte del tomo.
La realización del tomo es razonablemente correcta. Al margen de algún que otro error puntual de traducción, y de tres números reproducidos de Detective Comics en blanco y negro por la falta de materiales originales, no se le pueden poner más pegas.
El auténtico protagonista de este tomo es, sin ninguna duda, José Luis García-López, pero también podemos apreciar aquí la evolución del medio a lo largo de los casi cuarenta años que pasan de los números más antiguos al más moderno. Estamos ante un tomo que tiene un interés innegable, como muestra extensa de uno de los artistas más elegantes que pasaron por el género superheroico en la Edad de Bronce y como registro de la evolución del mismo a lo largo de las décadas.
