Siempre hay personajes que tienen una tumultuosa vida editorial. Aparecen casi por casualidad, calan entre el público mucho más de lo que se espera, y finalmente alcanzan la categoría de icono. Uno de ellos es el anti héroe de Marvel Comics Veneno. Poco se podían imaginar en la editorial que cuando el traje negro debutó en Secret Wars 8, se acabaría convirtiendo en un personaje como Veneno en las páginas de Amazing Spider-Man de David Michelinie y Todd McFarlane. Aquel personaje que nació, entre otros motivos, para que los artistas no tuvieran que dibujar todas las rayas del uniforme clásico, creció y creció en popularidad.
La trayectoria de Veneno es una carrera meteórica que no se le escapa a nadie. De ser un villano brutal, muy grim and gritty de los noventa, pasó a protagonizar una serie de miniseries concatenadas durante varios años. Esto no fue bastante, así que después llegaron los cambios de huésped (Mac Gargan, Flash Thompson…) y la complicación del origen. Al final resulta que el simbionte de Veneno pertenece a toda una especie denominada los Klyntar. También tienen a su propio Dios ancestral que bebe mucho de la literatura de Lovecraft… Por no hablar de que la cúspide de la fama le llegó en forma de una película protagonizada por Tom Hardy, que es una de las 100 producciones más taquilleras de todos los tiempos.
Con este percal llega Panini Comics decidiendo que es buena idea volver a editar la miniserie Veneno: Origen Oscuro. Digo volver, porque esta historia ya fue publicada en España hace más de un lustro en tapa blanda. En un tiempo en que ni Brian Michael Bendis ni Donny Cates habían complicado todavía la confusa vida del simbionte, fue Zeb Wells el encargado de rellenar todos los huecos, que como lectores, deseábamos ver rellenados en la trayectoria de Veneno. Zeb Wells es un viejo conocido de la franquicia arácnida: miniseries con el Doctor Octopus; etapas en Tangled Web, Spectacular Spider-Man; fue parte del Brand New Day post mefistazo…
A nivel artístico se contó con Ángel Medina, que realiza un trabajo soberbio. El veterano dibujante estadounidense tiene un estilo que mezcla lo grotesco con lo caricaturesco con gran efectividad. Además, tiene un especial talento para las expresiones faciales y una gran habilidad para las escenas de acción (que no os voy a engañar, son las menos en este tomo). A Medina le avala su trabajo en series como Spectacular Spider-Man o Kiss Psycho Circus, dos trabajos diametralmente opuestos que demuestran la versatilidad del ilustrador.
Los autores realizan un excelente trabajo empezando desde el principio: la infancia de Eddie Brock, ya que aunque el simbionte tiene una gran fuerza de “voluntad”, la personalidad del individuo al que se une también es determinante. Así pues conoceremos a Eddie desde que era un niño, veremos sus frustraciones, la relación con su padre y hermana (aunque esto ya no sea “así” según Donny Cates), sus primeros pasos en el instituto y la universidad… El Brock que nos enseñan es un mentiroso compulsivo, un niño (ya sea pequeño o grande) que necesita desesperadamente sentir la sensación de que es útil. Eddie tiene un ansia de reconocimiento que le hace mentir, engañar, robar o lo que haga falta con tal de salirse con la suya. Wells consigue que por momentos se te parta el alma con Eddie (cuando es pequeño, ya de mayor es otra historia), ya que lo único que busca es un poco de cariño y atención. Un trato que no conseguirá nunca de su familia, pues su madre murió en el parto y su padre le culpa en silencio por ello.
Zeb Wells realiza un trabajo de Continuity Cop digno de elogio. Poco a poco pasa de ir narrando fragmentos de la vida de Eddie Brock que nunca habíamos visto a ir intercalando su historia con otros sucesos más conocidos: Secret Wars, La muerte de Jean Dewolff y el caso del Comepecados, la visita acosadora a Mary Jane…Pero no temáis, no es un tebeo fanservice, es una historia que funciona completamente por sí sola, ayudando a que conozcamos mejor al alter ego de Veneno. Algo muy necesario para un personaje que ha contado con tantas idas y venidas.
Ahora bien, ¿merece la pena este tomo? Totalmente, es una de las miniseries que más me han gustado en los últimos años. Entiendo perfectamente la decisión de Panini de volver a editar la historia aprovechando el dulce momento por el que pasa Veneno, ya que es posible que en su primera intentona editorial pasara injustamente inadvertido.
