Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

¡Viñetas y… acción! 17: Ghost Rider de Mark Steven Johnson

logo viñetas y accion

¡Hola amiguitos! Una quincena más os traemos lo puto peor que ha parido Marvel en el cine. Somos masocas, lo sabemos, pero creemos que nunca se hablará lo suficiente de la sobreactuación nivel Dios de Nicholas Cage en Ghost Rider. Así que de nada, va para vosotros corazones.

2007 fue el año. Pasaron muchas cosas: hubo guerras, cambios de gobiernos, fallecimientos importantes… ¡Purria todo! Lo único destacable y que de verdad debería pasar a la historia es que por fin se estrenó  una película basada en un cómic con Nicholas Cage como protagonista.

El sobrino de Francis Ford Coppola es un friki como nosotros… bueno, como nosotros no, porque está forrado (aunque ahora Hacienda lo está a su costa). Su apellido artístico es Cage por Luke Cage, su hijo se llama Kal El Ford Coppola y además tiene un tatuaje del cráneo del Motorista Fantasma, ¿Esto le hace apto para un papel comiquero? Absolutamente no, porque parece que una vez pasados los noventa se le olvidó cómo actuar. Casi le vimos como Tony Stark, también pudo ser Bruce Banner, estuvo a un pedo de rata de ser Clark Kent, pero no, al final fue Johnny Cage.

Ghost Rider es una película mala, tiene un montón de faltas y muchas veces no hay por dónde cogerla (y con todo, es infinitamente mejor que la secuela), pero en parte el problema es Nicholas Cage, que está totalmente fuera de personaje, con unos implantes de pelo para parecer diez años más joven de lo que debería, sobreactuando y poniendo nervioso a todo el mundo, ya sea con ese gestito con el dedo que te señala y “eh, te está señalando Nick Cage, ya te puedes ir cagando de miedo” (pues no, no funciona), ya sea con sus muecas y su histrionismo (aunque hay que reconocer que la primera vez que se convierte en el motorista sí que le queda bien la escena). La verdad es que los 105 minutos de película podría haber sido la misma toma en bucle y habríamos ganado con el cambio.

“Dirige” y “”””escribe”””” Mark Steven Johnson, director de Daredevil y productor de Elektra. La historia es salvable, pero el guion está lleno de agujeros y de chorradas. La mayoría afectan al protagonista, que no fuma ni bebe, pero se zampa copas de cocktail llenas de caramelos. Ni siquiera cuando Johnny Blaze hace el pacto con Mefistofeles (olvidad al Mephisto de los cómics) lo hace consciente, firma el contrato por error. Encima de macarra de pacotilla, nos ha salido un poco gilipollas. Lo mejor de todo es que de todas las opciones para el papel de Blaze, la de Cage es casi la mejor, porque otros actores pretendidos fueron Johnny Depp y Ray Liotta.

Siendo francos, la película no empieza mal (curiosamente presenta el logo de Marvel knights), con una larga intro que presenta la mitología del jinete fantasma en el pueblo de San Venganza, que al final será el leiv motiv de la película: Conseguir el contrato por el cipotal de almas del pueblo con el que Blackheart (olvidad también al Blackheart de los comics) asaltará el infierno y ese tipo de mierdas.

La película nos presenta un par de escenas molonas: la sacada de chorra de Johnny Blaze saltando con su moto sobre un montón de helicópteros, las escenas en las que sale plenamente el motorista y corre con su moto en llamas por todos lados, ya sea el agua o las paredes de los edificios (ambas muy conseguidas), y el efecto de las cadenas o de su mirada de penitencia. Todo esto mola, pero joder es que se gastaron 110 millones, en principio iban a ser tan solo 70, pero metieron más para coc.. digo para rodar más escenas. Sin embargo, una vez has visto la película, piensas “¿110 millones para esto?” Cómeme los huevos Columbia. Que dinero más tirado a la basura.

Hay un dicho que dice: “ a un héroe le definen sus villanos”. Si lo aplicamos a la película, Ghost Rider es el peor héroe de la historia, porque sus villanos son una broma. Mefistofeles es Peter Fonda, que viene a ser un señor mayor con un abrigo molón y que más que el diablo parece el cobrador de la SGAE, apareciendo siempre cuando menos te lo esperas y queriendo cobrar por cosas que no debería. Peor es Wes Bentley, el pajillero de American Beauty, que hace de Blackheart en modo pitufo, porque básicamente el villano que nos encontramos es el actor con la cara azulada. Para el infame recuerdo quedarán los ocultos, tres demonios que representan el viento, la tierra y el agua y que más que malos, parecen los extras de un clip de Tokyo Hotel, andan en forma y posan con posturitas. Puta mierda todo.

Tampoco hay mucha suerte con los secundarios. Eva Mendes hace de florero de turno y a la pobre, por accidente, los chicos de vestuario le dan camisetas y blusas dos o tres tallas más pequeñas (seguro que fue por accidente, no me cabe en la cabeza otra causa). También nos encontramos con un joven Donal Logue como Mack (Logue es el actor que da vida Harvey Bullock en la serie Gotham, aquí todavía no se había comido a si mismo). Por último tenemos a Sam Elliot, que siempre es un gustazo, interpretando a Carter Slade, que también se convierte en jinete fantasma, una sola vez y para montar a caballo y salir en una escena junto a Cage. Una chorrada, pero al menos me sacó una sonrisa.

Mira que era difícil hacer una película mala de Ghost Rider, ya podrían haberse limitado a copiar el desarrollo de Blade y listo. Un personaje que era bastante icónico y que presenta un buen diseño de Kirk Petruccelli y unos efectos especiales competentes de Angelo Sahin pero se queda cojo por el resto del filme. La banda sonora de Christopher Young es meramente funcional y carece de intensidad y emoción, aunque al menos tenemos la suerte de disfrutar del Crazy Train de Ozzy Osbourne.

Su producción tampoco fue sencilla y su estreno se demoró varias veces porque rodaron más escenas con efectos especiales. El personaje formaba parte de un acuerdo con la productora independiente Skyline, que tenía los derechos del Motorista, de Morbius o del Caballero Luna (se rumoreó en su día que Michael “Spawn” White sería Marc Spector). Finalmente y viendo cómo películas de personajes de terror de los 70 como Howard el Pato o Man-Thing habían funcionado tan bien, pues tuvimos la suerte de contar con Ghost Rider.

Existe un montaje con minutos extra, pero no me he atrevido a verlo y según tengo entendido no es gran cosa. También hubo una aciaga polémica porque Gary Friedrich reclamó royalties a Marvel y perdió. Destacar que se condenó al autor a pagar una multa y de poco sirvió el atenuante de estar sin techo. Mal, Marvel, mal.

Volvemos en 15 días. Os diría que traeremos una película buena… pero no quiero mentiros.