Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Pulp, de Ed Brubaker y Sean Phillips

Pulp, de Ed Brubaker y Sean Phillips
Guion
Ed Brubaker
Dibujo
Sean Phillips
Color
Jacob Phillips
Formato
Cartoné. 18X27,5 cm. 72 páginas. Color
Precio
15€
Editorial
Panini Comics . 2021
Edición original
Pulp (Image)

De verdad que no hace falta que sigáis leyendo esta reseña. Hablamos de Ed Brubaker y Sean Phillips, está claro que Pulp va a ser un tebeazo, como Criminal, Kill or be killed, The fade out y todo lo que hace este dúo. No falla. Saquen lo que saquen hay garantizado un pelotazo.

Pulp, de Ed Brubaker y Sean Phillips

En tan solo 72 páginas ya se aseguran un premio Eisner y un puesto en la mayoría de las listas de lo mejor de año/semestre con esta historia ambientada a finales de los años 30. Max Winter es un escritor de relatos pulp de forajidos en el salvaje Oeste, que resultan tener que ver con su pasado mucho más de lo que parece. Sin embargo, ahora es un viejo enfermo del corazón en un negocio como el de los relatos pulp cada vez menos fructífero y más despiadado. Todo cambiará cuando aparezca Jeremiah Goldman, un viejo detective de la Pinkerton salido de su pasado con una propuesta que lo cambiará todo.

Tanto Brubaker como Phillips son dos monstruos. Por separado convierten casi cualquier cosa que toquen en oro, pero sorprende que juntos funcionen incluso aún mejor. No se me entienda mal, está claro que hay una sintonía entre ellos y más ahora después de veinte años trabajando juntos, pero casi parece que no debería existir esta sinergia casi alquímica.

Pulp, de Ed Brubaker y Sean Phillips

Brubaker es un virtuoso y tiende (sobre todo con Phillips) a una narración profusa en texto en off. En el caso de Pulp casi se podrían entender los textos sin dibujos. Esto a priori dejaría poco espacio para Phillips, pero el británico se las apaña para que cada dibujo enriquezca la narración literaria, dándonos pistas sutiles, creando atmósferas, caracterizando los personajes, aportando el tiempo necesario… al fin y al cabo generando todo el drama más allá del texto… lo que viene a ser un narrador gráfico virtuoso. No solo la planificación, la iluminación o los diseños y acting de los personajes, hasta los espacios vacíos o los márgenes de página tienen algo que decir en su narrativa.

Y si ya es como algún tipo de magia que dos virtuosos en su exhibición de alardes funcionen tan bien y se mejoren mutuamente, la cosa se pone en nivel imposible cuando añadimos un tercero… y sin embargo, funciona. Jacob Phillips, hijo del dibujante, parece no tenerle (en el buen sentido) ningún respeto. Casi desde que llegó al equipo en Mis héroes siempre han sido yonquis se le ha podido observar un afán mucho más iconoclasta y experimental que el que tenía Elizabeth Breitweiser, que era que era la tercera parte del equipo hasta ese momento. Incluso en las partes más conservadoras y naturalistas de Pulp podemos observar una notable cantidad de textura y un tratamiento del render bastante agresivo, pero en las escenas de los relatos del oeste es mucho más exagerado. Donde en el presente de la historia trabajamos con una paleta menos saturada, más naturalista y compleja y con una textura que aún entra dentro de lo prudente, en los relatos se salta todas las normas, llevándolo todo un nivel de simpleza elemental pero profundamente plástico… y es que quizá aquellos tiempos eran más sencillos.

Pulp, de Ed Brubaker y Sean Phillips

No dos, sino tres virtuosos desplegando su talento a todo volumen y mágicamente generando en Pulp una obra deliciosa donde debería haber cacofonía. Las historias del oeste, la América de la Depresión, el emergente movimiento nazi y, por supuesto, toda la violencia noir de Brubaker y Phillips se dan la mano en otro trabajo magistral de este equipo que no falla nunca.