Nuevo trabajo para Masacre: perseguir al Rey de los Monstruos. Pero, a rey muerto… ¡pues eso! El Mercenario Bocazas ocupará su lugar, para verse envuelto en una trama que le supera con mucho. Además, no deja de encontrarse con unos obstáculos llamados Capitán América y Elsa Bloodstone. El Rey Masacre libra un singular combate para salvar su reino. Si se convirtió en monarca de los monstruos cuando asesinó al anterior rey, ¿conseguirá Kraven ocupar el trono a continuación? ¡Es como The Crown, pero con espadas y monstruos!
Empieza una nueva temporada para el Mercenario Bocazas (pero seguimos estando en el volumen 3 de Panini Comics). Viene con una nueva numeración, igual que en la edición USA (pero mantiene la numeración original). El caso es que aprovechando la llegada de un nuevo equipo creativo, Panini ha decidido hacer un punto y coma en la serie regular de Masacre para atraer a nuevos lectores curiosos. Después de todo, un número 1 siempre resulta un gran reclamo para engancharse a una serie, ¿verdad? (Spoiler: no siempre).
Nos encontramos aquí con que, merced a un antiguo contrato legal, los monstruos del Universo Marvel (los lectores de clásicos como Tales to Astonish, Strange Tales, etc., ya los conocen muy bien) son los legítimos dueños de Staten Island. Algo debe tener Staten Island, que atrae a los monstruos: me estoy tragando con gran deleite la serie Lo que hacemos en las sombras y no llego a entender esa obsesión. En fin… El caso es que los monstruos se están extralimitando ligeramente en sus atribuciones, y causando algunos perjuicios a los demás residentes, de modo que un extraño patrocinador contrata a Masacre para que acabe con el Rey de los Monstruos, y acabe así su reinado de terror. Lo que ni Masacre ni su pagador saben, es que, según la ley de los monstruos, quien mate al rey se convierte automáticamente en el nuevo rey, de modo que Masacre se encuentra de repente con una corona sobre su cabeza, y dándose cuenta de que la vida de rey no es todo fiesta y diversión, sino que implica una serie de responsabilidades para con sus súbditos. Quién lo diría, ¿eh?
En esta historia, la guionista Kelly Thompson (Sr. y Sra. X, Capitana Marvel) recupera, muy adecuadamente, al personaje de Elsa Bloodstone, la cazadora de monstruos oficial del Universo Marvel más conocida por haber formado parte de ese grupo llamado Nextwave. Aquí Bloodstone y Masacre forman equipo para acabar con el Rey de los Monstruos, claro que si ella hubiera sabido que Masacre se convertiría en rey mortis causa, tal vez hubiera usado otra estrategia. La llegada posterior del Capitán América para hablar con Masacre acerca de las implicaciones de su reinado aporta un elemento oscuro a la habitualmente humorística trama. De hecho, según el propio Masacre, éste está más cerca de ser un monstruo que un humano, así que es bastante apropiado que se ponga de ese bando. Una prueba más de que Wade Wilson es un solitario a su pesar, puesto que durante la larga andadura del personaje ha intentado ser aceptado por la Patrulla X, los Vengadores, y ahora los monstruos. Lamentablemente, es su chispeante personalidad, y no su físico deformado, lo que provoca innumerables rechazos por parte de sus potenciales compañeros de equipo.
Kelly Thomson se hace cargo por primera vez de un personaje al que parece pillar el punto desde el principio. Su Masacre muestra un enfermizo desinterés por su propia integridad física, algo a lo que estamos acostumbrados, y además demuestra tener la misma capacidad de concentración que un colibrí con TDAH. No obstante, Thompson parece haberse contagiado de dicha hiperactividad y su narrativa es errática, dejando que las conversaciones y chistes de Masacre con sus adversarios y aliados rompan el ritmo de la narración. A esto no contribuye en absoluto el dibujo de Chris Bachalo (Asombroso Spiderman: Cazado, Lobezno y la Patrulla X), cuyo estilo aquí es manifiestamente feísta, con escenas de acción confusas y nada fluidas. Es como si quisiera haber adaptado su estilo al género de los monstruos, plagando sus páginas de viñetas con perspectivas extrañas, enfoques experimentales y proporcionando , en definitiva, una experiencia desagradable de leer. Parece que Bachalo esté más preocupado por demostrar que es buen narrador forzando la narrativa, en lugar de abrazar la navaja de Ockham y dejar claro que lo más sencillo es lo que mejor funciona.
En Estados Unidos, estos últimos números de Masacre se han publicado con una periodicidad bastante errática. Pasaron dos meses entre el primer y segundo número, tres meses entre el cuarto y el quinto, y dos meses entre cada número siguiente, hasta el séptimo, que saldrá a la vente este octubre. Imaginamos que Panini empezará en algún momento a incluir un sólo número USA por grapa, para mantener el tradicional espacio de cuatro meses entre ambas ediciones. Estos últimos meses de barbecho (desde marzo de 2020, sólo tres números, 48, 49 y 50, se han publicado en España) han servido para dar un balón de oxígeno al mercado; a partir del siguiente arco argumental el dibujante pasa a ser Gerardo Sandoval con lo que posiblemente el ritmo de publicación se regularice.
