Escuela de esgrima es una sorpresa completamente inesperada. Para empezar, nadie podía esperar que Mab Graphic la trajera porque hasta hace muy poco este sello de Ediciones Urano ni siquiera existía. Mab Graphic es la marca bajo la que a partir de ahora esta editorial generalista se embarca en el mundo de los cómics con líneas para diferentes edades.
Por otro lado, tampoco es muy común que lleguen a España las obras de Boom! Box. A excepción de Leñadoras, Giant Days o Slam, con la que tal vez guarda más paralelismos Escuela de esgrima, la verdad es que no ha llegado gran cosa, pero parece que la tendencia está cambiando y tal vez comencemos a ver más títulos del sello juvenil de Boom! Studios poco a poco. La ausencia de unos nombres sonoros también contribuyen a que esta sea una propuesta inesperada. Por mucho que su guionista C.S. Pacat sea superventas con su trilogía de El príncipe cautivo, Escuela de esgrima es su primera incursión en los cómics, como también lo es prácticamente para la mexicana Johanna the Mad, mucho más conocida en redes por su faceta de ilustradora. Además, esta obra tampoco llega con ningún premio Eisner ni nada similar que la avale, con lo que podemos considerarnos muy afortunados por el hecho de que Mab Graphic haya asumido el riesgo de publicarla .
Escuela de esgrima presenta a Nicholas Cox y Seiji Katayama. Nic es un chico humilde que ha llegado a la escuela becado y trabajando muy duro, mientras que Seiji es un don perfecto arrogante, que no dudó en humillar a Nic en un campeonato. Ahora, por azares del destino, tendrán que ser compañeros de habitación y también competidores si quieren entrar en el equipo.
Escuela de esgrima participa de todos los códigos del spokon y coquetea con algunos del Boy Love, tal vez sin llegar a los extremos dramáticos ni a ciertas marcianadas culturales que nos llegan de Japón, pero sí tomando una gran parte de su sentido de la emoción. Con estos presupuestos, el lector ya supondrá que no va a encontrar aquí arte y ensayo, pero he de reconocer que juega su juego de un modo impecable.
Caracterizaciones de personajes con carisma, precisión y en el clavo; dosificación perspicaz de los ganchos y una asombrosa capacidad para construir una lectura absorbente con muy poco son los secretos que hacen de Escuela de esgrima toda una sorpresa.
Todo esto no sería posible si el diseño de personajes y el acting no fueran dos de los puntos fuertes de Johanna the Mad. De acuerdo que tal vez por ese acercamiento al manga se puede aprovechar de una cierta exageración que ayuda a ubicar muy rápido las personalidades de todo el reparto (que tampoco es pequeño, dicho sea de paso), pero en ningún momento se sienten los personajes sobreactuados. Johanna juega tremendamente bien a un juego doble tal vez algo tramposo, donde entra en las hipérboles del manga y sale para volver a los códigos de del cómic USA saltando a su antojo, pero su habilidad reside en que nunca lleguemos a ver la trampa y el resultado consiga esa fluidez que convierte este cómic de temática a priori ligera en algo tremendamente absorbente. Tal vez se echa en falta un poco más de esa espectacular visión de los japoneses en los combates de este tomo, pero también es cierto que Escuela de esgrima no es un cómic de acción.
De mismo modo que suele pasar con las comedias, es difícil que a finales de año veamos tebeos de temáticas livianas como este Escuela de esgrima en esas listas de final de año más proclives a grandes dramas y epopeyas, pero si os apetece un entretenimiento bien hecho, que se lee sin darte cuenta, jóvenes y no tan jóvenes, este es vuestro tebeo.
