Reconozco que no soy público objetivo de este cómic. Soy un tío cuarentón que apenas había oído hablar nunca del roller derby. Tampoco tenía demasiadas referencias de las autoras así que me acerqué porque me habían llegado buenas críticas y Fandogamia suele ajustar los precios lo bastante como para favorecer el efecto curiosidad. Sin embargo, Slam! ha resultado una sorpresa.

Asumo que una mujer joven y más aún si es aficionada al roller derby, disfrutará mucho más aún de Slam! por aquello de la identificación con los personajes protagonistas, pero incluso un señor como yo ha sido capaz de sentir el buen rollo y la energía que destila este cómic.

Slam! nos habla de Jennifer y Maisie dos jóvenes muy diferentes que se conocen cuando están iniciándose en el roller derby, el deporte que cambiará sus vidas a más niveles de los que ellas piensan. Ambas serán seleccionadas para distintos equipos y esto traerá una historia de amistad contra rivalidad que vendrá engalanada por la propia experiencia vital de nuestras protagonistas.

Puede ser que tras esta sinopsis nos suene a una historia leída mil y una veces y no perderé tiempo en negarlo, ya que tendremos la consabida camaradería, desengaños y todos los accesorios típicos de este tipo de historias, pero lo que les sucede a Jennifer y Maisie no es importante por los hechos en sí, sino porque les sucede a ellas.

La historia es casi un vehículo para que conozcamos a estos dos personajes de los que rápidamente no enamoraremos. Pamela Ribon y Veronica Fish caracterizan a dos protagonistas que desprenden tal energía, entusiasmo y buen rollo (con sus bajonas incluidas) que amamos tanto sus virtudes como sus defectos.

Ninguna de las dos autoras es especialmente conocida en el mundillo. Sin embargo, Pamela Ribon es más popular por su carrera en el cine y cuenta en su haber guiones como los de Vaiana o Los Pitufos: La aldea escondida. En el mercado del cómic, apenas ha trabajado en un par de guiones de la adaptación a viñetas de Rick y Morty. Veronica Fish, sin embargo, ya nos había dado una etapa en Spiderwoman recogiendo el testigo de Javier Rodriguez o en Archie sucediendo a Fiona Staples. En cualquier caso, la falta de notoriedad de sus nombres no es indicativa de su habilidad para llevar a cabo la extraordinaria tarea de caracterización que nos dan en Slam!

Puede ser que haya alguna pequeña trampa en la presentación, pero aún así logran que tanto literaria como gráficamente funcione este pequeño atajo a modo de ficha de personaje. Una vez has conocido a sus protagonistas, te enganchan y te importa realmente lo que les vaya a pasar.

Más allá del tremendo trabajo de caracterización en cuanto a estética y gestualidad de todos los personajes, Fish desarrolla una narrativa bastante funcional y sin grandes aspavientos (salvo algún que otro highlight) y quizá lo más llamativo sea el color (principalmente a cargo de Brittany Peer) que pese al tono Paper Girls que parecen vaticinar las portadas, en el interior el tratamiento es mucho más amable, en sintonía con la historia y el dibujo.

Da igual esa sensibilidad adolescente y femenina que muestra la primera capa de Slam! Seas quien seas y con la edad que tengas los personajes son tan adorables y la historia rezuma tal entusiasmo que es realmente complicado no disfrutar de este tebeo.