Tres nominaciones a los Eisners se llevó Bad Girls el año pasado: Mejor novela gráfica, guionista y rotulista. La nueva obra publicada por el sello Gallery 13 de Simon & Schuster (donde vió la luz Un tipo duro de Jeff Lemire, por ejemplo) ha sido uno de los tebeos más potentes que he podido leer en los últimos meses.

Este es el reclamo de este thriller noir escrito por Alex de Campi (Archie VS Predator) y dibujado por nuestro Víctor Santos (Polar), que nos regalan más de doscientas páginas de puro amor al género en una historia adictiva como pocas, y cuyo carácter conclusivo favorece mucho al resultado final.

En Bad Girls la acción transcurre en la nochevieja de 1958 en La Habana en el club Jardín del Edén. Allí se está celebrando una fiesta por todo lo alto cuyos asistentes desconocen que en el mundo exterior se está llevando a cabo el golpe de estado de Fidel Castro contra Batista. Un contexto político ajeno al gerente del casino Joey Rothman que en una misma noche recibirá la visita de un General del ejército cubano que busca satisfacer sus perversiones y de la mafia de Nueva York.

Entre medias tenemos a nuestras tres protagonistas: Carole Chandler (todo un homenaje al genio escritor de novela negra Raymond Chandler), la chica del gangster; Taffy, una cantante de Jazz y Ana, una reina del mambo. Tres protagonistas que en cualquier historia de este tipo serían meros monumentos de carne, floreros humanos o como mucho y con suerte unas femme fatales.

Nunca afrontes una crisis sin carmín

En manos de Alex de Campi (de quien tengo muchas ganas de leer Mayday o Bankshot) lo que nos encontramos es a tres mujeres empoderadas, seguras de sí mismas, de distintos mundos pero con el objetivo de sobrevivir, huir y mejorar sus condiciones de vida. Para ello tendrán que trabajar juntas, urdir un plan que les llevará a enfrentarse al orden de las cosas desafiando a todas las leyes (escritas y no escritas) que las someten al yugo del hombre. En definitiva, toda una reivindicación del papel de la mujer en el género negro.

Bad Girls se desarrolla a lo largo de doce intensas horas. El ritmo y la intensidad solo van in crescendo, consiguiendo transmitir al lector la angustia que sufren las protagonistas al llevar a cabo su desesperado plan. Un cocktail de acción violento, sórdido a la par que glamuroso, lleno de giros, infidelidades y sangre que se disfruta de principio a fin a ritmo de R&B, mambo y jazz.

Alex de Campi consigue definir a todos los protagonistas en apenas unas pocas hojas. Casi sin darnos cuenta acabamos comiendo de su mano transportandonos unas cuantas décadas en el pasado. Coged vuestro traje blanco o vestido más elegante, poneos una rosa o un broche en la solapa y disponeos a pedir una copa de champagne porque la ocasión lo merece.

Este tipo de historia le viene como anillo al dedo al dibujante español Víctor Santos que sigue construyendo una carrera imparable en Estados Unidos. Ya han pasado muchos años desde que este valenciano se estrenase en USA con Zombee. Desde entonces su obra no ha parado de crecer y le hemos visto acercarse a este género que tan bien le sienta con obras como Asquerosamente rica, Violent Love, o la mencionada Polar. En España también ha publicado Pulp Heroes o Intachable. Mucho, bonito, y de calidad… Más todo lo que esté por llegar.

No voy a decir nada que no se sepa ya del impecable dibujo de Víctor Santos. Estamos ante una nueva demostración del enorme abanico de recursos que maneja el artista con ese diseño de personajes magistral, su narrativa que por momentos parece que va a romper la cuarta pared gracias a su inteligente uso del blanco y negro. Por cierto, ¿soy el único al que le gustaría leer una versión en blanco y negro?

Por ese canto de amor al noir más salvaje y espectacular, por la tensión que desprende cada página, por ese sentido del suspense tan bien llevado… Por todo esto y por mucho más Bad Girls es una lectura obligatoria. Además, es tebeo de esos que es perfecto para regalar a fans de la novela negra o del cómic en particular. La edición de Norma Editorial es realmente bonita con papel de calidad, tapa dura y sobrecubierta.

Muy recomendable.