Estamos de celebraciones en la parcela arácnida de Panini Cómics. Si la semana pasada hablábamos del nº 200 de Spiderman, hoy le toca el turno al nº 50 de Veneno. Un número que no es tan grandilocuente como las dos centenas del Trepamuros, pero mucho más importante para el personaje. Spiderman sí que había alcanzado un número 200 en otra ocasión anterior, e incluso llegó al 300. Pero nuestro simbionte preferido nunca había llegado a un número 50. Ni siquiera sumando todas las grapas protagonizadas por el personaje durante los años 90 y editadas por Fórum se llega a esta cifra. Pues lo dicho, que muchas felicidades, Eddie y Veneno. Y que vengan otros 50.
Aunque la portada de este nº 50 de Veneno comparta diseño con el nº 200 de Spiderman (y ambas lo hereden del nº100 del Spiderman de Fórum), el concepto de lo que ambos contienen es diametralmente opuesto. Mientras que el de Spiderman reeditaba historias ya vistas previamente, alguna de ellas quizás demasiadas veces, en el ejemplar del que hablamos hoy se recuperan dos cómics del personaje de la primera mitad de los 90 que aún no habían sido publicados en castellano y que comparten equipo creativo: Peter David al guión y Jim Craig a los lápices.
El Juicio de Veneno, un cómic benéfico que se podía conseguir en su día haciendo un donativo a UNICEF, está ambientado justo después de los acontecimientos de la novela gráfica La Bóveda: Trampa Mortal y antes de Protector Letal, la primera miniserie del personaje. En esta historia, el simbionte aparece aparentemente muerto y Eddie Brock, libre de la influencia de la entidad alienígena, merece un segundo juicio, en el que su abogado defensor será Matt Murdock y Spiderman será citado a declarar como testigo.
En El Increíble Hulk contra Veneno nos encontramos con el coloso verde entre las filas del Panteón -en serio, si no tenéis el Hulk de Peter David, tiraos de cabeza a por la recopilación en Marvel Héroes- y a Veneno en San Francisco tras su pacto con Spiderman en Amazing nº 375. Es una de esas historias típicas en las que dos personajes se encuentran, se zurran y después colaboran contra una amenaza común. En este caso, un tal Doctor Mal Rollo -sí, en serio- que tiene una máquina que puede provocar terremotos y que usará si no se cumplen sus demandas.
Peter David es, sin duda alguna, uno de los grandes guionistas de la década de los 90. En la época en la que se publican estos dos one shots, el guionista está en su época dorada, firmando títulos como Hulk, Factor X, Spiderman 2099, Sachs & Violens o Aquaman. El motivo principal por el cual estos números seguían inéditos casi treinta años después de su publicación original es, evidentemente, que distan mucho de estar entre sus mejores trabajos. Aunque la calidad de sus diálogos es más que correcta, está un paso por debajo de las obras previamente mencionadas que le dieron la merecida fama que tenía. Y el argumento de las historias aquí presentadas… bueno, digamos que en un one shot de 22 páginas tampoco es que se pueda contar gran cosa.
A los lápices tenemos a un veterano: Jim Craig, un artista canadiense que empieza su carrera en los años 70 y es el responsable del legendario primer número de What If?, ¿Y si Spiderman se hubiera unido a los Cuatro Fantásticos?. El problema es que Craig era un artista de estilo clásico que no se llevaba en los años 90, en la época del éxito de los chavales de Image. Así que, de la misma forma que hizo también Herb Trimpe, intentó modernizar su estilo, radicalizándolo hacia estéticas más modernas que tampoco cuajaron. El especial de Hulk y Veneno es el penúltimo trabajo de Craig para Marvel. Unos meses después dibujó un marciano especial de los X-Men con el Capitán Universo y abandonó el cómic para dedicarse a hacer storyboards para cine y televisión.
En general, podríamos decir que la calidad de los números de este número especial es discretita, pero rellena huecos y rescata material inédito que los completistas del personaje agradecerán. El mes que viene, pasado este número de celebración, volvemos a la programación habitual.
