Es la hora de las tortas!!!

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Torpe de nacimiento

Torpe de nacimiento
Guion
Yaro Abe.
Dibujo
Yaro Abe.
Traducción
Alberto Sakai.
Formato
Rústica con solapas, 288 págs, B/N. 15x21 cm.
Precio
19 cm.
Editorial
Astiberri. 2024.
Edición original
Umareta toki kara hetakuso Vol. 1-2 (Shogakukan).

Yaro Abe triunfó en el mundo del manga gracias a su La cantina de medianoche, obra de la que Astiberri ya ha publicado seis tomos. Ahora la misma editorial publica Torpe de nacimiento, una obra que en Japón fue publicada en dos tomos pero que en España vemos recogida en un solo libro, con el mismo formato de la obra más conocida de su autor. En esta obra Yaro Abe hace un viaje a su infancia, analizando de una manera muy sutil la relación con su padre con una excusa argumental de mostrar lo patoso e inseguro que era como niño. Una obra bien distinta de esa Tokyo stories que nos tiene a muchos absolutamente enganchados a su lectura como lugar feliz.


Y es que ambas obras tienen puntos en común. Yaro Abe hace historias con un tono muy tranquilo, con un dibujo sencillo que se centre en los personajes y en lo que sienten. Suele hacer capítulos breves, de unas 15 páginas cada uno e independientes entre sí en cuanto a temática, pero que luego tienen relevancia, los hechos mostrados repercuten en capítulos posteriores. Eso en la serie del cocinero del restaurante nocturno permite mostrar historias de todo tipo, con personajes que a veces no volvemos a ver, pero en esta serie, que tiene un importante corte autobiográfico, puede dar una sensación de anecdotario. Tengo que reconocer que precisamente por eso me ha costado bastante más entrar en ella, porque básicamente la primera mitad del libro es un repaso de sus miedos como niño, y su vida en casa desde la mente de un crío que no entiende algunas cosas de las que pasan (y lo mismo le pasará al lector).

Pero a medida que avanza la obra, va creciendo y pasando de curso, y lo que se muestra comienza a ir produciendo un efecto acumulación. Por ello, nos iremos dando cuenta, con un capítulo final titulado Padre e hijo, que la obra es un canto de amor a la figura de su padre, y un reconocimiento de que gran parte de su torpeza es aprendida y heredada. Su padre es mostrado como un tipo entrañable y bonachón, que a veces es capaz de realizar algunas acciones que son observadas como hazañas por un niño, del mismo modo que hay comportamientos que no puede comprender (enfados, escape hacia el alcohol). Pero, incluso en las acciones más negativas, tiene una manera de reaccionar que confirma que el tipo es un bendito y carece por completo de maldad.


La madre es mostrada de un modo muy diferente. Puede ser debido a la cultura japonesa, pero cualquier lector podrá apreciar que realmente la que tira de esa familia es ella. Es quien toma las decisiones importantes, y la que se encarga de las cosas se hagan como se deben hacer, aunque no se la vea levantar la voz o presumir de ser la voz cantante. Es una figura más en la sombra, con sus defectos y virtudes, pero que recibe un tratamiento bien diferente. Sea por inercias socioculturales o por el simple hecho de que la figura paterna marcó más al autor, toda la luz en los momentos importantes la recibe él, incluso cuando ella pasa el momento más difícil de su vida.

La obra no se centra exclusivamente en la vida familiar, también hay numerosas escenas en el colegio y con sus amigos. Como la vida misma, veremos a muchos amigos que pasan de ser los mejores confidentes a desaparecer de un día a otro de sus vidas, y las propias competiciones que se crea uno mismo ante un amigo al que quiere superar en algo. Especial mención para un capítulo en el que Yaro Abe cruza Torpe de nacimiento con La cantina de medianoche, en un precioso homenaje a ambas series y con un tono de cuento hacia el final que me pareció francamente bonito. La obra incluye un epilogo a cargo del propio autor contando su relación con el ilustrador Toru Sanogawa que es probablemente lo mejor del tomo.


En definitiva, Torpe de nacimiento es una obra que no tiene el efecto que nos deja cada tomo de La cantina de medianoche, pero que resulta una lectura de complemento ideal para poder conocer algo mejor al autor. Una obra para leer sin expectativas, como mera lectura de escape, y que funciona exclusivamente como retrato de la relación y la influencia de Yaro Abe con su padre. El hecho de hacerla tan autocontenida la convierte en una oportunidad para saber más de la vida del autor, a pesar de no ser más que una ventana a anécdotas de su infancia.

Lo mejor: Cómo muestra la relación con su padre, de un modo nada obvio. El capítulo crossover con La cantina. El epílogo escrito.

Lo peor: Al ser autobiográfica, algunos capítulos me han parecido francamente intrascendentes, en comparación con su obra más conocida.

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