– Hola.
– ¡Qué coño haces tú aquí! No fui lo suficientemente claro hace dos días: aléjate de mi.
– Venía a decirte que tenías razón. He estado pensando y todo era muy descabellado.
– Menos mal. Tienes que empezar a distinguir entre realidad y ficción.
– Eso está más que claro. Las cosas no siempre son lo que parecen.
– Eso mismo te estoy diciendo siempre.
– Tras mucho discurrir y estrujarme la sesera he llegado a una conclusión: Logan no está muerto.
– Aquí vamos de nuevo….
– No es muy lógico (por no decir inteligente) acabar de un plumazo con uno de tus personajes más rentables.
– Que alguien lo calle.
– Así que he estado pensando.
– Un ejercicio inútil. Voy a llamar a tu madre para que venga a recogerte.
– ¿Y si en realidad Lobezno no está muerto? ¿Y si está escondido?
– Qué tal está usted, ¿podría venir a mi estudio a recoger a su hijo?
– Es posible que sea un plan de largo recorrido entre el Profesor Xavier y Jean Grey.
– No puede ahora. ¿Tiene que estar conmigo al menos dos horas?
– De ahí que ambos fingieran sus respectivas muertes, tocando ahora a Logan continuar con el plan.
– Puedo pagarle el taxi y mandarlo con usted, ¿Qué me dice?
– Y desde las sombras, igual que Elvis, acechar a los villanos sin que descubran su identidad.
– Ya sé que está ocupada, pero puedo decir al taxista que lo deje en medio de la Casa de Campo.
– ¿Qué piensas de mi teoría?
– Lárgate de mi vista.