Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

The Defenders. Reseña de los cuatro primeros episodios (SIN SPOILERS)


Título Original: The Defenders
Año: 2017
País: Estados Unidos
Director: S.J. Clarkson, Uta Brisewitz, Peter Hoar
Guión: Douglas Petrie, Marco Ramirez
Música: John Paesano
Fotografía: Matthew J.Lloyd
Reparto: Charlie Cox, Finn Jones, Mike Colter, Jessica Henwick, Krysten Ritter,Sigourney Weaver, Elodie Yung, Rosario Dawson, Babs Olusanmokun,Elden Henson, Simone Missick, Rachael Taylor, Scott Glenn, Eka Darville,Carrie-Anne Moss, Deborah Ann Woll
Productora: ABC Studios / Marvel Television / Netflix

Género: Acción, Ciencia ficción,  Superhéroes, Cómic, Marvel Comics, Crimen, Neo-noir, Artes Marciales.

Reconozco que no he podido evitar cierto recelo al enfrentarme al visionado de estos cuatro primeros episodios de The Defenders, la nueva serie que aglutina dentro de un mismo grupo a los cuatro héroes urbanos presentados por Marvel /Netflix de manera individual en sus respectivas series , como si de una suerte de Vengadores a pie de calle se tratara.

Y es que el regreso a las pantallas de Netflix de estos justicieros estaba cubierto de un cierto halo de incertidumbre, y más después de que la cadena de video por streaming facturase la floja Luke Cage y la del todo decepcionante Iron Fist, que hizo que se dispararan todas las alarmas. Este hecho lo llevaba a uno a preguntarse si la nueva propuesta de Netflix, que tan atractiva resultaba sobre el papel meses antes, iba a estar al nivel de excelencia que se esperaba de ella, siendo la excepcional Daredevil en sus dos primeras temporadas, una serie que puede mirar cara a cara a otras como Breaking Bad o True Detective sin sonrojarse, y Jessica Jones toda una revolución dentro del género superheroico en televisión, acercando este tipo de historias a temáticas abiertamente adultas, metidas más que nunca en el mundo real y sin ningún tipo de reparos en adentrarse en contenidos algo más explícitos ni en mostrar la violencia en toda su crudeza.

Pero una vez devorados estos cuatro primeros episodios se disiparon parte de las dudas que en un principio se planteaban, pudiéndose afirmar que, si la cosa continúa por estos derroteros, nos encontramos sin ningún género de dudas ante uno de los pelotazos televisivos del verano.

Pero vayamos por partes. La serie retoma directamente las tramas de los personajes poco tiempo después de donde las habíamos dejado al final de sus respectivas temporadas.

Nos encontramos con un Danny Rand (Finn Jones) habiendo asumido completamente su papel como Iron Fist, persiguiendo por todo el mundo a los miembros de La Mano y acompañado por su inseparable Coleen Wing (Jessica Henwick) . Sus pesquisas les devolverán a Nueva York donde algo terrible está a punto de suceder.

Mientras tanto Jessica Jones (Krysten Ritter), que sigue llevando una vida bastante desordenada y autodestructiva, además de continuar ejerciendo como investigadora privada y haber ganado cierta relevancia mediática después del asunto Killgrave, recibe el caso de un marido desaparecido cuyas ramificaciones la llevarán tras la pista de un asunto más terrible de lo que cabría imaginar en un principio.

Por su parte, Luke Cage (Mike Colter) sale de prisión y vuelve a Harlem, donde es tratado como un héroe después del enfrentamiento con Diamondback. Una vez allí recibe una información que le lleva a hacer averiguaciones sobre una serie de jóvenes del barrio que están siendo usados como correos en unos asuntos bastante turbios, llegando alguno de ellos a perder la vida.

Para terminar nos encontramos con que Nelson y Murdock han roto su asociación profesional, han cerrado su bufete, habiendo seguido cada uno sus carreras por separado. Matt (Charlie Cox) se dedica a casos de índole social, lo que le permite impartir justicia entre los más desfavorecidos y ha terminado su carrera como Daredevil después de la muerte de Elektra.

Con estos elementos de partida se arma una historia marcada en gran medida por un poderoso sentido del ritmo, donde se apuesta en cantidad de ocasiones por los planos secuencia en movimiento, dentro de escenas muy bien planificadas, que aportan una narrativa clara y precisa a dichas escenas. Esto consigue un efecto inmersivo para el espectador, haciéndole partícipe de lo que sucede en pantalla, permitiéndole tener una visión global más completa y detallada de la escena, así como seguir pistas a la vez que lo hacen los personajes o hacer descubrimientos a la vez que ellos. La serie también está llena de hallazgos visuales conseguidos a partir de colocar la cámara en lugares o posiciones poco convencionales, lo que le dan también un estilo visual muy potente.

A esto hay que añadir unos diálogos ágiles y rápidos dentro de un guión que va al grano en la historia que quiere contar, donde no hay ninguna escena de relleno y todo tiene aires de relevancia, atrapando al espectador en un crescendo que no para de ir a más desde los primeros compases e incluso cuando la acción no está presente en ella la historia que se construye es altamente adictiva, absorbente y decididamente apasionante. El guión se muestra robusto y sin fisuras, aportando solidez a situaciones y personajes, sobre todo a aquellos que no habían salido muy bien parados en sus respectivas series individuales.

Así, pese a que se reparte bastante equitativamente el tiempo en pantalla de cada uno de los personajes protagonistas, la historia le da algunos minutos extra a Iron Fist y Luke Cage, a sabiendas de que estos dos personajes necesitan algo más de mimo en su tratamiento para ponerlos al nivel de Jessica Jones y Matt Murdock, y la verdad es que ambos salen bastante airosos. No negaremos que ambos actores son un pelín sosetes, todo hay que decirlo, y un servidor siempre ha tenido preferencia por una visión más clásica de Luke Cage, más macarra, menos buenista, menos boy scout, más malcarada e irascible, pero han añadido suficientes matices a ambos personajes para hacerlos más atractivos que hasta ahora. Quizá la química conjunta de ambos actores no sea la mejor, pero nos entregan algún momentazo gracias a su interactuación que seguro hará las delicias de los fans. Ambos personajes no soportan el peso de una serie en solitario, pero por cómo se dan la réplica en sus escenas compartidas la cosa daría para una serie conjunta tipo “Héroes de Alquiler”, como ha pasado tradicionalmente en los cómics con ambos personajes compartiendo cabecera.

No me extenderé mucho con la actuación de Charlie Cox como Matt Murdock ni de Krysten Ritter como Jessica Jones. Sólo decir que ambos siguen magníficos en sus respectivos papeles y que su actuación se disfruta al mismo nivel que en sus series individuales.

Y entonces , amigos, es cuando entra en escena Sigourney Weaver. Desde el primer momento en que la mirada de la cámara se posa sobre ella ya caemos rendidos a sus pies. Sigourney es todo presencia y carisma, tiene tablas suficiente como para meterse al personaje de Alexandra en el bolsillo y a todos nosotros con ella. Se la ve muy cómoda como la villana de la función, una villana llena de matices, de presencia magnética, fría, calculadora y contenida, que no le hace falta alzar la voz ni ser histriónica para que todo el mundo se cuadre ante ella, incluso personajes que ya hemos visto anteriormente manejando el cotarro. Todo el mundo la teme y la respeta. Sigourney supone una excelente elección de casting y, visto lo visto, creo que va a componer una villana tremenda, a la altura de los mismísimos Kingpin o Killgrave.

Estos primeros episodios cuentan también con la aparición de personajes secundarios de las series individuales, como la magnífica Deborah Ann Woll poniéndose de nuevo en la piel de Karen Page, Elden Henson como Foggy Nelson, también magnífico como era de esperar, Carrie-Ann Moss como Jeryn Hogarth, Rachel Taylor como Thris Walker (¿Habrá en algún momento serie de Gata Infernal?) o Simone Missick como Misty Knight. Se desconoce si alguno de ellos tendrá más peso en la trama actual que el simple cameo. Rosario Dawson también repite como Claire Temple, la enfermera de noche, y tiene cierto peso para que confluyan algunas de las tramas abiertas, pero su personaje está introducido en la justa medida para no resultar cargante, repetitivo y no correr el riesgo de acabar quemándolo.

Como viene siendo habitual en estas series, las escenas de acción son de quitarse el sombrero, siempre después de haber recogido la mandíbula del suelo. Espectaculares. Vibrantes. Su presencia va de menos a más, pasando de ser algo escasas pero extraordinarias en el primer capítulo y convirtiéndose en auténticos escenones épicos a medida que va avanzando la trama. Ver a Matt Murdock correr, saltar por tejados, rodar por el suelo o pelear con ese particular estilo suyo, mezcla de kung-fu, ninjutsu, jiu-jitsu, judo y boxeo americano, sigue siendo una delicia. Cabe destacar que se han mejorado bastante las coreografías de las escenas de lucha del personaje de Iron Fist, siendo estas mucho más vistosas y agradecidas de ver que las ofrecidas en su serie, que fueron objeto de críticas bastante airadas en su momento.

Por contra, se ha rebajado bastante la crudeza y brutalidad de la que hacía gala la serie de Daredevil, siguiendo bastante la tónica ya marcada por Luke Cage o Iron Fist, pero manteniendo intacta la intensidad y la espectacularidad. En ningún momento se alcanza la cota de violencia casi enfermiza de la que hacían gala algunos pasajes de Daredevil. Aquí no vemos a nadie reventarle la cabeza a nadie con una bola de bolos, para entendernos. Todo está mucho más contenido pero sin dejar de ser contundente.

En este aspecto ayuda mucho la excelente edición de sonido que tiene la serie, que en muchas ocasiones consigue que el espectador pueda casi llegar a sentir los golpes.

Otro aspecto muy cuidado de la serie es el de la fotografía, ya que desde el opening se asigna a cada personaje un color primario que va a ser determinante en la composición de sus respectivas escenas.

Así a Daredevil se le asignará el rojo, a Jessica Jones el azul, a Luke Cage el amarillo y a Iron Fist el verde y no para jugar al parchís precisamente. El color que define a cada personaje estará presente siempre en las escenas que protagonicen, en algún elemento que haya en la misma, en el tipo de luz que incide sobre ellos. Así podremos ver, por ejemplo, a Matt Murdock entrar en escena a través de una puerta color rojo intenso, a Jessica Jones sentada vistiendo una camisa azul, a Luke Cage viajando en autobús con la luz del sol de un color amarillo de viveza extraordinaria incidiendo sobre él o a Iron Fist moverse por callejones iluminados con tonos verdosos. Uno casi puede adivinar a qué personaje pertenece la escena que va a ver únicamente fijándose en los colores que observa después de la transición.

En definitiva, nos encontramos de nuevo ante un producto muy cuidado a todos los niveles, que nos reconcilia desde el minuto uno con el universo Marvel creado para televisión por Netflix, después de que sus dos últimas series no llegaran al nivel esperado, emocionante, interesante, adictivo y espectacular, que va a hacer seguro las delicias de los fans y que se va a convertir en una de las series de este verano 2017. El arranque no puede ser más prometedor. Los Defensores vienen golpeando muy fuerte y van a dar mucho que hablar.