ECC sigue editando obras clásicas de Vertigo y DC. Ahora le toca el turno a una obra del año 2000, editada en España únicamente por Norma en tres tomos de su serie contenedor Colección Vertigo: La hora bruja. No la leí en su día, y había oído algunas críticas que la acusaban de confusa y compleja. Una vez leída, entiendo que en el año 2000 la gente pensara eso. Tiene una estructura que, si bien hoy en día no es algo extraño ni tan inusual, en su día tuvo que causar que muchos cerebros explotasen. Ahora lo analizamos.
La historia.
La obra está compuesta por tres capítulos (que son los tres números que se publicaron originalmente) y nos van contando encuentros de unos brujos y brujas con personas normales. Pero durante gran parte de la historia no sabremos hacia dónde está dirigiendo el rumbo la trama ni qué es lo que están intentando contarnos. Así vamos a ver a varios brujos, con seudónimos de colores: Gray, el más anciano, con 600 años y que parece ser el mentor de todos ellos, aunque guarda una relación más cercana con la que más protagonismo tiene en toda la obra, Amanda Collins o White; también tenemos a Blue, un enorme brujo, triste como su nombre y parco en palabras; Black, un niño que solo contesta con citas bibliográficas; y Red, la bruja más «juguetona» de todos. Ellos van a encontrarse con personas que atraviesan un momento delicado de sus vidas: una hija de un padre que ha abandonado a su familia por otra mujer; un ludópata con un secreto en su maletero; un psiquiatra que guarda más secretos que sus propios pacientes; una drogadicta con un hijo desatendido; o un camarero con algún que otro secreto en su armario. Tarda en tomar forma, pero cuando lo hace produce una sensación muy satisfactoria en el lector.
Los autores.
La hora bruja está realizada por dos pesos pesados: Jeph Loeb (Silencio, El largo Halloween,…) al guión y Chris Bachalo (Dr. Extraño, Lobezno y la Patrulla X) en el dibujo. El trabajo de Loeb es muy interesante porque tiene una estructura narrativa muy adelantada a su tiempo. El lector que se enfrente por primera vez a ella hoy va a comenzar algo desorientado, sin saber adónde te lleva, pero seguro que va a tener mucha más paciencia que los lectores originales. En los tiempos que corren en los que hemos visto películas y series con estructuras de todo tipo, vamos a olernos que aunque todo parezca inconexo, va a tener mucha más tela que cortar de lo que aparenta inicialmente. Los personajes son diversos y contrastan entre sí, especialmente los brujos. Tal vez la única pega que le pongo es lo poco que nos muestran de Blue, Black y Red, porque la historia de Gray y White nos la va contando la propia Amanda mientras se la cuenta ella a su psiquiatra. Del resto de personajes, Loeb nos muestra lo necesario, y aunque algunas historias funcionan mejor que otras (personalmente las que más me gusta cómo se desarrollan son las de la hija y la del ludópata), todas tienen su interés. Como buena historia que está contada como un análisis de un momento concreto de las vidas de los personajes, no en todos vamos a tener claro su desenlace, dejando mucho a la imaginación del lector. Esto para mi gusto le da un punto extra.
En cuanto a Bachalo, qué decir de él. Le pasa un poco como al propio Loeb. Son dos autores muy discutidos y que no gustan a todos los lectores unánimemente. Bachalo tiene su estilo habitual, aunque si algo destaca en esta obra es que es enormemente experimental, incluso aunque hubiera estado realizada este mismo año. Pasar sus páginas es una continua sensación para el lector. Intercala dibujos con un trazo más fino del habitual en él, con secuencias de pequeñas viñetas en filas de 3×5 o hasta 5×5 a media página y el resto como una sola viñeta. Usa los bordes de las páginas para ir poniendo en cada página un trozo del texto que se usa en la introducción de cada capítulo, y con tipologías muy diversas. Otro recurso es la narrativa del pasado de Amanda, contado en páginas sin viñetas con textos sin dividir y rotulados en vertical junto a las ilustraciones, que lo hacen más propio de un libro ilustrado que de un cómic. Bachalo explota su estilo oscuro, su maestría a la hora de dibujar esa arquitectura decadente, y esa continua experimentación visual, con cambios de ténicas de dibujo, con usos de pixelados a modo de filtro difuminador, y sin repetir la misma estructura dos páginas seguidas (salvo las escenas del pasado de Gray/White). Es lo más notable de este tomo. Es como meterte un Efferalgan en la boca sin agua… Una explosión de sensaciones que aguanta más que dignamente el paso del tiempo. Otros experimentos narrativos no aguantan con la misma frescura casi veinte años como en este caso.
En definitiva, La hora bruja.
La hora bruja es una obra francamente interesante. Si estás cansado de leer siempre lo mismo, por muy buenas que sean las historias y quieres experimentar con un cómic planteado desde un inicio como una ruptura con lo convencional, probablemente lo encuentres muy estimulante. Si por lo contrario, piensas que es una historia de brujas modernas convencional, tal vez este no sea el mejor cómic para ti. Había leído cosas malas de esta obra pero a mí, personalmente… me ha gustado.
La hora bruja está editado por ECC Ediciones en un tomo único con toda la serie completa en cartoné, de 160 páginas a color por un precio de 16,95€.
Lo mejor: El continuo experimento visual de Bachalo con cambios de técnicas y de planteamientos de página.
Lo peor: Me hubiera gustado saber más de Blue, Black y Red.
Para amantes del sello Vertigo. Para aficionados a historias mágicas. Para lectores que busquen algo diferente y huyan de la narrativa convencional.