Quiero ser califa en lugar del califa!!

Seamos sinceros, de pequeño no soportaba esta serie. Cuando ibas a la biblioteca y todos los tebeos buenos estaban pillados (Asterix, Pitufos, Casacas Azules, etc.) y veías en los cajones sólo los albumes de Tintín o de Iznogud, tras dar una vuelta por las mesas a ver si algún incauto había soltado alguno de los otros con negativos resultados, no te quedaba más remedio que resignarte y terminar leyendo las desventuras del visir. Cualquier cosa antes que el reportero que no reporteaba…

Poniéndonos en plan wikipédico, Iznogud es una serie creada por el genial Goscinny y el dibujante Tabary en 1962. Las historias están ambientadas en el canónico Bagdag de Las Mil y Una Noches, con su califa bondadoso y un poco simplon Harun El Pussah, y su pérfido visir que sólo desea quitárselo del medio Iznogud con ayuda de su ayudante Dilá Lará. Además, el nombre del malvado personaje es una deformación de la frase inglesa que diría que no es bueno  “he’s no good“.  Y de hecho ése es el repetitivo argumento de todas las aventuras, los planes que trama el visir para hacerse con el poder.

Es sorprendente como Goscinny era capaz de retorcer el concepto de forma de que, a pesar de leer una y otra vez lo mismo, en cada ocasión te resultara nuevo y sorprendente. A pesar de que incluso los finales también son siempre muy similares, con Iznogud y Dilá Lará cayendo en sus propias trampas y sin posibilidad de salida. Pero como el tema continudad no hacía falta, al principio de la siguiente aventura ya teníamos a todos los personajes en la misma situación que al inicio del album anterior.

Lo de que el nombre fuese una deformación de la frase inglesa no es casual. La serie estaba plagada de retorcidos y complicados juegos de palabras que entusiasmaban a los autores y que han hecho sudar la gota gorda a más de un traductor que al final han terminado haciendo lo que han podido.

Dicen que la génesis del personaje viene de una simple frase sacada de uno de los geniales libros de El Pequeño Nicolás de Goscinny, concretamente el de Las Vacaciones del Pequeño Nicolás, en el que los niños del campamento de verano le pedían a monitor que les contase un cuento para echar la siesta y éste comenzaba con “Erase una vez, en Bagdad la magnífica, un califa muy bueno, pero que tenía un visir malísimo…”. Y ya ven, la tontería ha dado para una treintena de historias hasta la fecha.

El tamdem de autores se mantuvo hasta el fallecimiento del guionista (es complicado escribir desde el más allá. ya saben…) pero el dibujante continuó con la serie y la verdad es que no se nota demasiado su ausencia en los guiones, al menos en mi humilde opinión. Y así continuó hasta que Tabary falleció en el 2011 llegando al tomo 27. Pero he comentado que hay una treintena de historias ¿se trata de material inédito encontrado en el fondo de un baúl? ¿han usado una medium para contactar con el más allá? Pues no, es algo más sencillo que ésas tonterías. Nicolás, el hijo de Jean Tabary es el que ha “heredado” al personaje y se ha encargado de realizar ésas tres entregas inéditas todavía en nuestro país.

En cuanto a ediciones, la verdad es que hemos contado con unas cuantas. La que yo tengo en casa es el coleccionable que sacó hace diez años Planeta deAgostini que recopilaba hasta ese vigesimoséptimo tomo. Actualmente Trilita lo está publicando en integrales a razón de cuatro historias por tomo con el firme propósito de completarla en siete entregas y con el razonable precio de 38 euros por integral (menos de 10 euros por historia). Desconozco si llegará a lo inédito, pero si es así me veo soltando la pasta para completar la colección…

Ah! Y en el apartado audiovisual el personaje cuenta con serie de animación y un film francés hecho con personas (vamos, que no es de animación) que es bastante maluso pero con el puntillo patrio de que sale la Srta. Pataky.

Lo dicho, denle una oportunidad. De pequeño lo aborrecía y a día de hoy me encanta. Y recuerden…