En el año 2008 veía la luz Crossed, un tebeo de Garth Ennis para Avatar Press donde daba su visión particular al genero de zombies/infectados. En la serie original la humanidad se iba a tomar por saco por culpa de un virus que desataba en la gente sus instintos más primarios. Los cruzados de Ennis son unos asesinos depravados inmorales dispuestos a cometer cualquier atrocidad por pasar un rato divertido. Los personajes ideales para que el irlandés diera rienda suelta a todas las barbaridades que se le pudieran ocurrir —que, conociéndolo, no son pocas.

El éxito de la serie inicial —publicada originalmente en España por Glenat y muy pronto reeditada por Panini— vino acompañada por un aluvión de nuevos tebeos ambientados en el universo de Crossed. Algunos mejores, otros peores, todos estas obras siguieron dando vueltas al mismo concepto sin aportar nada demasiado original.

Alan Moore llegó a finales de 2014 a este universo y, una vez  más, con Crossed +100 lo puso todo patas arriba. Decidió llevarse la colección al futuro, 100 años después de los hechos mostrados en la serie original, y demostró que aún era posible darle una vuelta de tuerca más a los cruzados de Ennis y contar historias realmente nuevas.

En los seis primeros números de Crossed +100 Moore nos presentaba una sociedad post-apocalíptica en reconstrucción, donde los cruzados estaban prácticamente extinguidos —sus instintos homicidas y su falta de inteligencia los había condenado a ello. Sin embargo, a través de los ojos de la archivista Future Taylor, descubríamos una amenaza latente para esa nueva humanidad: un grupo de cruzados inteligentes dispuestos a conquistar el mundo.

El trabajo de Moore en estos números es brillante (aquí la reseña del compañero Laintxo del primer tomo recopilado por Panini). Una sociedad que lucha por tener un futuro y  a la vez intenta entender el pasado de una humanidad perdida en el apocalipsis. La evolución del lenguaje, los nuevos usos y costumbres, la religión… todo forma un tapiz entrelazado que da consistencia al mundo creado por Moore. Y el viaje de Taylor en el que descubrimos esa nueva amenaza es realmente sorprendente, jugando con elementos de ese pasado perdido. Un gran cómic, en definitiva, que demostraba que Alan Moore, cuando quiere, sigue estando en una gran forma.

Tras estos primeros números Moore dejó perfilados los esquemas argumentales del futuro de la colección y le cedió las riendas a Simon Spurrier. El segundo tomo de Crossed +100 recogía los seis siguientes números (7-12 USA) y se dedicaba a cerrar algunas de las tramas planteadas por Moore. Aunque perdía algo de la frescura y sorpresa inicial, la historia aguantaba el tipo bastante bien.

¿Qué podemos esperar entonces de este tercer tomo de Crossed+100? Vamos a verlo.

Crossed + 100 n.17 USA (variante Whisful Fiction)

Crossed +100, 3

En este tercer tomo (n. 13-18 USA) Simon Spurrier sigue a cargo de los guiones, acompañado al dibujo por Rafael Ortíz, que se unió a la colección en el número 10 USA y por Martín Túnica, que sustituye a Ortiz a partir del 15 USA. Nos encontramos de nuevo con un salto temporal de cinco años tras lo visto en el final del segundo tomo. Para la mayoría,  la amenaza de los cruzados inteligentes quedó solventada. Sin embargo Future Taylor los considera todavía un peligro muy real. El hallazgo de un nuevo diario de Beau Salt (el creador de los cruzados 2.0) no hace más que confirmar estas sospechas. En esta ocasión los escritos de Salt están encriptados y según la archivista Taylor va rompiendo códigos, nosotros vamos aprendiendo más sobre el plan de los cruzados.

A la vez que descubrimos más detalles del origen y el plan de los cruzados de Salt, también vamos viendo como la humanidad ha seguido avanzando por crear un futuro mejor. Pueblos más cohesionados, unidos por ese enemigo común en la sombra. Encontramos más desarrollo tecnológico (radio, trenes, etc). Y, de nuevo, esa búsqueda de las migajas del pasado perdido por parte de los archivistas.

No quiero entrar en demasiados detalles de la trama, ya que el tomo contiene bastantes sorpresas que es mejor no reventar en una reseña. En este arco argumental vuelve a estar presente esa sensación de amenaza oculta que tenían los números de Moore. Spurrier maneja bastante bien esa presión creciente hasta que estalla en el número final, dejándote con unas ganas tremendas de saber como continuará la historia.

Si hay un tema que unifica este tomo diría que es el de la convivencia. La convivencia con los que son distintos a ti, con distintas ideas y formas de ver la vida. A veces por pura necesidad, por conveniencia o por obligación, el futuro pasa por saber compartir tu vida diaria con seres completamente ajenos a ti. Y el como puedes llegar a amar a alguien al que en principio desearías la muerte.

Por otro lado, continua el juego de referencias y homenajes a obras de ciencia ficción que inició Moore. El más obvio es el de los título de cada cómic, pues todos son novelas o relatos del género. Por ejemplo, el que da título al tomo,  Una mirada a la oscuridad, hace referencia a la novela de Philip K. Dick (por cierto, mencionar que existe una adaptación cinematográfica de lo más curiosa de esta novela, hecha en rotoscopia y protagonizada por Keanu Reeves y Robert Downey Jr.). Pero hay muchas más: desde el texto que uno de los personajes lleva tatuado en la frente hasta cosas como el propio personaje de Beau Salt, que con sus planes a largo plazo no deja de recordar a una versión retorcida del Hari Sheldon de Fundación.

Respecto al trabajo de los dibujantes, es correcto sin más. El cambio de uno a otro no se nota demasiado, aunque es posible que Rafa Ortiz sea un poco más cuidadoso a la hora de representar los rostros y la anatomía de los personajes. La narración es fluida, sin experimentos y el dibujo es dinámico cuando necesita serlo. El coloreado, por parte de Digikore Studios, funciona bastante bien en fondos y ambientes, aunque deja algo que desear en los personajes, ayudando poco a disimular algunas de las carencias del dibujo.

Crossed +100 n.13 USA (variante American History X )

En cuanto a la edición de Panini en sí, sigue la linea de los tomos anteriores: tapa blanda con solapas. Una edición cuidada y con buen aspecto. A parte de la galería de portadas, el tomo no incluye ningún extra. Quizá se echa de menos algún artículo de introducción como en el primer tomo y, sobre todo, una recopilación de las portadas alternativas de todos los números que incluye el volumen (cada número USA sale con 5 portadas distintas). Pero bueno, el precio está bastante ajustado así que tampoco nos vamos a poner excesivamente exigentes.

Por último, no quiero terminar esta reseña sin destacar el trabajo del traductor, Raúl Sastre. Si nos acordamos de ellos cuando no cumplen satisfactoriamente (un saludo, señor traductor de los cómics de Star Wars), es justo mencionarlos cuando lo hacen bien. Enfrentarse a la traducción de algo como Crossed +100 tiene que ser una absoluta locura. Con un texto lleno de conceptos inventados, evoluciones fonéticas y semánticas de términos anglosajones, juegos de palabras, etc. es inevitable que algo se pierda en la traducción. Pero sale del envite de un modo más que convincente  y hasta con nota. Así que vaya mi felicitación desde aquí.

En definitiva, este tercer tomo de Crossed +100 resulta totalmente recomendable para todos aquellos que disfrutaron del primero. Sí, es cierto que ya no está Moore y eso se nota, pero Spurrier es un suplente aceptable. Y en esta entrega creo que supera a lo que hizo en el segundo tomo y te deja con ganas de más, mucho más.