Gags de pesadilla, situaciones de una tensión insoportable, crimen y romance, inocencia y asombro. Un homenaje y una traición, al mismo tiempo, a toda una tradición historietística.

Ciudad del hampa, el divertido y pesadillesco experimento de Teddy Goldenberg, tan solo merece el adjetivo de absurdo si uno olvida que se trata de, precisamente, un cómic. Y, además, un cómic tejido con los rasgos estilísticos de los cómics de las décadas de 1940 y 1950, llenos de inocencia y asombro y en los que, paradójicamente, hoy encontramos reflejados una mezcla de horror existencial y humor involuntario.

Veintiuna historias que tienen lugar en una extraña ciudad donde la gente desaparece y reaparece al azar, se pierde, se confunde, o se convierte en estatua. Pero es solo apariencia, un telón de fondo, un engaño visual, que da fe del espíritu lúdico de un autor que reelabora las convenciones cómicas y narrativas para trasladarnos a un mundo y un tiempo «esplendíferos».