Powers: Federales. Parte 2: Iconos
Guión de Brian Michael Bendis
Dibujo de Michael Avon Oeming
Panini Comics
2015
Confieso que no soy un gran fan de Brian Michael Bendis. La mayoría de lo que toca en materia de superhéroes tiende a repelerme. Sin embargo, hay unas pocas series donde pese a todos sus tics, funciona muy bien. Es el caso de Powers que ha sobrevivido a una reconversión y a una serie de televisión bastante aberrante y a lo tonto ya lleva más de 15 años en activo. El último tomo publicado en España de la mano de Panini es el 16: Powers: Federales. Parte 2: Iconos.
Powers: Federales es algo así como una reconversión de la serie Powers de Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming, que comparte autores, ambientación e incluso protagonistas, pero con la diferencia de que en esta ocasión Christian Walker y Deena Pilgrim nos son detectives de policía, sino agentes federales. Después del arranque del nuevo estatus en el tomo anterior, Powers: Federales. Parte 1: Infiltrados, esta segunda parte nos sirve para corroborar lo que todos nos temíamos: las noticias sobre cambio eran un tanto exageradas. Puede que fuera un intento de ganar nuevos lectores, pero la sensación que transmite esta historia es la de cuidado por parte de Bendis y Oeming por sus viejos fans.
En esta ocasión la trama gira en torno a un grupo llamado los siete, que recuerda poderosamente a los grupos noventeros del estilo X-Force o Youngblood. Aparecen asesinados y las culpas recaen sobre su líder Extreme, un trasunto nada velado de Cable. Todo esto encerrará una serie de conspiraciones mucho más compleja, que es la mayor novedad que encontramos en este nuevo capítulo.
Hasta ahora la serie había funcionado como un procedimental, una especie de “el caso de la semana” si no fuera porque de la mano de la famosa descompresión narrativa, el caso de la semana viene a durar unos 6 meses. La principal novedad es que, como en los procedimentales de TV, existe una trama de fondo que en esta nueva andadura parece tomar un nuevo nivel de importancia. Las conspiraciones misteriosas parecen ahora el hilo conductor y están llevadas con el suficiente buen hacer como para que la fórmula no se gaste y nos mantenga aún enganchados. Y es que si algo no entiendo es el cambio de cabecera ‘Federales’ como si fuera una serie nueva, ya que todo los demás me invita a pensar que el público objetivo es el que ya seguía Powers antes. No hay una nueva presentación de personajes. Walker sigue como el neuras con permanente sentido de culpa y Pilgrim sigue pasándose de intensita, tal como nos tienen acostumbrados. La trama, lejos de simplificarse se densifica y diversifica. La trama de los aliens de Millenium, las consecuencias del embarazo de Deena o el nuevo devenir de Retro Girl son algunas de las líneas que se desarrollan (a veces en paralelo y otras tangentes o secantes). Si a las malas críticas de la serie de TV le sumamos los que acabamos de comentar, no termino de ver que Powers: Federales sea un buen punto de arranque para nuevos lectores, pero sí un afianzamiento de los viejos seguidores, a los que se cuida con esmero en una fórmula que aún tiene cartuchos que quemar.
Me sabe mal dejar tan poco espacio a Oeming porque es quizá lo mejor del tebeo. Su mayor problema es que sale airoso casi desde cualquier punto de vista, con lo que es complicado decir mucho más de él. A aquel dibujante de estilo cartoon, con una facilidad natural para solucionar tanto las escenas de acción como los diálogos interminables de Bendis, los años de oficio le han sentado de fábula y las carencias que pudiera tener en sus inicios han dado lugar a un resultado impecable.
Si ya conoces la serie, creo que no me hace falta convencerte. Si no las has leído, he de advertirte de que éste no es un buen punto de arranque pero puedo proponerte uno mejor, el primer tomo de Powers todavía está disponible y te envidio porque estás a punto de descubrir una gran serie.
