Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Pies Descalzos 1

Pies Descalzos 1
Guion
Keiji Nakazawa.
Dibujo
Keiji Nakazawa.
Formato
Rústica, 784 págs, B/N. 15x21 cm.
Precio
23,95€.
Editorial
Distrito Manga. 2023.
Edición original
Hadashi no Gen (Shūeisha)

Hay obras que se convierten en clásicos instantáneos y por las que no pasa el tiempo, y Pies Descalzos. Una historia de Hiroshima es una de ellas. Esta historia del bombardeo de Hiroshima, contada en primera persona, vio la luz nada menos que en 1973 en la revista Shōnen Jump y terminó de publicarse al año siguiente, siendo posteriormente recopilada en 10 volúmenes y unos años después en la que se ha considerado su edición definitiva, en cuatro tomos, y que es la edición por la que ha optado Distrito Manga. En sus casi 3000 páginas seremos testigos de la devastación que dejó la guerra en Japón, tanto a nivel físico como en sus secuelas morales, que muchas veces son incluso peores que las físicas. Pies Descalzos 1 es un grueso tomo de 784 páginas, que se lee en un abrir y cerrar de ojos…


La obra gira en torno de Gen Nakaoka, el alter ego del propio autor, que sufrió los estragos de la bomba atómica de Hiroshima cuando tan solo tenía 6 años. En este primer tomo se nos cuenta tanto cómo afectó la guerra al país antes del bombardeo del Enola Gay hasta la recomposición tras la rendición de Japón. Y se nos cuenta desde el punto de vista de Gen, y su familia, pero también del de otros personajes secundarios que acaban mostrando otra cara de los hechos.

Decir que la obra es devastadora es quedarse corto. Lo que cuenta no es nada amable, y tampoco el autor escatima en detalles. Ya nos va metiendo en harina con esa primera parte del tomo en la que se nos cuenta cómo la familia Nakaoka es tildada de antipatriota por oponerse a la guerra y evidenciar lo absurdo de adoctrinar en el odio y enviar a miles de ciudadanos a morir por una causa en la que poco tienen que ver. Son muchas las situaciones que tendrán que sufrir simplemente por expresar su opinión, provocando ser poco menos que los apestados de su ciudad y tener que arrastrar la etiqueta de antipatriotas.


Si ese comienzo resulta desagradable y desata la impotencia en el lector, cuando por fin se desencadena la masacre atómica es cuando sale a la superficie lo autodestructivo que es el ser humano y cómo el instinto de supervivencia a veces nos hace perder por completo la humanidad. Son escenas, insisto, muy explícitas en las que se pueden ver los efectos del Síndrome de irradiación aguda: pérdida del cabello, vómitos sanguinolentos, diarrea, manchas en la piel… y eso sin contar con los propios efectos de las quemaduras de la bomba que provocó que muchos de los ciudadanos acabaran con la piel literalmente derretida, con las posteriores secuelas de infección de las heridas.

Ante una situación sanitaria como esa, la desigualdad se hace patente, y aflora el clasismo, la xenofobia o las propias diferencias políticas… y ahí es cuando la sangre del lector entra en ebullición con lo que está leyendo. Ver cómo, en lugar de hacer piña y ayudarse unos a otros hay quien se niega a ayudar por no poder pagar comida, alojamiento o cuidados médicos; hay quien se aprovecha de las desgracias para robar; o se niega a ayudar a quien más lo necesita por no sacrificar ni una mínima parte de sus raciones de comida es algo muy duro de leer, más aún que las propias secuelas médicas. Y sí, estamos ante una obra de ficción, pero no podemos evitar pensar que Keiji Nakazawa vivió aquello en primera persona cuando era un niño, y tener la sensación de que no todo es inventado.

Como ya sucedía con Adolf, de Osamu Tezuka, una de las cosas más desconcertantes que tiene esta obra es su estilo de dibujo. Nakazawa tiene un dibujo de trazo limpio y rostros que nos hacen recordar el cómic infantil y la animación dirigida a los más jóvenes. Son numerosas las expresiones hiperbólicas y por momentos son situaciones muy cómicas. Por eso, cuando realmente llegan las escenas más duras, para el lector es absolutamente descorazonador y el impacto es mucho mayor que si tuviera un estilo mucho más realista. Aún así, está dibujado con una narrativa trepidante que hace que la lectura de estas casi 800 páginas se puedan afrontar en apenas 2-3 jornadas de lectura.


En definitiva, Pies Descalzos 1. Una historia de Hiroshima es una obra imprescindible. A la altura de joyas de la literatura y el cómic como Las cenizas de Ángela, Maus o Adolf, cuenta la peor de las tragedias desde la inocencia de un niño que tiene que ir sorteando continuos obstáculos de la peor naturaleza humana para preservar esa inocencia y esa bondad, aunque a veces se lo pongan demasiado difícil. La edición de Distrito Manga es robusta y mantiene bien la lectura, a pesar del grosor del libro. Una lectura imprescindible, de esas que te hacen disfrutar sufriendo y que no parece que tengan los cincuenta años que tiene…

Lo mejor: 800 páginas que se leen sin darte cuenta. Lo explícita que es, sin pecar de morbo, pero manteniendo un realismo que desagrada.

Lo peor: De esas obras que te tienen de mala leche todo el tiempo por lo mala que puede llegar a ser la gente.

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