Saludos, queridos lectores. Me pilláis leyendo el periódico recien recogido. Es que me lo dejan en la puerta de la mansión. Ya sabéis, repartir periódicos es una forma como cualquier otra de que unas chicas adolescentes ganen un dinerillo. Ah, las Paper Girls…
Planeta Cómic nos trae un tomo que recopila los cinco primeros números de esta serie. Es una serie a la que le tenía echado el ojo desde hace tiempo, pero el formato grapa no me atrae demasiado. He leído muy poco de Vaughan y no soy un seguidor compulsivo de cualquier serie que esté ambientada en los años 80 por esa simple razón. Pero los comentarios me animaban. «Te va a gustar, Lamastelle«… «Esta es de las que te gustan«… Y el dibujo de Chiang no me desagradaba. Aunque si es cierto que el color de Willson me parecía muy fuerte.
Y llegó el dia en el que el tomo de Paper Girls apareció en lo alto de la pila de lectura (que no es una metáfora, sino una columna real de cosas apiladas). Y me lo leí de un tirón. Y me quedé con ganas de más.
El guión nos cuenta una historia que transcurre en una sola noche. Llena de sucesos, peligros y aventuras. La velocidad de la historia es brutal, sin darnos pausa. Incluso las escenas más calmadas hacen avanzar la acción. Vaughan no nos deja mucho tiempo para pararnos y pensar en lo que está pasando. Como una quinta chica más de este grupo de cuatro repartidoras de periódicos, observamos la acción con sus mismos miedos y dudas. Es cierto que tenemos acceso a historias paralelas de otros personajes, pero es muy poco lo que se nos explica en ellas.
Tenemos cinco grapas aquí, y cada una de ellas termina con un cliffhanger. Leídas todas juntas esto no corta el ritmo ni la historia (aunque algunas de las escenas paralelas alarga el suspense del final del número anterior). Pero leer esta coleción en grapa tiene que ser un infierno. Me hago viejo y ya no tengo paciencia para esperar mucho tiempo a saber lo que va a pasar :-).
La protagonista es una chica que nos creemos, con la que nos identificamos desde el momento que se despierta y habla con su hermana pequeña en la litera de abajo. O al menos, a mí me ha pasado. La escena en la que abre el paquete de periódicos y los prepara con gomas para tirar desde su bici me conquistó. Nos mete en un mundo realista y costumbrista, poniéndonos a su lado en esa primera noche de repartidora. Pero lo hace de forma rápida e integrada, sin que se nos haga pesado o lento de leer. Ahí me quedé con la boca abierta, con ese detalle.
Y en general las chicas son chicas que nos parece que pudimos conocer en esa época y en ese lugar. Evidentemente, en un grupo cada una asumirá un rol o papel. Podemos temer caer en los tópicos, pero el autor parece evitar ese problema. y aún así, todo nos resulta familiar, como un recuerdo. El autor nos habla de una época concreta, de un mundo en concreto. De un tipo de historia concreto. Y lo seguimos en ese juego.
Sobre la parte de fantasía novoy a desvelaros mucho. Simplemente notaremos que todo parece apelotonarse, ir demasiado rápido, sin que entendamos nada…Que es lo que sienten nuestas chicas repartidoras. Me está dando la sensación de que cuando la obra acabe y la relea entera, de un tirón, todo encajará ensu sitio.
El dibujo es bonito y agradable. Casi siempre a caballo entre el realismo y el realismo pasado por el filtro de la animación. Tiende a veces al minimalismo, a reflejar una cara con unas curvas y unos puntos, pero otras veces este efecto desaparece.
Lo que más me ha gustado es la expresividad de los rostros. Sin sacarle mérito a los escenarios o a las escenas de acción, esas caras están llenas de vivas. Y con sensaciones auténticas, creibles. Mohines reales, ojos expresivos. Me han encantado las caras.
Pasemos al color. A mis ojos, es un color fuerte y cargado. La acción transcurre de noche, en interiores y en exteriores iluminados por las farolas y la Luna. Me ha llamado la atención la ausencia de estrellas. Cuando yo era un niño podíamos mirar al cielo en una ciudad y ver las estrellas…
Por momentos venían a mi mente las palabras «noche americana«, quizás por los tonos azules del ambiente y la limpieza de los rasgos de los personajes. La paleta viaja entre los azules y los rojizos, aunque algunas escenas tienen un color que parece fuera de lugar, como remarcándolas o diferenciándolas del resto. Como el efecto que tendría un cambio de plano muy marcado en una película.
Hay, sin embargo, un detalle del uso del color que me ha encantado. Los lectores que recorráis estas páginas os podréis fijar en el flequillo de Mac (una de las chicas, la rebelde del grupo). Fijáos bien cuando el color imita la transparencia del pelo, dejando ver su cara…
La edición incluya las portadas de las grapas (en su sitio, cada una al principio de su parte de la historia), una introducción de José Torralba y una simpática sección sobre los autores, donde aparecen en plan anuario de instituto, con fotos de adolescentes (no sé si reales o no, la verdad). Un detalle original.
Y no quiero olvidarme ni de Jared Fletcher, que se encargó de la rotulación; ni de Diego de los Santos, que ha traducido esta historia.
Para terminar, permitidme que os deje este enlace. Si lo seguís podréis ver el proceso completo de dibujo y coloreado de varias de las páginas de Paper Girls. No necesitáis saber inglés, solamente tenéis que recrearos en las imágenes.
¿Por qué leer Paper Girls 1?
La historia te engancha desde el primer momento. Los personajes son creibles. El dibujo es muy expresivo y dinámico.
¿Por qué no leer Paper Girls 1?
No te interesan las historias de ciencia ficción ambientadas en los años 80 (ni ese estilo de narrar). La historia no termina aqui. (Por cierto, en el tercer trimestre de 2018 se espera el segundo tomo).