Encorvado sobre el escritorio, pincel en mano, ‘pariendo’ la enésima sátira sobre lo que somos. Así, día tras día; más de seis décadas. Levantándose al amanecer, diseccionando el periódico… pensado hacia adónde lanzar su dardo. “A todo lo que he aspirado es a ser dibujante de humor de un diario”, dijo a los 90 años. Misión cumplida, Mingote.
El resto de la noticia, en El Mundo.
Descanse en paz.