Por tercera vez en la colección The Amazing Spider-Man asistimos a un número 1. El primero corrió a cargo de Stan Lee y Steve Ditko en 1963, el segundo de Howard Mackie y John Byrne en 1999 y ahora le tocó el turno a Dan Slott y Humberto Ramos (con historias complementarias de Christos Gage, Joe Caramagna dibujadas por Javier Rodríguez, Giuseppe Camuncoli y Chris Eliopoulos) en 2014 abrir volumen. Marvel Saga El Asombroso Spiderman 46. La suerte de estar vivo incluye los primeros ocho números de este nuevo volumen, teniendo en cuenta que el primer número es de mayor extensión, con 36 páginas.
El cine volvió a influir en las colecciones de cómics. En esta ocasión, se estrenaba la secuela de The Amazing Spider-Man de Marc Webb, y la serie principal del arácnido estaba protagonizada por un Spidey con la mente del Doctor Octopus. Slott afirma que no tuvo ninguna presión para escoger a Electro como villano de este primer arco, aunque como decía Shrek, voy yo y me lo creo. Sea o no una fantasmada (más) de Slott… ¿qué mas da? El guionista se inventa una excusa para proporcionar ese aspecto azulado tan alejado de su imagen clásica y, casualmente, tan cercano a la versión cinematográfica, protagonizada por Jamie Foxx, pero nos plantea una historia muy divertida, genialmente escrita y en la que demuestra su versatilidad y la capacidad de recopilar toda la información necesaria e ir dosificandola para que todas las tramas sigan completamente vivas.
Slott lo borda escribiendo esta colección, y escribiendo a estos personajes. Venimos de un año y pico de Spiderman Superior, con una personalidad radicalmente diferente. En apenas unas páginas, se las arregla para que reconozcamos a nuestro Peter, a que nos alegremos porque haya vuelto (a pesar de lo disfrutable que ha sido la anterior etapa) y a que nos demos cuenta de lo mucho que lo hemos echado de menos. Suelta tres chistes, y mete la pata dos veces y te das cuenta de lo diferentes que son Otto y Peter. Y no necesita más. No vuelve al chiste una y otra vez… en su lugar, prefiere centrarse en el impacto que ha tenido este cambio de personalidad en los seres más cercanos: desde Anna Maria, a los Vengadores, a J.J., a los chicos de Industrias Parker o a la propia Mary Jane. Y tiene tiempo para meter escenas aparentemente casuales en las que recapacita sobre algunos de esos personajes. Una de las viñetas que más me ha gustado de estas casi 200 páginas es aquella en la que Peter ve lo que ha sufrido Mary Jane cada vez que estaba en peligro. Certero como pocos. Igual que cuando Peter habla con el Capi sobre la sensación de haberse perdido los últimos 20 meses de su vida y el Capi usa una referencia literaria de Washington Irving. Qué gran manera de definir al personaje…
Los villanos de la historia son el citado Electro, y la Gata Negra. Lo que decía antes: Slott aprovecha esa historia no impostada sobre el eléctrico villano para hacerle cómplice de un personaje al que el Spiderman Superior humilló y trató como pocos hubiéramos apostado a priori. Felicia está dolida, se siente vejada por cómo la machacó y la encarceló delante de todo el mundo y busca venganza.
Pero… ¿pensabais que con todo lo que llevo resumido tiene Slott suficiente para llenar un arco de seis números? No, como eso le parecía poco, nos presenta a una chica a la que picó la misma araña radiactiva que Peter… pero que ha sufrido una vida radicalmente diferente a la de nuestro arácnido amigo y vecino. Slott crea en este arco a uno de los personajes que mejor calado ha tenido en la franja más joven de lectores, Spider-Gwen aparte: Seda. Y para hacerlo, a pesar de recurrir a una trama con cierto tufillo a tropo del cómic, demuestra su vasto conocimiento del universo arácnido recurriendo a tramas de la etapa de Straczynski y aportando esa sensación de historia lineal que tanto cuesta en una colección que lleva en los kioscos y tiendas especializadas casi sesenta años.
El tomo se completa con un pequeño arco argumental en el que Spidey conoce a Kamala Khan en un intento de dar un impulso a un personaje que, por aquel entonces llevaba tan solo unos meses protagonizando su propia cabecera. Una historia sencilla y con un objetivo muy evidente, escrita por Chistos Gage y dibujada por un Giuseppe Camuncoli tan efectivo como siempre, a pesar de que dibuje a una Anna Maria que resulta mucho menos creíble que la de Humberto Ramos (la de Camuncoli parece una niña en lugar de una persona acondroplásica).
En definitiva, Marvel Saga El Asombroso Spiderman 46. La suerte de estar vivo sigue siendo un absoluto derroche de talento por parte de Dan Slott. Un arco argumental al que, con otro guionista, le habrían sobrado fácilmente dos de sus seis números, pero que con Slott hace que no te importe porque, a pesar de que la trama de Electro y Gata Negra avance de manera más dilatada, estás disfrutando con todo lo que sucede alrededor, y estás viendo escenas que, aunque parezcan no tener demasiada importancia, sí la tienen, para enriquecer todo el universo de personajes secundarios que tiene esta etapa.
Lo mejor: Lo genialmente caracterizados que quedan los personajes con Slott. Ver a Spider-Man en escenas ridículas nuevamente. Los diálogos y el mini-chiste-recurrente de la telaraña más duradera en los calzoncillos.
Lo peor: Si lo analizas fríamente, al arco principal puede sobrarle algún número, aunque no te importe por lo entretenido que resulta. El team-up con Kamala es algo pobre.