En la edición en castellano de cómics procedentes de editoriales extranjeras, a menudo se pierde información. Al margen del idioma original en que fue concebida la obra, lo cual es imprescindible en el mercado nacional, hay contenido adicional que no es estrictamente parte del cómic que no se reproduce en nuestras ediciones. El caso más evidente serían los anuncios, aunque no tienen interés más allá del contexto histórico en el que se publica originalmente cada cómic. Pero también hay columnas editoriales, cartas de los lectores y similares que aquí en contadas ocasiones hemos podido leer. Por ello, Panini ha lanzado la línea Marvel Facsímil, en la que se reproducen en grapa, con la portada original y con una selección de textos originales ciertos cómics con una trascendencia especial en la historia de la Casa de las Ideas.
El primer número de esta nueva colección reproduce los números 180 y 181 de la serie The Incredible Hulk, editados originalmente en 1974, en los que tiene lugar la primera aparición histórica de Lobezno, uno de los personajes más populares de la editorial.
La inclusión de dos números en este primer número de Marvel Facsímil tiene sentido por dos motivos. El primero, que aunque la primera aparición de Lobezno tiene lugar en el número 180, todo lo que vemos del personaje en ese cómic es exclusivamente la última viñeta, en la que aparece a modo de cliffhanger. Y el segundo, que la historia en la que vemos por primera vez al mutante de las garras es un mini arco argumental de dos números, con lo que tenemos la historia completa aquí.
A estas alturas, la historia es de sobra conocida por todos. En sus andanzas por Norteamérica, Hulk acaba en los bosques de Canadá, donde se encuentra con el Wendigo, una criatura bestial que había debutado en la serie del Coloso Esmeralda un año y medio antes y al que no se había vuelto a ver desde entonces. Pero Hulk es detectado por una división secreta del ejército canadiense, que envía a la zona a un agente mencionado por primera vez como Arma X. Y a partir de ahí, se monta una pelea a tres bandas que acaba… bueno, los que ya conocen la historia ya saben como acaba, y los que no… no se lo vamos a reventar aquí.
El valor de este cómic, más allá del debut de un personaje que ha hecho historia dentro y fuera de las viñetas, es limitado. El guion de Len Wein es totalmente hijo de su época, muy similar a lo que se hacía en Marvel a mediados de los 70, aunque lejos de la calidad que el mismo escritor había demostrado pocos años antes en La Cosa del Pantano. Y el dibujo corre a cargo de Herb Trimpe, un autor que en su día tuvo su aquél, pero cuyo estilo no ha envejecido precisamente bien. Además, incluso dentro de estas mismas páginas tiene un acabado notablemente irregular.
Lo que tiene de especial esta edición son precisamente los textos de apoyo que la acompañan y nunca habían sido vistos en ninguna de las ediciones anteriores (a saber: La Masa vol. 2 nº4 de Vértice, La Masa vol. 3 nº39-40 de Vértice, Pocket de Ases nº26 de Bruguera, complementos de Lobezno vol.1 nº1-5 de Fórum, Biblioteca Marvel: Hulk nº21-22 de Panini y Marvel 75 años: La era clásica de Panini). Tenemos las columnas de Stan Lee, Stan’s Soapbox, correspondientes a los dos números, una selección de noticias (sí, en los tiempos antes de internet solían aparecer noticias del mundo del cómic en las páginas de las publicaciones de las editoriales) y la sección de cartas de los lectores, titulada en este caso Paquetes postales para Piel Verde. Pero esta sección no es la de los números aquí incluidos, sino la del número 184 de la serie, en la que se pueden leer las primeras reacciones de los lectores a la aparición del mutante canadiense. Se completa el número con un muy interesante artículo de tres páginas de Julián Clemente contextualizando el número en su época y relatando curiosidades sobre el origen de Lobezno.
Y a partir de aquí… Lobezno volvió a aparecer en la primera página de The Incredible Hulk nº182 y no se volvería a saber de él hasta pasados cinco meses. ¿Su siguiente aparición? Un tal Giant Size X-Men nº1, y el resto es historia. Y para la línea Marvel Facsímil, ya están anunciados dos números más. La muerte de Jean Grey (The X-Men nº 137) y la primera aparición de Kamala Khan (Ms. Marvel nº1)
En resumen, tenemos aquí un interesante experimento al estilo de la línea True Believers de Marvel, que si bien no es una reimpresión literal traducida del cómic original, introduce un material que tiene su interés como ejercicio de contextualización histórica (¡Jim Starlin nominado a un premio como mejor nuevo talento!) que se pierde en las ediciones habituales de clásicos en castellano. Una iniciativa muy interesante que ya veremos hasta dónde nos lleva.