Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Mariano de la Torre… haciendo migas con Salvi

Hola a todos y bienvenidos a «… haciendo migas con Salvi», una nueva sección de entrevistas a dibujantes, entintadores, coloristas, etc. que desde hoy llevaré para Es la hora de las tortas!!!. Mi intención no es otra que acercaros a estos artistas tanto a nivel profesional como personal, ya que a veces se nos olvida quien hay detrás de ese trabajo y creo firmentente que es muy interesante conocer una parte de esa persona.

Hoy me toca presentar a Mariano de la Torre, un dibujante con el que pude charlar el pasado mes de diciembre y que lleva toda la vida ligado al lápiz e intentando después de tanto tiempo seguir evolucionando como artista sin perder esa ilusión por lo que hace, algo que queda patente en su última creación «Renegades: En los Albores de la Tempestad».

Os dejo a continuación con este primer encuentro, que espero que sea el primero de muchos otros que quedan por llegar, y os emplazo a que nos visitéis de nuevo mañana ya que tendremos una master-class a cargo de Mariano como complemento a la entrevista que podéis leer a continuación.

Mariano de la Torre

MARIANO DE LA TORRE: BIOGRAFÍA

Mariano de la Torre es un dibujante español, nacido en Santa Coloma de Gramenet el 8 de febrero de 1973. En la actualidad vive en Cardedeu (Barcelona) con su mujer Encarna y su perra Dena. Desde muy pequeñito sus progenitores observaron sorprendidos como el pequeño Mariano se esmeraba en llenar libretas y más libretas copiando imágenes de sus tebeos favoritos, sin importar que fueran Don Mikis, Mortadelos o toda una legión multicolor de superhéroes. En 1987 sus pacientes padres decidieron apuntarle a la Escola Joso y, como se suele decir, el resto es historia: bachilleratos, selectividades, carreras frustradas, cómic, estudios de animación, cómic, publicidad, cómic, un poco de cómic y la Joso, siempre la Joso, primero como alumno y después como profesor después de cumplir con sus deberes militares para con la patria. Y hasta hoy.

A lo largo de los años ha trabajado en en el mundo de la animación, la publicidad y en editoriales como Planeta, su primera oportunidad en un trabajo remunerado, Semic, Devil’s Due o Powerful Press. Y siempre compaginándolo con las clases como profesor en la Escola Joso, desde hace más de catorce años, su segunda casa.

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PREGUNTA: Mariano llevas muchos años (14) dando clases como profesor. Los alumnos llegarán con mucha ilusión… ¿Con qué idea llegan y qué crees que es lo que descubren durante el aprendizaje? ¿Cómo es el contacto con ellos? ¿Qué tipo de asignaturas has ido dando durante este tiempo? ¿Ha pasado algún alumno por tus clases que hoy día estén publicando? ¿Te sigue pidiendo consejos?

RESPUESTA: La Escola Joso, a pesar de ser famosa por la enseñanaza de cómic, tiene un abanico de cursos muy amplio. Uno de los más completos es el de Art Gràfic, un curso completísimo de cuatro años en el que la gente sale preparada para trabajar en los más diversos aspectos de la indústria gráfica. En esos cursos, me ocupo de enseñar dibujo a los alumnos de primero, desde un punto de vista lo más clásico y realista para que tengan una buena base sobre la que luego crecer. También me he ocupado y ocupo de diferentes cursos de cómic propiamente dicho, en los que intento transmitir toda la riqueza y la infinidad de detalles que hay tras la creación de una historieta, y lo difícil y apasionante que es trabajar en este mundillo tan infravalorado en demasiadas ocasiones.

El contacto con los alumnos es por lo general gratificante, permitiéndote conocer a infinidad de individuos diferentes, con diferentes inquietudes, a los que, con un poco de suerte tienes la oportunidad de aconsejar u orientar en la dirección que puede resultar más interesante para ellos. Aunque como te decía antes, yo los conozco en el primer curso, cuando empiezan, y me conformo con darles una base lo más sólida posible y sobretodo, una disciplina y un respeto por el trabajo que ojalá les ayude en el futuro.

Sobre alumnos que superan a los maestros, claro, siempre los hay, a Dios gracias. Seguro que unos cuantos, pero el que tengo más fresco en mi mente ahora mismo es Julián López, actualmente trabajando para DC Comics, un tipo encantador al que ya se le veía un potencial enorme cuando entró en Joso y al que intenté animar y orientar en todo lo que pude, sobretodo en sus momentos más bajos, que todo alumno tiene, especialmente cuando intenta combinar trabajo y estudios. Es un gustazo ver lo que está haciendo ahora en una de las editoriales más grandes del mundo. Y está claro que no me pide consejo. Más bien se lo podría pedir yo a él 🙂

P: ¿Cuándo te llegó la oportunidad de poder dibujar profesionalmente?

R: El primer trabajo pagado con cara y ojos me «cayó» en 1994 si no recuerdo mal. Se trataba de un «portafolio mutante», una de aquellas galerías de ilustraciones de autores más o menos noveles que acompañaban los cómics de X-Men y que dieron la oportunidad de enseñar su trabajo al mundo a gente como Jesús Merino, Rafa Garrés, Marcos Martín, Sergio Sandoval o a un humilde servidor.

P: Has trabajado para editoriales americanas como por ejemplo Semic, Devil’s Due o Powerful Press. ¿Cómo ha sido y es tu relación con ellas? ¿Qué tipo de proyectos has realizado para ellas? ¿Se nota mucho el cambio de trabajar de una editorial a otra? ¿Con cuál te has sentido más cómodo?

R: Semic es una editorial francesa para la que curiosamente realicé un par de historias de superhéroes (yo siempre yendo al revés del mundo: superhéroes en Francia y ciencia ficción en los USA. No tengo remedio). En un principio había posibilidades de hacer varias cosas, incluída una serie llamada Strangers (en la que trabajó por ejemplo Manuel García), pero finalmente fueron dos historias de veintidós páginas con dos personajes de la casa que aparecieron en su línea de pockets. Lo mejor sin duda fue el trabajo con Jean-Marc Lofficier, el guionista y Thierry Mornet, el editor, con el que actualmente sigo teniendo un trato excelente.

Con Powerful Press tuve una relación de unos cuantos años. Era una indy muy indy y atípica, pero con la que me sentía razonablemente a gusto trabajando porque nos entendíamos bien y el ritmo de trabajo era el que me iba bien. Para ellos hice casi de todo: historias largas, historias cortas, diseños, logos, pin-ups en blanco y negro y en color… Aprendí unas cuantas cosas por mi cuenta y mirando atrás, me sirvió para no tenerle miedo a casi nada. Y para ser una indy, mientras funcionaron no pagaban mal.

Para Devil’s Due sólo hice un número de Dragonlance, pero también fue toda una experiencia. Fue increíble producir un número al ritmo de la industria americana «mainstream», algo a lo que no sé si algún día podría acostumbrarme y que casi acaba conmigo. Hay páginas de ese trabajo que aún se pueden ver en mi web pero en general hay muchas cosas que habría hecho diferente si hubiera tenido un poco más de tiempo y sobretodo, de experiencia. Lo mejor, de nuevo, trabajar con un ex-editor de Marvel (actualmente guionista): Mark Powers.

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P: ¿Cómo es un día en la vida de Mariano de la Torre?

R: Depende mucho de qué día de la semana es. Si me toca dar clase en la escuela, toca madrugón para sacar a la perra antes de salir con mi mujer para nuestros respectivos trabajos. Volvemos un poco tarde, comemos… no sé, vida normal de pareja joven supongo.

Si no tengo que ir a dar clases, dispongo del día a mi antojo, dependiendo de lo que corra más prisa en ese momento. Me gustaría dedicarle más tiempo a dibujar y seguir progresando como artista pero últimamente, con el proyecto editorial, siempre hay algo que hacer, y hay días que me paso literalmente el día sentado al teclado del ordenador atando cabos sueltos, mandando emails y cerrando temas de lo más variopinto. La verdad es que no tengo tiempo de aburrirme.

P: ¿Ha habido etapas que hayas tenido que simultanear varios trabajos con o sin relación con el cómic para poder pagar las facturas?

R: Se podría decir que llevo toda la vida así 🙂 Como te decía, llevo muchos años trabajando en la Escuela Joso, que poco a poco se ha convertido en mi primera ocupación. Es una relación de más de catorce años y un trabajo que me encanta por el contacto con las nuevas generaciones de futuros artistas. No voy todos los días pero me absorbe un buen porcentaje de mi tiempo útil.

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P: Hace unos años te encargaste de realizar un webcomic llamado The Veil para una editorial americana. ¿Cómo estaba planteado el proyecto inicialmente? ¿Qué problemas surgieron durante el desarrollo?

R: The Veil fue una historieta corta que hice para Powerful Press hace ya unos cuantos añitos. Eran unos personajes y conceptos suyos que querían desarrollar y al parecer no quedaron olvidados después de aquella pequeña historia porque a finales del año pasado me propusieron un proyecto largo partiendo de aquella idea. El proyecto era bueno, el guión de Sean Taylor (un guionista muy válido y que, como diría Homer Simpson, «trabaja más que un castor japonés», echadle un ojo a su web http://www.taylorverse.com/) era interesante, mi trabajo creo que era bastante decente… pero todo se quedó congelado a principios de este año sin saber muy bien por qué. Supongo que problemas económicos, pero a día de hoy aún no tengo ninguna confirmación oficial del asunto.

P: Un dibujante sin contrato de exclusividad a largo plazo afronta cada nuevo proyecto como un punto de partida, a veces de nuevo hay que volver a realizar muestras para los editores ¿Llega esto a ser agotador o simplemente forma parte de la rutina del trabajo de un autor?

R: A un servidor le queda tan lejos eso de los contratos en exclusiva que casi me parece cosa de ciencia ficción. Por otra parte, a mí siempre me ha gustado enfrentarme a cada encargo como si tuviera que ser el mejor que he hecho en mi vida, así que supongo que la presión me la pongo yo solito, sin necesitar a nadie más 🙂 Pero sí, puede considerarse que forma parte de esta vida de faranduleo que llevamos.

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P: Desde hace un tiempo estás en contacto con editores de Marvel, DC, Image… ¿Por qué crees que no ha surgido después de varios años dibujando profesionalmente ningún cómic para algunas de las grandes editores americanas? ¿Qué personaje te gustaría dibujar y que harías con alguno de ellos (que seguramente censurarían)?

R: Supongo que mi estilo no le acaba de encajar a los editores americanos. Entiendo que para llegar a trabajar en ese mercado tienes que cumplir con ciertas normas, y por qué no decirlo, «standarizar» ciertos aspectos de tu trabajo, reciclarlo o adaptarlo a sus gustos. Hay muchísima gente de aquí trabajando para ellos porque aparte de su calidad intrínseca, tienen esa habilidad de adecuar su estilo al cliente. Algunos incluso, después de ese proceso, siguen siendo reconocibles y transmitiendo su personalidad, como Juan Santacruz o Ramón Bachs, cosa que tiene aún más mérito. Yo por lo visto no soy capaz de llegar a ese nivel de «realismo standard», seguramente por falta de talento 😛

Sobre los personajes… coño, es que me gustan casi todos. Crecí con ellos. Quien me conoce sabe que siempre he sido un consumidor empedernido de comics americanos desde pequeñito, así que trabajar con casi cualquier personaje sería un momento friki para mí, especialmente Hawkman o cualquier personaje de la JLA de la Silver Age.

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P: Háblame un poco de tu último trabajo «RENEGADES: En los albores de la tempestad». Su nacimiento y su desarrollo. (Por cierto, recordatorio: ¡Ya a la VENTA! :-)).

R: RENEGADES es como un hijo para mí. Es la materialización de un viejo sueño que por fín está a punto de convertirse en realidad: trabajar con tus propias creaciones y luchar con ellas por abrirte un huequecito en este extraña indústria en la que nos movemos. Es una gran ilusión, y unos personajes en los que creo y con los que me divierto mucho trabajando.

Su nacimiento se remonta unos cuantos años atrás, cinco o seis incluso. Como soy un tipo muy inquieto, siempre le estoy dando vueltas a historias y conceptos de lo más variado. A pesar de que nunca he sido fan de grandes sagas tipo Star Wars o Star Trek, la ciencia ficción siempre me ha llamado mucho la atención. Así que cuando los personajillos empezaron a aparecer de forma espontánea en una vieja libreta, decidí que estaría bien meterles en algún tipo de lío. Hay tanto que os podría contar sobre la génesis del proyecto que no acabaríamos, así que lo dejamos para un poco más adelante. Ya estoy deseando meterme de lleno en la segunda entrega y desarrollar a los personajes y sus problemas hasta los límites de lo recomendable 🙂

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P: Has creado un sello editorial Den BOOKS que tendrá como salida Renegades. ¿Por qué llegas a la conclusión de lanzarte a la autoedición?

R: Forma parte del proceso que te comentaba antes. Aparte de trabajar con tus propias creaciones, el hecho de fomar una pequeña empresa editorial era otro tema complementario que siempre me había atraído mucho. Adoro los cómic, los libros, la cultura impresa en definitiva, y por otro lado, tengo la suerte de conocer a un gran número de gente capacitadísima no sólo en aspecto artístico sino en una buena variedad de ramos diferentes, así que la idea de poner en marcha una pequeña iniciativa editorial ha estado en mi mente desde hace mucho, mucho tiempo. Tengo algunas ideas poco convencionales que me gustaría poder llevar a la práctica si las finanzas acompañan mínimamente. No negaré que algunas malas experiencias profesionales recientes pueden haber tenido un papel impulsor de la iniciativa, pero lo cierto es que la aparición de Den Books aquí y ahora no se debe principalmente a ello sino más bien a lo que te comentaba antes de mi pasión por el medio, cierto pequeño espíritu empresarial y algún importante factor personal que prefiero no comentar.

P: Desde hace varios años las editoriales españolas están apostando por publicar obras de autores noveles y de profesionales ¿Cómo es que Renegades no ha salido con alguna de ellas?

R: Eso quizá no debiera responderlo yo. Hace unos cuantos años intenté moverlo y recibí abundantes dosis de indiferencia, probablemente porque mi nivel artístico y mi total carencia de repercusión mediática, fama o como quieras llamarlo, hacían del producto por aquel entonces algo tan interesante como una nevera en el Polo Norte. Por supuesto, yo no compartía ni comparto esa opinión, así que unos cuantos años después, aquí me tienes, jugándome la pasta para intentar demostrar que puedo crear un producto interesante. Como dice una canción de Jet, «Put Your Money Where Your Mouth Is», ¿no? 🙂

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P: ¿Ves alguna diferencia entre la situación de los dibujantes hoy día a la de hace 10 años?

R: Los medios técnicos a nuestro alcance son cada vez más increíbles y te permiten abarcar una variedad de trabajos muy interesante si te reciclas un poquito y aprendes a desenvolverte con ellos. Por otra parte, internet es una herramienta de comunicación globalizada y universal que te permite llegar a una audiencia impensable hace una década en la que seguramente estaba en pleno despegue al menos en este país. Por otra parte, por estos factores y por algún otro, hay mucha más competencia ahí fuera en busca de trabajos, con lo cual siempre conviene afilar un poco el ingenio y buscar vías alternativas.

P: ¿Cuál es el momento más bizarro que has vivido relacionado con tu profesión?

R: Diez años atrás, siendo un torpe primerizo y rodeado de otros individuos de similares características, planeamos comernos el mundo con algún personaje de nuestra creación. La experiencia fue, como casi todo en la vida, agridulce. Pasamos por momentos difíciles, pero al final lo que se recuerda es la diversión y los viajes a sitios como las Jornadas de Avilés, para conocer a mucha gente interesante y pasarlo bien. El problema en mi caso es que nunca he bebido (no es un problema, pero por las noches y en según que ambientes, es casi un inconveniente). Tengo una imagen muy nítida del que era por aquel entonces mi guionista y aún hoy buen amigo, Valentín Ramón, ayudándome a cargar a nuestro entonces «editor» (por llamarle de algún modo porque era más inexperto aún que nosotros), a las siete de la mañana calle arriba y calle abajo dónde teníamos la pensión en Avilés, intentando que no cayera en una especie de coma etílico tras una noche de desfase y desenfreno alcohólico mal llevado. Para un tipo como yo, que he sido prudente y tranquilo hasta de joven, fue toda una experiencia, de verdad.

P: Hay una corriente grande de autores españoles que publican por estos lares y que te los encuentras en muchas de las publicaciones que se editan. ¿Qué opinas del hecho que sean tan prolíficos?

R: Me parece fantástico que puedan trabajar mucho. Si consiguen aunar cantidad y calidad es para estar orgulloso. No sé si te refieres a alguien en concreto, pero estaría encantado de conocer tus opiniones al respecto porque confieso estar un poco desconectado, aunque suene extraño, de los entresijos de la indústria nacional.

P: ¿Qué cómics lees actualmente?

R: Como te comentaba y aunque suene extraño, ando un poco desconectado del mercado, al menos como lector. Está claro que en mi faceta actual de «micro-editor» tengo que estar al día de lo que sale, pero leer, lo que se dice leer, no leo mucho últimamente. Siempre ando revisitando clásicos y me encantan algunas reediciones de material antiguo, como el de DC (en el The Brave & The Bold de Aparo he encontrado unos cuantos episodios de Batman que tenía en edición de Bruguera cuando era pequeñajo y que me encantaban, por ejemplo). Y sigo esperando con ilusión una edición de la Justice League de Dick Dillin, que espero que tarde o temprano caiga porque es de Justicia, nunca mejor dicho :-P. Pero ya te digo, leo poco, sobretodo por falta de tiempo. Eso sí, me miro todo lo que sale, especialmente cosas con formatos chulos e iniciativas de editoriales más pequeñas. El Jazz Maynard de Diábolo es una obra de arte, me pillé el Solo de Ediciones de Ponent, y espero con ansiedad el Versus de Polls y Beroy con Diábolo también. Cositas así.

P: Cuéntame alguna anécdota graciosa que te haya ocurrido y que no hayas contado todavía en algún salón.

R: Ahora mismo no recuerdo ninguna anécdota especialmente divertida, en serio. Soy un soso del copón que además no va mucho por los salones. Cuando era mucho más joven y aún alumno de la Escuela, junto a otros compañeros de clase hacíamos un fanzine que no estaba mal y que nos hacía divertirnos mucho en los salones. Éramos unos cuantos chicos con buena planta (yo el que menos, claro está) y con cierta labia, que nos lanzábamos a vender el fanzine y la verdad es que nos iba muy bien 🙂 Siempre sacábamos para el siguiente número.

P: ¿Qué cosas a nivel personal y profesional quedan y qué otras han cambiado del aquel joven Mariano de la Torre con respecto al de hoy en día?

R: Lo que queda está claro: mi pasión y afición por el cómic y por la cultura impresa en general, mis ganas de participar y crear en estos ámbitos y mi deseo de pasármelo bien y colaborar con la gente que quiero y admiro. Lo que ha cambiado: con la edad aprendes a relativizar y a ver que las cosas de la vida, por lo general, no son cuestión de vida o muerte y por mucho que te guste tu trabajo, que me gusta y lo adoro, no puede compararse con algunos de mis logros en otros aspectos. Como se suele decir, la vida es otra cosa, es muy breve y hay que disfrutarla al máximo.

P: ¿Cuanto tiempo hace que recogisteís a vuestra perra Dena? ¿Va perdiendo el miedo?

R: Cuando escribo estas líneas se cumplen los seis meses. Es una animal de lo más noble y me alegro de que mi mujer (el catalizador de casi todo lo bueno que me pasa en la vida) me convenciera para adoptarla. Sigue miedosilla pero poco a poco la vamos socializando y es un miembro más de nuestra pequeña família.

P: Epílogo: ¿Qué pregunta te hubiese gustado que te hubiesen hecho alguna vez y que responderías?

R: Mira, soy tan poco famoso o mediático o como quieras llamarlo, que el mero hecho de que haya alguien interesado en hacerme una entrevista y en conocer mis opiniones ya me parece un hecho excepcional. Así que sólo me queda darte las gracias a ti Salvi, y también a Rafa, por el interés demostrado desde el primer momento. Cuando te lanzas a un ruedo tan desconocido y a veces incluso tan peligroso como el de la autoedición, se agradece muy especialmente el apoyo, sobretodo moral, porque tienes días de todo tipo. Los que conocéis los entresijos de cómo se hace un cómic, sabéis lo que cuesta crear cualquier producto, sea cual sea el resultado después en cuestiones de calidad o comercialidad. Si encima no sólo creas el producto sino que lo editas tú mismo, el trabajo se multiplica y alcanza niveles de exigencia (al menos en mi caso, que soy muy perfeccionista) que pueden resultar difíciles de manejar. Está claro que nadie me ha obligado a meterme en este lío y que no puedes esperar que la gente te apoye porque sí, por tu cara bonita (más bien puedes esperar lo contrario) pero como decía antes, si hay algo de empatía de por medio, si al menos intuyes la cantidad increíble de trabajo, de horas y horas de dedicación que hay detrás de un producto como Renegades, un pequeño empujón con la promoción, como lo puede ser esta entrevista, es algo que agradezco en el alma. Muchas gracias.

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