Con la publicación del octavo tomo de la línea Marvel Gold, dedicado a recuperar las aventuras de Los Vengadores, se hace más que nunca honor al nombre de la línea. Porque amigos, el material incluido en estas casi setecientas páginas es oro puro. Para los más veteranos o nostálgicos es también un volumen muy especial, pues en él se reeditan por primera vez en tapa dura los primeros números de la primera colección que Forum dedicó a los héroes más poderosos de la Tierra hace casi cuarenta años. Esto es Marvel Gold. Los Vengadores 8: Nefaria Supremo.

Devolviendo a los Vengadores a la grandeza

Dicen que la medida de un héroe es directamente proporcional al nivel de amenaza de sus enemigos. Con este dicho uno casi daría por hecho que los villanos a los que se enfrentan Los Vengadores siempre son de primer nivel. Lamentablemente, esto no es cierto y en muchas ocasiones hemos visto como Thor, el Capi, Iron Man y compañía se enfrentaban a grupos de enemigos menos numerosos que ellos y con poderes gualtrapas. Y esto, por no mencionar la cantidad de veces que han detenido vulgares robos o atracos de bancos. Con estos referentes incluso podríamos decir que lo de “héroes más grandes de la Tierra” se les queda un poco grande. Por fortuna, Jim Shooter acabó con esta serie de situaciones facilonas.

Nefaria Supremo (o más conocida como la trilogía de Nefaria) enfrenta a Los Vengadores con un villano que hasta el momento había sido considerado de segunda fila como mucho, y cuyo mayor logro era ser el responsable del Ave de Trueno original en una de las primeras misiones de la Patrulla X tras la Segunda Génesis del grupo.

Bien, olvidad todo ello. El Conde Nefaria llega a las páginas de Los Vengadores de manos de Jim Shooter y un primerizo, pero excelente, John Byrne, para poner patas arriba a una formación de héroes que estaba pasando por horas bajas por culpa del cuestionable liderazgo de Iron Man, las dudas que esto provocaba en el Capitán América o las idas y venidas de Thor.

Leyendo estos tres números (iban a ser dos, pero George Pérez necesitaba tiempo para recuperarse) seremos testigos de un nivel de amenaza como pocas veces habían visto Los Vengadores, llegando a creernos como lectores que su derrota a manos del villano era inevitable. Ver como un villano de tres al cuarto pasa a ser casi un manipulador omnipotente al que ni Thor podía hacer daño no tenía precio.

No menos impresionante es la siguiente saga, con el mismísimo Thanos en la palestra. Aquí hicieron algo de trampa en Marvel, pues un año antes la serie dedicada a Adam Warlock fue cancelada, quedando muchas de sus tramas en el aire. Sin embargo, la insistencia de Jim Starlin y la manía de Jim Shooter de cuadrarlo todo hicieron que la ansiada conclusión tuviera lugar en dos anuales de 1977 de las series de Marvel Two In One y Avengers. El resultado fue una espectacular y contundente saga, repleta del dramatismo propio de los guiones de Jim Starlin. Con esta historia se dio carpetazo a los personajes cósmicos de la casa de las ideas durante más de una década. Luego llegaron los años 90 con Starlin con ganas de gresca.

Michael Korvac

Sin duda alguna, si hay que culpar a una historia del renacer de la colección de Los Vengadores, esa es la saga de Korvac. Durante casi un año desde el bullpen en Marvel planificaron la epopeya que enfrentó al misterioso villano Korvac con la alienación más numerosa que habían tenido los Vengadores hasta la fecha. Una planificación que no estuvo exenta de altibajos, pues George Pérez fue incapaz de afrontar el reto que suponía dibujar de manera mensual un número de personajes tan elevado y fue reemplazado en algunos capítulos por David Wenzel o Sal Buscema. Incluso el propio Shooter tuvo que ser ayudado por David Michelinie debido a sus compromisos como director editorial. Pero ni todas estas alteraciones restaron un ápice de calidad a esta cataclísmica confrontación.

Con la agradecida colaboración de Los Guardianes de la Galaxia originales, lo verdaderamente interesante fue la dimensión que adquirió la batalla, las verdaderas intenciones de Korvac y si éste era responsable o no de sus actos, así como lo que podría haber hecho de no haber sido “detenido” por los Vengadores. Con el sensacional dibujo de George Pérez se definió la épica en el noveno arte gracias a estos números. Una guerra a la desesperada donde cualquier resultado era posible, y en una época más ingenua que la nuestra, la muerte de varios o todos los personajes principales debía parecer una posibilidad. Por supuesto que el guion de Shooter, a ratos grandilocuente, a ratos intimista, favoreció al satisfactorio resultado final.

La saga de Korvac lanzaba varias preguntas al aire sobre la supuesta heroicidad de Los Vengadores, dejando un poso amargo de profundo calado en el lector que, una vez terminada la historia, podía tener varias dudas acerca de quién era el héroe y quién era el villano de la función a la que acababa de asistir.

Como hemos comentado, la publicación de la historia fue algo abrupta, obligando a incorporar subtramas y números de complemento, que incluían la aparición de villanos nada desdeñables como el Coleccionista o Ultron, por lo que hay poco que objetar en contra jajaja.

Construyendo la mitología de Los Vengadores

Pero no solo de grandes amenazas vive este octavo ominigold de los vengatas. La sucesión de guionistas que se han ido encargando de sus peripecias han ido añadiendo granitos de arena que hicieron la serie todavía más grande. Por ejemplo, en estas páginas debuta Henry Peter Gyrich, el enlace gubernamental del grupo, que siembra el caos y la discordia limitando el número de miembros militantes en activo o bien escogiendo a integrantes basados en la raza (debido a una política de igualdad de oportunidades). Temas rompedores para una época en la que los Estados Unidos estaban gobernados por Jimmy Carter.

Otra de las sagas recopiladas es Noches de Wundagore, que arrojó luz sobre el verdadero origen de Pietro y Wanda Maximoff (aunque luego vendrían un cipotal de revisiones adicionales) que, sin duda, ha servido de inspiración a los guionistas de Wandavision, que aprovecharon multitud de los elementos presentados en esas páginas.

Destacar que la edición de Panini es tan sensacional como es habitual en esta línea. El papel poroso sienta de maravilla al color de los años setenta y ochenta, la reproducción de los materiales es muy buena y el número de extras es casi abrumador, destacando artículos y el epílogo realizado años más tarde para el recopilatorio de La saga de Korvac.

Marvel Gold. Los Vengadores 8: Nefaria Supremo es la esencia del cómic de superhéroes. Un perfecto ejemplo del medio que tiene enamorados a millones de lectores desde hace décadas gracias a la mezcla de elementos mundanos y argumentos más grandes que la propia vida, que en manos de autores tan capaces como los que hemos enumerado, dan como resultado la perfección hecha tebeo.